Thursday, September 19, 2019

Otra Joyita, pero ahora 3GM


Toda una trayectoria en el Regnum Christi desde mediados de los años 70s cuando ser miembro del RC era semi-secreto. Ingresó al Tercer Grado en 1978 a los 19 años de edad. Nacido en la Ciudad de México, emitió sus promesas definitivas en 1980.

La adhesión de Héctor Javier siempre fue incuestionable. Pionero para la apertura del RC en Europa del Este, pionero junto con Héctor Fernández Rousselon (ex3GM) en lo que trató de ser “Generación Empresarial”, encontró su mejor lugar junto a Carlos Mora en la comunidad de Guadalajara (México).

Héctor Bracho Roberts


Como miembro del “Tercer Grado”, Héctor fue pionero al ocupar puestos que hasta entonces eran exclusivos de legionarios. En Guadalajara fue director del Cumbres. La experiencia le gustó. La protección de Carlos Mora le mantuvo en el puesto varios años. Carlos Mora confiaba en él y varias veces abogó para impedir que cambiaran a Héctor. Finalmente, un año después del fallecimiento de Mora, Héctor fue trasladado a Brasil, ahora como director de sección de jóvenes.

Tanto en Guadalajara como en Río de Janeiro ocupó el puesto de vice-superior en una comunidad religiosa legionaria. En esta línea, Héctor Javier Bracho Roberts es el prototipo perfecto de un Terciario Legionario. Aunque canónicamente era una irregularidad para los legionarios, Maciel escribió una carta exhortando que los “superiores no-religiosos” tenían plena autoridad en la congregación.

En Brasil, la idea que Héctor Bracho tenía del Movimiento RC sufrió varias fisuras. No sólo el creciente escándalo al descubrir el fraude de Fundador y las subsiguientes mentiras de los Superiores sino además el fervor de lo que se llamó “RedMisión”, el gobierno de Juan Ramón de Andrés y la coordinación de Gabriel Bárcena.

Fue trasladado a Europa, pero ahora como “director territorial” como parte del gobierno autónomo del Tercer Grado Masculino, a pesar de que carecía de reconocimiento por parte de la Iglesia. Los golpes a la idea de Movimiento RC esta vez fueron contundentes.

Recordemos que Carlos Zancajo estuvo muchos años recluido en Venezuela y su experiencia de Movimiento no ha podido evolucionar completamente. Los Laicos Consagrados siguen siendo hermanos terciaros; jamás uno del “Tercero” ocupará un puesto que puede ocupar un legionario. En España, Héctor Bracho experimentó que la “comunión” es ficticia y meramente organizativa.

Los rozamientos han sido particularmente fuertes con ex3GMs que pasaron a la “rama sacerdotal”; los cuales han desarrollado esa especie de complejo de superioridad tan estudiada en los policías fronterizos que provienen de familias inmigrantes. Esto incluye incluso a los más “antiguos” y que han sido Padres Capitulares.

Cuando comenzó a promoverse la idea de federación, en una de las “explicaciones” del proceso Sylvester Heereman asestó el golpe definitivo. El Movimiento no era tal, sería una Federación, ¿dónde quedaban sus casi 40 años de dedicación incustionable?

Siempre le habían dicho y él lo había así afirmado, que los Consagrados (3GMs) llevaban el Evangelio a donde el sacerdote no entraba; era la fisonomía específica de su identidad. Entonces Héctor consiguió trabajo como asesor financiero en México y se trasladó a vivir con su madre.

De acuerdo con el manejo de los “crisientos” en la Legión, fue a la Peregrinación a Tierra Santa (al igual que José Félix Ortega y muchos otros). Pero para Héctor sólo se trataba de cerrar un ciclo. A Tierra Santa, Héctor llevó a su amiga del alma.

Entre tanto, Jorge López y los mecanismos de comunicación intentan manejar el alcance del daño. No se trata del escándalo de uno que sale. Se trata de la salida de Héctor Bracho, que de suyo no es escándalo: los consejos evangélicos que él juró seguir, siempre fueron de índole privada. Cualquier sacerdote puede disolverle del vínculo. No existe un “pase automático” de una promesa privada a una profesión pública, máxime si ha habido engaño de por medio.

Jorge López insiste en el período de “discernimiento”; pero fiel a la metodología o carisma legionarios, no lo hace por la “vocación” de Héctor, sino por salvaguardar la Federación.

El discernimiento y Héctor


El vocero de los Consagrados, dijo en Legioleaks que Bracho estaba en un período de discernimiento. Quizás Héctor ya había leído la carta temática de Eduardo Robles Gil fechada el 4 de agosto de 2015 sobre el discernimiento. Siguiendo a San Ignacio de Loyola, en dicha carta se dice que el discernimiento NO es sobre la vocación cuando ya se ha hecho una opción de vida definitiva.

Pero Héctor Bracho al igual que muchos otros ex3GM se dio cuenta que “no eran consagrados”, que su consagración era sólo “privada” y devocional y por tanto el apelativo de “consagrados” era sólo análogo. Más allá de la terminología, sólo a partir del 25 de noviembre de 2018 quienes se consagran en la Sociedad de Vida Apostólica Masculina del Regnum Christi son consagrados.

Antes de esa fecha, la “consagración” y las “promesas” tenían plena validez espiritual ante Dios; pero no tenían ningún respaldo canónico pues no existía ninguna Asociación de Laicos del Regnum Christi, ni tampoco existía ningún Movimiento Regnum Christi.

No debe haber discernimiento sobre opciones de vida definitivas… a menos que haya habido engaño. Eso es algo que nunca aconteció en la vida de San Ignacio y nunca se planteó algo semejante en los ejercicios espirituales.

Héctor Javier Bracho Roberts, joyita del sistema legionario y del RC ha tenido más de dos años para reflexionar (sobre todo habiendo estado cerca de la muerte en un accidente). Al parecer ha decidido vivir su vida de cara a Dios y no ante los hombres, aunque se digan “hombres de Dios” y le pidan trámites burocráticos.

Que la Verdad lo haga libre y encuentre la felicidad junto con Margaret Contreras.

Wednesday, September 18, 2019

Comentario a la carta de inicio de la Federación


Continuación de la Fundación en Perspectiva; en este artículo, comentario a la carta por inicio de la federación. Se omite el texto de la carta por simplicidad y sólo se hace referencia a los aspectos más significativos.

El 17 de septiembre con el número oficial Prot. DG-FRC 36-2019 el superior general de los legionarios y los encargados generales de las sociedades apostólicas masculina y femenina del RC enviaron una carta a sus miembros. Dicha carta la firman en conjunto autodenominándose “Colegio Directivo General” (en adelante CDG)



La carta va dirigida a los miembros del Regnum Christi; a diferencia de documentos anteriores ya no se usa la palabra “Movimiento”. Los destinatarios son pues los miembros de la congregación y de las respectivas sociedades de vida apostólica. Se trata de una carta “interna”.

Después del primer párrafo de presentación indican que «debemos recordar que la Federación Regnum Christi no se entiende como un mero mecanismo organizativo»… (cfr § 2) y más adelante dicen «la palabra «federación» viene de la palabra latina foedus (alianza, en hebreo berit), uno de los conceptos centrales de la historia de la salvación» (cfr § 6).

Coloquemos los puntos sobre las iíes.

Federación viene del latín foedus, foederis que significa “alianza, contrato, acuerdo”. Pero foedus tiene la acepción de una alianza mutua; es decir, entre dos. Así el matrimonio es foedus y la alianza que Dios establece con su Pueblo es foedus en hebreo berit (בְּרִיתִ֖י).

Foedus no es  foedera. De hecho, nunca se usa el plural en la Sagrada Escritura; siempre es algo entre dos, entre Dios y su Pueblo, entre el esposo y la esposa, etc. Dios nunca actúa “en colectivo”.

El término en su acepción plural, foedera, entró en uso en la Alta Edad Media a través de los distintos acuerdos que el imperio romano estableció con varias tribus, sobre todo en Bretaña. Al conjunto de acuerdos (plural) se le llamó foedera. Posteriormente con la teoría política, federación adquirió su acepción moderna actual; es decir, un régimen de organización política que involucra a varios.

Del mismo modo, tampoco puede haber federación entre dos, porque eso sería un pacto o una sociedad, es decir un foedus. Por eso si, por ejemplo, los Consagrados (antes 3GM) llegaran a desaparecer, la federación se disolvería pues organizativamente no habría materia jurídica para el acuerdo “federal”.

Hablar de foedera como si fuera foedus o es ignorancia o hay dolo… o ambos, máxime si a partir de ello se pretende dar un fundamento espiritual a un acto de mera organización jurídica.

Cuando en la carta afirman que la federación no es un mero mecanismo organizativo, necesitan de algún modo justificar semejante afirmación, por eso dicen en el mismo párrafo que la Federación es la «expresión de un designio de Dios» (cfr § 2).

Hablar de un “designio” de Dios es atribuir a Dios un mandato que se realiza a través de causas segundas (Catecismo no.306). Cuando el “Colegio Directivo General” atribuye la federación a un designio divino, no podemos no recordar la CNP del 14 de mayo de 1948 donde Marcial Maciel indicaba que el nombre de “legionarios del Papa” «el mismo Jesucristo lo quiere».

¡Con qué facilidad atribuyen a Dios acciones, indicaciones, designios y determinaciones sin ningún fundamento! tal como Marcial Maciel hablaba de sus mociones e inspiraciones espirituales.

Hablar de la federación como un designio divino equivale a decir que Dios mandó la federación e hizo que quienes se federan tengan un mismo fundamento espiritual. ¿Con qué autoridad atribuyen a Dios la federación?

Jorge, Gloria y Eduardo


El párrafo que sigue (después de la cita a los Estatutos) al parecer proviene de otro redactor pues tiene un estilo distinto. Dice: «No podemos separar la realidad carismática del RC de su dimensión organizativa o jurídica»… ¡Disparo al propio pie! O como diría el otro: ¡toma castañazo!

Si no es posible separar la dimensión organizativa y jurídica de la realidad carismática, ¿por qué la federación aparece en 2019 y no en 1948 cuando se fundó la obra? ¿no tenían carisma antes, porque es un hecho que esta dimensión jurídica no existía previamente? Quizás era un carisma pero no encarnado, por aquello del espíritu encarnado…

«No podemos separar la realidad carismática de su dimensión organizativa y jurídica». Una afirmación dura ratificada con la firma de Eduardo Robles Gil, Gloria Rodríguez y Jorge López. Si lo planteamos en dos silogismos resulta más claro:

  • Lo que no ha sido reconocido por la Iglesia no tiene dimensión jurídica y lo que no tiene dimensión jurídica, no existe (jurídicamente).
  • El Movimiento Regnum Christi nunca tuvo dimensión jurídica ni fue reconocido por la Iglesia. 
  • Luego, el Regnum Christi nunca existió jurídicamente.



  • La realidad carismática es inseparable de su dimensión jurídica.
  • Lo que no tiene dimensión jurídica no tiene realidad carismática.
  • Luego, el Regnum Christi nunca tuvo carisma.

 
Si seguimos el razonamiento y las afirmaciones de la carta, ¿podemos decir que ahora que ya se tiene una dimensión jurídica, ya se tiene una realidad carismática? La respuesta es negativa, porque la afirmación del “Colegio Directivo General” es gratuita y sin fundamento. Ya habíamos comentado en otro artículo cómo el carisma, al ser un don del Espíritu, precede y antecede a cualquier realidad jurídica (Ver Autenticidad de las fundaciones de Marcial Maciel ). De una manera muy significativa así lo vivió la Iglesia, por ejemplo, con el carisma que Dios dio a San Francisco de Asís y la aprobación por parte de Inocencio III.

El hecho es que la Federación se está formando a partir de las realidades suscitadas por Marcial Maciel. Los miembros del “Colegio Directivo General” hablan de un fundamento espiritual compartido y una misión; es decir, tal como se había comentado en redes sociales: un crowd founding. El carisma de lo que fundó Marcial Maciel era una mera metodología; los miembros que quisieron continuar en estas obras, destilaron a través de un sinnúmero de reuniones y asambleas un ideario que plasmaron en un texto que la Santa Sede aprobó ad experimentum.

San Francisco de Asis, fundador carismático con el Papa Inocencio III


Después de un elenco de actos de gobierno mencionados en la carta, se hace una mención tangencial a la “incorporación el RC”; pero usan la palabra adhesión. Nuevamente la manipulación dolosa… así como en el pasado se entregó el texto de unos Estatutos no autorizados por el Papa como si hubiesen sido autorizados por él, ahora equiparan dolosamente dos realidades distintas.

Dice el texto de la carta: « y todos los miembros asociados a la Federación –cuyo acto de adhesión en el pasado conserva hoy su plena validez dentro de las estructuras de la Federación Regnum Christi– »

La Federación comenzó un día antes de la publicación de esta carta. ¿Cómo puede haber miembros asociados a la federación en el pasado si no existía?

La incorporación a un movimiento eclesial no es, ni equivale a la adhesión a una federación. Del mismo modo que la emisión de promesas en una orden terciaria no reconocida por la Iglesia no equivale a la profesión de los consejos evangélicos en una sociedad de vida apostólica.

El Movimiento Regnum Christi nunca existió ni fue reconocido por la Iglesia; la incorporación a él sólo tiene un valor espiritual y personal; pero jurídicamente no existe o mejor dicho no hay ninguna adhesión, simplemente no existía y nadie se puede incorporar ni adherir a lo que no existe.

En el pasado, Marcial Maciel mostraba fotos de casi toda la congregación reunida en un centro y decía (con la intención de engañar) que eran los novicios de España (foto enviada en 1989 al Prefecto religiosos). ¿Acaso el “Colegio Directivo General” pretende seguir engañando a los laicos que de buena voluntad en el pasado se incorporaron a un pretendido movimiento eclesial?




(Parte 2 de 3)