Tuesday, August 29, 2023

Comentario a la Carta de Gabriel Bárcena dirigida a la Federación RC en Chile

Sin mucha introducción, comentaremos el texto de la carta de Bárcena (Superior Territorial en Chile y Argentina). Primero la cita del texto en cursiva y después el comentario.

 

Marketing y comunicación para control de daños

 

 

Junto con saludar a cada uno, quiero agradecer, de manera muy especial, sus oraciones, particularmente en estos momentos tan difíciles y dolorosos para todos, y que han sostenido, en primer lugar, a los sacerdotes y personas directamente implicadas.

En el saludo inicial no hace referencia a la víctima o víctimas sino que usa la expresión “personas directamente implicadas”. Sin embargo sí hace alusión al dolor de los acusados.

 

 

Quisiera informarles que, desde que recibimos la demanda en contra de nuestra Congregación, con las graves acusaciones ahí mencionadas, hemos realizado acciones tendientes a buscar la verdad sobre los hechos, siempre teniendo presente el debido cuidado por quienes se han visto  afectados, partiendo por ustedes, los integrantes de nuestras numerosas comunidades.

Después del saludo, el primer párrafo es un desatino completo. Bárcena dice que han realizado acciones tendientes a “buscar la verdad”; sin embargo por expresiones del mismo Bárcena y por exposición en la prensa[1] sabemos que un abogado comercial, Manuel José Vial Vial, investigó a la víctima.

La actuación de Manuel José Vial constituye una violación del mismo código de conducta[2] con el que los legionarios dicen “proteger” a las personas vulnerables bajo su cuidado. En el número 64 de dicho código de conducta § 1 se recomienda designar a un profesional para realizar una investigación previa.

Las violaciones al código de conducta son las siguientes:

  1. Manuel José Vial no es un profesional, sino que es un abogado comercial.
  2. El código de conducta habla de una investigación previa, no de una investigación paralela. Los legionarios nunca recibieron la denuncia, sino que fue presentada directamente ante la Santa Sede, por tanto no había “necesidad” de contratar a un abogado comercial para que investigara a la víctima y su entorno.
  3. El número 65 del código de conducta establece una pauta para proceder a la investigación previa entrevistando a la persona afectada, al acusado y a los testigos; también se puede solicitar la opinión de peritos. Sin embargo en ningún momento se indica que el “investigador” puede hostigar el entorno de la víctima sin conocimiento de ésta misma.
  4. En el número 81 se establece que la persona que denuncia un abuso sexual debe ser tratada con el mayor respeto y compasión. La actuación de Manuel José Vial es una clara violación de este número.
  5. La actuación de Manuel José Vial y la falta de comunicación de Gabriel Bárcena con la familia de la víctima constituye una forma de re-victimización institucional.
  6. En el número 72 del código de conducta se establece que el director territorial debe comunicar las conclusiones  y decisiones a la víctima (persona que presentó la acusación) por medio de decretos. Lo anterior tampoco se ha hecho.
  7. Los padres de la víctima han informado del silencio con el que se les mantuvo respecto a la investigación. Esto es una clara violación del número 83 del código de conducta por parte de Gabriel Bárcena y los legionarios de Chile.

 

 

El miércoles 23 de agosto, los siete sacerdotes Legionarios de Cristo, que han sido mencionados en la demanda de indemnización de perjuicios en contra de nuestra Congregación, han presentado una carta ante la Fiscalía Regional Oriente. En ella, junto con informar los hechos narrados en la demanda civil, solicitan que estos sean investigados según los procesos previstos por la ley chilena.

Se sabe que al menos tres sacerdotes se encuentran fuera de Chile; por tanto entendemos que ni esos tres sacerdotes ni los restantes presentaron la carta ante la Fiscalía, sino que un representante legal lo hizo por ellos. Esto implica que la carta se trata de un documento institucional cuya redacción ya fue revisada por los abogados “internos”.

 

 

Con esta acción, los sacerdotes buscan que las instancias penales competentes sean las que examinen y juzguen de manera imparcial, y en pleno respeto por los derechos de todas las personas implicadas. Dentro de estos derechos, además del debido cuidado de la confidencialidad solicitada por la demandante, también está el de los sacerdotes en cuanto a resguardar su dignidad, su reputación y su presunción de inocencia.

Es un poco cínico que Bárcena apele al derecho de la confidencialidad cuando sus acciones por la investigación paralela fueron una violación de la confidencialidad.

 

 

El abogado penalista Carlos Cortés Guzmán, del estudio jurídico Cortés y Rodríguez Abogados, es el profesional que ha tomado la representación judicial de los sacerdotes. 

Este párrafo que pareciera meramente informativo es de suma importancia y muestra el corazón maquiavélico de la Congregación. Conviene recordar que la víctima presentó una acusación al interior de la Iglesia[3] que no concluyó nada formalmente[4], sino que tal como el expediente de Marcial Maciel Degollado, “fue archivado” en los 40s, 50s, 60s, 70s, 80s y sólo a partir de los 90s se re-abrió. Posteriormente la “Fundación para la Confianza” (chilena) tomó el caso y presentó una demanda civil.

Ahora los legionarios “contraatacan” moviendo el caso de sede civil a sede penal. Esta estrategia la usaron anteriormente en el caso de John O´Reilly. Los legionarios tácitamente están señalando la incompetencia de la justicia civil chilena para encontrar la verdad, pues dicen, cita textual: “solo allí (la Fiscalía) podrán ser investigados en profundidad de manera imparcial y en pleno respeto por los derechos de todas las personas implicadas[5]

Lo que hacen los legionarios no tiene cabida en un cristiano (nec nominetur in nobis). En la acusación, algunas de las violaciones hacia la víctima no constituyen un delito penal en las leyes chilenas, es como el intento de extorsión[6] en Milán, que supuestamente no fue extorsión, o el caso del fraude[7] por parte de Anthony Bannon a la viuda de Mrs. Mee y tantos otros…

 

 

La consagrada y exconsagrada, igualmente señaladas en la demanda, si bien son mencionadas por supuestos comportamientos diferentes, conocen la iniciativa de los sacerdotes y están dispuestas a colaborar con las autoridades en lo que se les solicite. 

Sin comentarios.

 

 

Han sido tiempos difíciles y tristes para todos. Estamos ante hechos que en sede civil y penal aún deben ser examinados y probados.

 

La víctima fue una consagrada que había sido reclutada en las últimas etapas de la educación básica. Los hechos que ella presenta ocurrieron todos al interno de la organización creada por Marcial Maciel y posteriormente avalada por la Iglesia ad experimentum. La víctima de buena fe se dejó envolver en la búsqueda de una vocación sin darse cuenta que aquello constituía una manipulación, un abuso de conciencia y paulatinamente un abuso de poder; hechos todos que no constituyen un delito en la ley chilena, pero que son sumamente graves y que pueden destruir por completo a una persona.

La víctima buscó resolver este “pleito” siguiendo el consejo de San Pablo (1Co.6,1-7)[8]. Es decir, no buscar los tribunales civiles, sino resolverlo cristianamente. ¿cuál es la respuesta de los legionarios de Maciel? ¡El escándalo! No les importa causar más daño por medio del escándalo con tal de una estrategia jurídica que permita mitigar el daño.

 

¿Por qué los legionarios y el actual superior general, John Connor, han rechazado una comisión interdisciplinar (formada por cristianos) para analizar el daño a las víctimas? Recordemos que el Honorable Don José Barba, una de las víctimas históricas del Fundador ha propuesto una comisión interdisciplinar para que se analice y juzgue con objetividad la situación de las víctimas y los hechos.

 

A los legionarios no les interesa la verdad; es falso que buscan conocer los hechos. Todo se trata de una estrategia jurídica y mediática para que un intento de extorsión no lo sea y el grave abuso de conciencia y de poder que derivó en formas de tortura con connotación sexual sean hechos “carentes de verosimilitud”[9].

 

 

 

En este proceso de aprendizaje y dolor, hemos sentido el respaldo y compañía de muchos de ustedes, y se los agradecemos de corazón. Con el objetivo de que tengan la máxima información, hemos agregado algunas preguntas y respuestas sobre esta nueva acción en nuestro sitio web, con el propósito de poder aclarar, de mejor manera, algunas dudas que puedan surgir al respecto. 

 

Sin comentario.

 

 

 

Les pido que sigamos rezando por esta delicada situación para que Dios nos guíe por caminos de verdad, justicia y caridad cristiana. Este es también el deseo de los sacerdotes al haber presentado su carta ante la Fiscalía.

La exhortación a invocar a Dios para buscar el camino de la verdad nos recuerda la grave deformación de conciencia que Jesús, el Señor, anuncia: “llegará el momento en que quien los asesine pensará dar culto a Dios” (Jn.16,2).

 

Quienes han vivido dentro y se han alejado del grupo fundado por Maciel, conocen las dificultades para deshacerse de “programación mental”. La deformación de conciencia, si bien no es evidente, es innegable. ¡Por sus frutos los conoceréis! (Mt. 7,16).

Así como no se recogen uvas de los espinos[10], tampoco se obtiene verdad, justicia y caridad de los discipulados de un falso profeta.

El que siete legionarios y su abogado hayan menospreciado la justicia civil para recurrir a la justicia penal, no cambiará la naturaleza de los hechos ni hará brillar la verdad o la justicia, mucho menos la caridad.

Toda esta estrategia jurídico – mediática además funciona como una cortina de humo que impide ver la realidad de las cosas. Ha habido un daño. ¿Qué tan profundo y de qué tipo ha sido? ¿Constituyen delito los hechos que condujeron a dañar a la persona convirtiéndola en víctima?

Que una chica alegre y religiosa después de su paso con las Consagradas viva ansiedad, depresión y pensamientos suicidas no es ningún camino de verdad ni de justicia ni de caridad.

El problema no son los siete legionarios: Alfredo Márquez, Luis Miguel Herrera, Pablo de Juan, Juan Luis Cendejas, José Gerardo Cárdenas, Daniel Reynolds o Juan Carlos Vázquez ni las mujeres vinculadas a la obra de Maciel: Araceli Delgado, Heloísa Cardín… El problema es la institución que abusa y sigue abusando…

En el Evangelio de San Mateo (Mt.5,23) parece que los legionarios y las consagradas leen lo siguiente: Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a contratar un buffete de abogados que tenga buena estrategia mediática; luego vuelves y presentas  tu ofrenda.

El abuso y la manipulación de conciencia, no es cristiano. Desde su origen, el grupo de Maciel se construyó así. La manera en que HOY enfrentan la verdad y atienden a las personas dañadas es una prueba patente de que no ha habido renovación. ¡Por sus frutos los conoceréis!



[3] Sus padres refirieron que la víctima, actuando desde el perdón, prefirió seguir el camino eclesial antes que recurrir a la justicia civil.

[4] No hay ningún documento eclesial acerca de la no-procedencia del caso.

[6] Luca Gallizia, Víctor de Luna, Óscar Náder, Manuel Cordero y un abogado intentaron “convencer” a la familia de la víctima de abuso sexual que falseara su declaración a cambio de 15mil euros.

[7] Cfr. https://case-law.vlex.com/vid/dauray-v-estate-of-894141636  El juez no tipificó  el caso, sólo señaló las acciones turbias de parte de la Congregación y desestimó la demanda porque la parte acusadora carecía de vínculos sanguíneos de línea directa para interponer la querella.

[8] Cuando alguno de vosotros tiene un pleito con otro, ¿se atreve a llevar la causa ante los injustos, y no ante los santos? (…) De todos modos, ya es un fallo en vosotros que haya pleitos entre vosotros. ¿Por qué no preferís soportar la injusticia? ¿Por qué no dejaros más bien despojar? ¡Al contrario! ¡Sois vosotros los que obráis la injusticia y despojáis a los demás! ¡Y esto, a hermanos!

[9] Los legionarios explican que la investigación de las Consagradas fue limitada, y la investigación de la CDF concluyó que no había elementos de verosimilitud. Ver Legionarios de Cristo demanda de indemnización - Regnum Christi Chile

[10] Mt.7,16:  Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?

Monday, August 14, 2023

Abuso y Tortura entre las Consagradas (antes 3GF) de la Federación Regnum Christi

En Chile y en México los legionarios y las Consagradas han afrontado el nuevo escándalo con una narrativa uniforme que pretende oscurecer la verdad de los hechos: Dicen que el caso ya fue revisado por un canonista y por el Vaticano y fue archivado.

Antes de cualquier valoración respecto al caso de la persona que fue abusada o no fue abusada en el Centro Estudiantil de las Consagradas en Chile es necesario colocar algunos puntos sobre las íes.

El dicasterio vaticano que revisó el caso de los legionarios, es el mismo dicasterio que tuvo desde los años 40s el expediente[1] de Maciel. La autoridad “moral” del dicasterio o de sus enviados es prácticamente nula. No pueden simplemente decir “carece de indicios que den sustento a la denuncia”[2] sin presentar evidencias que den soporte a sus afirmaciones. La Iglesia y la sociedad en general merecen el respeto de la verdad; la actitud clericalista sólo abona a la suspicacia.

Por otro lado, el abuso sexual clerical está sirviendo como una cortina de humo debido a que la acusación implica otros aspectos gravísimos que parecen no afrontarse.

Imagen de las Consagradas antes conocidas como 3er Grado Femenino

 

No tenemos elementos para afirmar o negar el abuso sexual por parte de tal o cual sacerdote; pero sí hay muchos indicios para declarar que el abuso de conciencia y el abuso psicológico fueron todo un hecho. Las Consagradas de la Federación RC (antes conocidas como 3GFs) han ejercido muchísima presión emocional en sus programas de reclutamiento y en los espacios de “discernimiento”; es algo que incluso ellas mismas reconocen como algo que han tratado de superar. Y aunque no lo hubieran reconocido, los testimonios son muchos[3] y de múltiples procedencias.

Se trata ante todo de un caso de las Consagradas en un centro de Consagradas de una persona que en ese momento pertenecía a la comunidad del Centro Estudiantil[4].

El caso tiene aún más relevancia por la mención de un concepto que en sí mismo es grave: tortura[5].  Y la tortura puede ser física o psicológica o ambas. Algunas compañeras de la persona abusada en el Centro Estudiantil de Chile permiten suponer que sí hubo alguna forma de tortura ¿por castigo? ¿para “ayudarle” a descubrir su vocación?


¿Qué dicen las Consagradas?

Usan la investigación clerical sobre abusos sexuales como pantalla para negar el conjunto. En concreto mencionan[6] que en 2019 un canonista realizó una investigación que no fue concluyente, pero que después fue desechada con las conclusiones de la investigación de un enviado del dicasterio CDF para investigar a los legionarios.

Aquí hay varias líneas torcidas.

¿Por qué un canonista realiza la investigación? ¿Acaso era un problema eclesial jurídico? Al igual que en otros escándalos legionarios de tipo sexual (por ejemplo caso Ashley con el abusador Pollock) son ellos mismos (en este caso las Consagradas) quienes reciben el informe y quienes juzgan la continuidad o no del caso sin presentar nada al respecto más que la conclusión de su propio juicio. ¿Hubo peritaje psicológico? ¿Se analizó cada una de las acusaciones como algo individual? ¿Hay otros casos semejantes? ¿Por qué sólo un canonista y no tres personas de distintas disciplinas? ¿cuáles fueron los elementos que sí se consideraron verdaderos y cuáles los que después determinaron que no había sustento? ¿La carencia de elementos para una demanda fue técnica o se está negando la veracidad de los hechos? ¿por qué no hay informe público? ¿quién es el supuesto perito externo? ¿hubo sentencia de parte del dicasterio?

La información que presenta la vocero de la Federación RC es muy poca y demasiado vaga. En la Federación RC es suficiente mencionar la palabra “canonista externo” para darle un valor de autoridad a lo que presentan; pero para la Iglesia y la sociedad que reflexiona no es suficiente.

Cuando los legionarios presentaron sus propias conclusiones respecto al caso de Ashley[7] no existía la conciencia eclesial de hoy en día y el caso se remontaba varios años hacia atrás. Ashley no deseaba involucrarse mucho más y el caso allí quedó. Pero el esquema para el “manejo de crisis” es el mismo que se usa ahora: otorgar cierta credibilidad, realizar una investigación, ocultar los resultados y declarar que no hay elementos suficientes de credibilidad.

Hasta el momento no ha habido ninguna comunicación oficial de parte de ninguna de las Superioras de las Consagradas, ni en Chile ni a nivel general. La vocero de la Federación RC en Chile ha emitido comunicados que suscriben por igual los legionarios y las Consagradas. Sin embargo las acusaciones a los legionarios y a las Consagradas son distintas, así como el grado de responsabilidad de unos y otros.

Es necesario que se realice una investigación externa acerca del hostigamiento vocacional y la presión emocional que han ejercido las Consagradas en el programa de Colaboradores, en el Candidatado y en el Centro Estudiantil.

Es necesario que se realice una investigación externa (independiente a la anterior) acerca del abuso de conciencia y el abuso de autoridad que las Consagradas han ejercido mediante el uso y abuso del fuero interno no sacramental.

Es necesario que se realice una investigación externa (independiente a las anteriores) acerca de ciertos comportamientos que derivaron en juegos, castigos y dinámicas que pudieron significar abuso físico y bullying en los lugares donde las Consagradas tenían contacto con jovencitas “vocacionables”.

Es necesario que se realice una investigación externa acerca de comportamientos que pudieron derivar en rozamientos, toqueteos y juegos no consentidos que para algunas personas constituyen un abuso sexual.

Es necesario que las Consagradas afronten sus abusos sin usar el clericalismo legionario como una pantalla que desvía la atención.

Es necesario que toda la información sea transparente y pública tal como otros informes en la Iglesia han publicado las investigaciones sobre dolorosos acontecimientos.

Por otra parte y como algo independiente, es necesario investigar la participación de los legionarios en el abuso de las jovencitas del Centro Estudiantil. Ninguno de los legionarios mencionados ha sido “residente” en el centro estudiantil. La presencia de los legionarios en centro de retiros cuando había actividades del Centro Estudiantil era puntual y delimitada, por tanto la investigación y la responsabilidad es muy distinta… ¿por qué se está haciendo de la acusación a los legionarios un todo?

 

 



[1] Ver los documentos publicado en el libro “La voluntad de no saber” que se recogen también en Internet: https://www.lavoluntaddenosaber.com/

[3] El abuso se da en distintos grados, por ello es difícil establecer un umbral a partir de cuándo se considera abuso grave. Pero se considera que son cientos de casos, posiblemente poco más del millar.

[4] El centro estudiantil es una residencia para jovencitas que realizan sus estudios mientras reflexionan y hacen el discernimiento acerca de una posible vocación a la vida Consagrada.

[5] La tortura es el acto de infligir dolor y daño físico o psicológico con el fin de dar castigo, obtener información o de conseguir algo. Ver. https://es.wikipedia.org/wiki/Tortura