Toda
una trayectoria en el Regnum Christi desde mediados de los años 70s cuando ser
miembro del RC era semi-secreto. Ingresó al Tercer Grado en 1978 a los 19 años
de edad. Nacido en la Ciudad de México, emitió sus promesas definitivas en 1980.
La
adhesión de Héctor Javier siempre fue incuestionable. Pionero para la apertura
del RC en Europa del Este, pionero junto con Héctor Fernández Rousselon (ex3GM)
en lo que trató de ser “Generación Empresarial”, encontró su mejor lugar junto
a Carlos Mora en la comunidad de Guadalajara (México).
Héctor Bracho Roberts |
Como
miembro del “Tercer Grado”, Héctor fue pionero al ocupar puestos que hasta
entonces eran exclusivos de legionarios. En Guadalajara fue director del Cumbres.
La experiencia le gustó. La
protección de Carlos Mora le mantuvo en el puesto varios años. Carlos Mora confiaba
en él y varias veces abogó para impedir que cambiaran a Héctor. Finalmente, un
año después del fallecimiento de Mora, Héctor fue trasladado a Brasil, ahora
como director de sección de jóvenes.
Tanto
en Guadalajara como en Río de Janeiro ocupó el puesto de vice-superior en una
comunidad religiosa legionaria. En esta línea, Héctor Javier Bracho Roberts es
el prototipo perfecto de un Terciario Legionario. Aunque canónicamente era una
irregularidad para los legionarios, Maciel escribió una carta exhortando que
los “superiores no-religiosos” tenían plena autoridad en la congregación.
En
Brasil, la idea que Héctor Bracho tenía del Movimiento RC sufrió varias
fisuras. No sólo el creciente escándalo al descubrir el fraude de Fundador y
las subsiguientes mentiras de los Superiores sino además el fervor de lo que se
llamó “RedMisión”, el gobierno de Juan Ramón de Andrés y la coordinación de
Gabriel Bárcena.
Fue
trasladado a Europa, pero ahora como “director territorial” como parte del
gobierno autónomo del Tercer Grado Masculino, a pesar de que carecía de
reconocimiento por parte de la Iglesia. Los golpes a la idea de Movimiento RC
esta vez fueron contundentes.
Recordemos
que Carlos Zancajo estuvo muchos años recluido en Venezuela y su experiencia de
Movimiento no ha podido evolucionar completamente. Los Laicos Consagrados
siguen siendo hermanos terciaros; jamás uno del “Tercero” ocupará un puesto que
puede ocupar un legionario. En España, Héctor Bracho experimentó que la “comunión”
es ficticia y meramente organizativa.
Los
rozamientos han sido particularmente fuertes con ex3GMs que pasaron a la “rama
sacerdotal”; los cuales han desarrollado esa especie de complejo de superioridad
tan estudiada en los policías fronterizos que provienen de familias inmigrantes.
Esto incluye incluso a los más “antiguos” y que han sido Padres Capitulares.
Cuando
comenzó a promoverse la idea de federación, en una de las “explicaciones” del
proceso Sylvester Heereman asestó el golpe definitivo. El Movimiento no era
tal, sería una Federación, ¿dónde quedaban sus casi 40 años de dedicación
incustionable?
Siempre
le habían dicho y él lo había así afirmado, que los Consagrados (3GMs) llevaban
el Evangelio a donde el sacerdote no entraba; era la fisonomía específica de su
identidad. Entonces Héctor consiguió trabajo como asesor financiero en México y
se trasladó a vivir con su madre.
De
acuerdo con el manejo de los “crisientos” en la Legión, fue a la Peregrinación
a Tierra Santa (al igual que José Félix Ortega y muchos otros). Pero para
Héctor sólo se trataba de cerrar un ciclo. A Tierra Santa, Héctor llevó a su
amiga del alma.
Entre
tanto, Jorge López y los mecanismos de comunicación intentan manejar el alcance
del daño. No se trata del escándalo de uno que sale. Se trata de la salida de
Héctor Bracho, que de suyo no es escándalo: los consejos evangélicos que él
juró seguir, siempre fueron de índole privada. Cualquier sacerdote puede
disolverle del vínculo. No existe un “pase automático” de una promesa privada a
una profesión pública, máxime si ha habido engaño de por medio.
Jorge
López insiste en el período de “discernimiento”; pero fiel a la metodología o
carisma legionarios, no lo hace por la “vocación” de Héctor, sino por
salvaguardar la Federación.
El discernimiento y Héctor
El
vocero de los Consagrados, dijo en Legioleaks
que Bracho estaba en un período de discernimiento. Quizás Héctor ya había leído la
carta temática de Eduardo Robles Gil fechada el 4 de agosto de 2015 sobre el
discernimiento. Siguiendo a San Ignacio de Loyola, en dicha carta se dice que
el discernimiento NO es sobre la vocación cuando ya se ha hecho una opción de
vida definitiva.
Pero
Héctor Bracho al igual que muchos otros ex3GM se dio cuenta que “no eran
consagrados”, que su consagración era sólo “privada” y devocional y por tanto
el apelativo de “consagrados” era sólo análogo. Más allá de la terminología,
sólo a partir del 25 de noviembre de 2018 quienes se consagran en la Sociedad
de Vida Apostólica Masculina del Regnum Christi son consagrados.
Antes
de esa fecha, la “consagración” y las “promesas” tenían plena validez espiritual
ante Dios; pero no tenían ningún respaldo canónico pues no existía ninguna
Asociación de Laicos del Regnum Christi, ni tampoco existía ningún Movimiento
Regnum Christi.
No
debe haber discernimiento sobre opciones de vida definitivas… a menos que haya
habido engaño. Eso es algo que nunca aconteció en la vida de San Ignacio y
nunca se planteó algo semejante en los ejercicios espirituales.
Héctor
Javier Bracho Roberts, joyita del sistema legionario y del RC ha tenido más de
dos años para reflexionar (sobre todo habiendo estado cerca de la muerte en un
accidente). Al parecer ha decidido vivir su vida de cara a Dios y no ante los
hombres, aunque se digan “hombres de Dios” y le pidan trámites burocráticos.
Que
la Verdad lo haga libre y encuentre la felicidad junto con Margaret Contreras.
Muy interesante artículo que ayuda a esclarecer un tema algo complicado, tanto la naturaleza del RC y sus consacracion, como la trayectoria del interesado. Parece ser que él ha hecho el esfuerzo de un discernimiento. Desde hace anyos me preocupa como la organizacion creada por Maciel ha querido desvirtuar los Ejercicios Espirituales de San Ignacion convirtiéndolos en un instrumento de ofuscación y coerción mental, psicológica y espiritual
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