¿Por
qué siguen en la Legión los que siguen? ¿Tiene sentido seguir?
Son
preguntas intrigantes.
Dejando
de lado a los que ya no tienen mayores horizontes en la vida y dejando de lado
a los que se han enquistado en el sistema, los que siguen, ¿por qué siguen?
Muchos
deseaban que lo de Maciel fuera un mal temporal, algo que “apareció” casi de la
nada, como una nube de tormenta que descargó sus aguas y acabó… y que “la vida
siguiera igual” (con la ilusión buena con la que se habían hecho legionarios)… Sin
embargo, después de lo de Maciel se conocieron las mentiras de Corcuera, y después
de él más cosas… escándalos, abusos, clasificación de personas, evasión de
impuestos, falsificación de documentos, etc., etc. El “temporal” sigue allí,
como instalado; ya dura como un diluvio.
Muchos
legionarios recuerdan que Dios puso un arcoíris en el cielo; y prometió no más
diluvios. ¿Acabará algún día la “renovación”? ¿Volverá la vida a ser igual?
¿Podré “trabajar” en mi apostolado en paz?
Llevan
años en reuniones, revisión de las Constituciones, revisión de los Estatutos,
elección de participantes, Asambleas, reunión de la Ratio, ambientes seguros, análisis
de las apostólicas, revisión del proceso de formación inicial, asambleas,
asambleas territoriales, asambleas locales, asambleas por rama, asambleas
generales, etc., etc., etc., etc.
¿Por
qué bregar tanto por organizarse? ¿Por qué?
Hay
una frase de Eduardo Robles-Gil en la Introducción al último boletín semestral[1] de los legionarios que
revela bastante. Dice:
«Y me pregunto a veces con resistencia y
cansancio: ¿Cuánto más me estirará Dios? ¿Cuánto más nos estirará Dios?»
Analicemos:
Los legionarios desde los primeros años han hablado de la acción de Dios de una
forma casi “providencialista”[2]. De hecho, en el
Comunicado del Primer Capítulo General Ordinario, atribuyen a la Legión[3] los textos del
Deuteronomio que se refieren al Pueblo Elegido. ¿Son estas expresiones de
Robles-Gil un reflejo de mentalidad providencialista? ¿o simplemente es la
oración de un alma cansada que no termina de ver el camino?
Por
eso vale la pena preguntar… ¿es Dios el que estira? ¿No será como el diabético
que sigue consumiendo azúcares y reclama a Dios “por haberle mandado esa
enfermedad”?
Para
muchos legionarios, la referencia providencialista a la acción de Dios es
consecuencia de la ausencia de carisma fundante o fontal. Sin embargo, al
parecer no es el caso de esta frase de Eduardo Robles-Gil, cuya expresión se
presenta llena de sinceridad y autenticidad; pero hay otras afirmaciones que parecen
ir en un sentido providencialista.
Muchos
legionarios necesitan referirse a la acción de Dios de un modo casi directo
porque no tienen su acción divina mediada a través de la entrega de un carisma
con un fundador carismático. Les “quitaron” al fundador y andan buscando
“modelos”; referirse a la acción directa de Dios que “dona” un carisma es parte
de una necesidad “fideísta”.
Por
ejemplo, en el otro párrafo, el segundo de la Introducción (al Boletín
Semestral que estamos citando), Robles-Gil afirma: «Qué grande es el carisma
que Dios nuestro Señor nos ha regalado, en el que caben tantas posibilidades de
entrega.». Los legionarios carecen de una experiencia fundante, carecen de un
fundador carismático, carecen de una concreción del carisma, ¿dónde está el
regalo que afirman haber recibido? Es verdad que hay fervor y entusiasmo, hay
buenas intenciones y hay santidad entre algunos miembros del grupo; es evidente
que todos han sido congregados en torno a Jesús y tratan de caminar con la
Iglesia. Pero eso no significa que hayan sido congregados directamente por Dios
ni que Dios haya querido directamente un grupo fundado por un Falso Profeta, o
que Dios les haya regalado directamente algo, etc., etc. Sin embargo, estas cuestiones no son de consideración
cuando hay una mentalidad “providencialista”, cuando Dios es el que actúa
directamente y cuando lo que interesa es afirmar que sí tienen carisma.
Volviendo
a la interrogante de Robles-Gil. Es tremenda porque se presenta muy auténtica.
Manifiesta el cansancio de un alma que no ve y no puede ver un horizonte.
“¿Cuánto
más me estirará Dios? ¿Cuánto más nos estirará Dios?”
Pensemos
en la oración del diabético: ¿Acaso Dios eligió a Marcial Maciel para el
sacerdocio? ¿Acaso Dios le pidió que fundara una Congregación con las
tendencias y heridas que él tenía? ¿No fue expulsado del seminario por los
Superiores y Formadores legítimos? ¿Fue Dios el que mandó “encapsular” a
quienes manifestaban inquietudes? ¿Dios pidió que intentaran extorsionar? ¿fue
Dios el que provocó la “equivocación” en la imprenta para las Constituciones (1983)
y los Estatutos (1994)? ¿Dios indicó que movieran a los abusadores a otros
centros de menores? ¿acaso Dios mandó establecer sociedades off-shore?... por consiguiente ¿es Dios
quien “estira”?
“¿Cuánto
más me estirará Dios? ¿Cuánto más nos estirará Dios?”
En
muchos sigue la esperanza de renovación, de transformación. Pero pueda ser que
se trate de una ilusión alimentada de espejismos; por ejemplo, jamás podrán
borrar el hecho de que fueron fundados por un farsante y criminal. El mismo Robles-Gil
titubea con esa consideración pues en otra comunicación, menciona que quizás
les llevará varias generaciones borrar la “mancha” de pedófilos[4]. Como si pudieran cambiar
no sólo sus orígenes, sino 75 años de abusos y fraudes.
Veamos
la reflexión sobre “Vino nuevo y Odres nuevos” (Mt.9,17) que Eduardo Robles-Gil
presenta en la introducción al Boletín Semestral.
La
analogía parecería muy acertada. El vino nuevo es la renovación y requiere
odres nuevos. Es decir, hay que renovarse personalmente y renovar la
Institución, renovar las formas actuales de organizarse, etc. para recibir la
Renovación (valgan las redundancias). Sin embargo, por más lograda que esté la
analogía, hay un sesgo cognitivo importante (en inglés cognitive biases).
Dice
el texto de Robles-Gil: «Pienso que hoy tenemos
que dejar entrar en nuestra vida el vino nuevo que la Providencia nos da y que
es mejor que el antiguo. Así fue en las bodas de Caná.». La frase en sí
misma es correcta, válida, ortodoxa, aconsejable, etc. Pero en el contexto
usado puede implicar una forma de autoengaño; lo que se conoce como “sesgo
cognitivo motivacional” (motivational
cognitive bias or hot cognitive bias).
El
sesgo cognitivo es una patrón de juicio constante y verificable que se desvía
de la norma racional y puede llegar a distorsionar la percepción de la
realidad. La expresión en inglés tiene más fuerza semántica que su traducción
en castellano wishful thinking; se
traduciría por “ilusiones”. Pero el wishful thinking es más que una ilusión,
porque dicha ilusión condiciona el razonamiento.
La
presencia de este sesgo cognitivo es completamente entendible en el caso de la
mayoría de los legionarios. La misma trayectoria de Eduardo Robles-Gil nos da
una pauta. Actualmente tiene 66 años de edad; se incorporó al 3GM cuando tenía
23. Es decir, ha pasado el 80% de su vida consciente bajo la influencia del
grupo fundado por Maciel. Tantos ejercicios espirituales, tantos retiros
escuchados, tantas pláticas recibidas, tantos triduos de renovación… la
influencia no ha sido algo marginal. Si pensamos que al menos hasta 2006 la
legión se autoconsideraba la esperanza de la Iglesia, es normal que después del
colapso exista un hueco emocional importante, el cual se rellena con
aspiraciones y deseos. Cuando el golpe
emocional es tan fuerte al grado de cimbrar las propias convicciones suele
atravesarse una fase en la que no se tiene espíritu crítico y los juicios
personales vienen determinados más por las aspiraciones.
La
frase de Robles-Gil dice bastante. En el Evangelio el vino nuevo se refiere a
la gracia de la Nueva Alianza y es un don gratuito de Dios en su Hijo.
Robles-Gil usa el signo evangélico y lo transforma en una metáfora que aplica a
la renovación. Hasta aquí, “todo va bien”; incluso la referencia metafórica a
los odres nuevos en la nueva forma de organizarse es aceptable y correcta. El
problema es cuando dice que la renovación es obra de Dios; o mejor dicho, de la
Providencia… sesgo cognitivo. Tanto
se había insistido en que la Legión era obra de Dios y la esperanza de la
Iglesia, que ahora la renovación es obra de la Providencia.
Para
quienes puedan argumentar que la frase está sacada de contexto… sigamos
leyendo. Robles-Gil dice «el camino por
donde la Iglesia nos ha llevado ha hecho que nuestra realidad carismática se purifique
y crezca»… demasiados elementos que muestran un tremendo sesgo cognitivo.
¿Qué
entiende Eduardo Robles-Gil cuando dice “el camino por donde (…) nos ha
llevado”? ¿Las asambleas? ¿la actuación de Velasio? ¿o lo que el Papa Francisco
llama semi-intervención?
¿Qué
entiende por “se purifique y crezca”? ¿no citar al Fundador explícitamente?
¿federarse? ¿cambiar de nombre a las otras ramas y varias cosas?
Y
lo más importante, ¿qué entiende Eduardo Robles-Gil por realidad carismática?
Sigue
el texto de Robles-Gil: «Hay una
continuidad que nos permite ser nosotros, profundiza en la identidad, pero hay
una evolución y un cambio que nos ofrece un nuevo paradigma.»
La
sentencia está muy densa pero básicamente describe la continuidad a pesar de
los cambios.
Dice
el texto “ser nosotros”: a este punto podemos preguntar ¿quiénes son (realmente)
los legionarios?
Continuará…
[1] http://www.regnumchristi.org/sites/dg/wp-content/uploads/sites/13/dlm_uploads/2018/08/Boletin-LC2018-A-V-Vol-1-web.pdf
[2]
Providencialismo es una deformación casi herética de la Providencia Divina. En
el providencialismo, Dios es el sujeto de la historia; mientras que el hombre
y el mundo son sólo un objeto que Dios
maneja. En cambio, la doctrina católica afirma que Dios gobierna al mundo a
través del concurso de las causas segundas (Catecismo nn.306-308)
[3]
CCG I Introducción, Conciencia de cofundadores, Num.6
[4]
Carta a los Directores Territoriales sobre ambientes seguros Prot.DG.3002-2018:
«Es muy probable que tardemos años, tal vez
generaciones, en recuperar el buen nombre y la
confianza perdida»
Mientras la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi no quieran hacer la verdad de su historia, están condenados a repetirla. Hoy, la tarea de hacer la verdad de la historia consiste en rehacer la verdadera historia de Maciel y hacer una investigación teológica - hermenéutica sobre qué carisma plagió Maciel, lo corrompió y lo trasmitió.
ReplyDeleteRobles Gil no conoce a Dios. Yo no creo ni que ni siquiera tenga vocacion sacerdotal. Cuando habla de Dios es como si hablara de su empleado. El hace lo que le da la gana y despues se monta una historia providencialista que lo justifique. Es como el borracho que beve y despues dice que Dios le manda dolores de cabeza. Haga pentencia, reconozca los pecados de su Congregacion y resarza los daos causasdos. Ponga Dios antes que al becerro de oro y asi habra comenzado la tenovacion. El no entendera las palabras anteriores, pues como su fundador no tiene ningun espiru religioso. Yo ya dije un dia que Robles Gil es un infiltrado, a otros kes enganara pero a mi no.
ReplyDeleteEmilio, no tengo el gusto de conocerte, pero las afirmaciones que haces, dan pena, ya que son afirmaciones sin fundamentos. No te equivoques, los pecados no son de la congregación, los pecados son de la persona. Y espero no seas católico, porque lo que dices es no solo una difamación, sino tambien es juzgar que va encontra de todo lo que dice Dios. Y si no me crees, porfavor lee tu biblia.
DeleteYo no soy legionario, pero tus palabras no representan nada bueno, ni mucho menos una critica constructiva, al igual que tus ejemplos (penosos porcierto) creía había madurez en el comentario de una persona adulta. No soy nadie para juzgarte, pero definitivamente tienes que fundamentar más tus comentarios. Saludos y hay que conocer para criticar, ojala estés libre de pecado, porque estas tirando pedradas muy fuertes.
Existen los pecados sociales... Ciertamente el pecado es personal, pero en ciertos casos se puede hablar de pecado colectivo. La cantidad de daño que ha ocasionado la Congregación iniciada por Marcial Maciel permite hablar de pecado institucional, ten en cuenta que muchos de los crímenes no son sólo de personas individuales, sino que es algo institucional: ejemplo la extorsión a los papás de las víctimas de abuso sexual en la Apostólica de Italia, el desvío de recursos, etc.
DeleteRecuerdan aquel texto de Pablo, en el que dice que Dios no tienta a nadie, son sus propias pasiones las que le tientan. Del mismo modo podemos decir que Dios no estira a nadie, son las incompetencias de cada ino las que le estiran. No se que hace ahi Robles Gil que se vaya y abandone el sacerdocio porque no es lo suyo. MM era un falso profeta pero no podemos cometer el inmenso error de pensar que era el UNICO
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