Wednesday, February 5, 2020

Los Capítulos Generales con Marcial Maciel (II)

¡Venga tu Reino!

LaRed
«Donde hay caridad y amor, ahí está Dios»


LaRed, 23 de enero de 2005


Los Capítulos Generales de la Legión (II)
II Capítulo General Ordinario (1992)
En 1992, la Legión había superado ya el medio siglo de historia. Con el Segundo Capítulo General Ordinario se dispuso a hacer el balance de los esfuerzos realizados hasta entonces. Si la fase anterior se había caracterizado por la institucionalización, la que entonces se abría se ha distinguido por el crecimiento apostólico.   

Roma, sede la dirección general en Via Aurelia 677, noviembre 1992.
Como marca el número 431 § 1 de nuestras Constituciones,
antes de empezar los trabajos del Capítulo,
los Padres Capitulares hacen ejercicios espirituales.
Los dirige el P. Rafael Arumí, L.C., procurador general de la Legión.
De nuevo, el Capítulo tuvo lugar en la sede de la dirección general en Vía Aurelia 677, Roma. Las reuniones de los Padres Capitulares empezaron el 23 de noviembre.

Terminados los ejercicios, los Padres Capitulares
renovaron sus promesas bautismales
Al día siguiente, Nuestro Padre fue elegido unánimemente director general por tercera vez consecutiva, al igual que en los Capítulos de 1968-69 y de 1980. En sus palabras de aquel día, pidió a los legionarios que lo acompañaran en su misión:
«Ahora, solamente quisiera pedirles que, al reflexionar en este trecho que todavía me queda para terminar la subida al monte, recordaran el pasaje de Cristo en su último trecho, también hacia el Monte Calvario, y quisiera que, así como ustedes, respondiendo a la voluntad de Dios, me han elegido para seguir al frente de la Legión, así también se comprometiesen a acompañarme en este último trecho, como cireneos, ayudándome a llevar la cruz».      
Las labores del capítulo se prolongaron hasta el 18 de diciembre y ese mismo día los Padres Capitulares fueron recibidos en audiencia privada por el Santo Padre. En su discurso a los miembros del Capítulo, el Papa Juan Pablo II se detuvo en la «misión apostólica, dinámica y ardiente» de nuestra congregación, manifestando el gran aprecio de la Iglesia por nuestras obras de apostolado.  

Aula del Trono en el Palacio Apostólico Vaticano, 18 de diciembre de 1992.
El Papa Juan Pablo II recibe en audiencia privada a los Padres Capitulares.
En su discurso, exhorta a los legionarios a extender el Reino de Cristo
«en el corazón de los hombres, vuestros hermanos y  hermanas».
En un rato de conversación, después del discurso, el Papa habló en particular a Nuestro Padre de la situación en Europa, encomendándole que la Legión colaborara en la reconquista de este continente para Cristo.  

El Papa Juan Pablo II, después de la audiencia con los padres capitulares
transmite a Nuestro Padre la consigna
de la reevangelización de Europa
Al terminar el Capítulo, durante la misa en acción de gracias en el centro de estudios superiores de Vía Aurelia Antica 460, Nuestro Padre refirió a la comunidad las palabras del Papa y exhortó a los legionarios a «tomar con mucho amor, con mucha sinceridad esta nueva consigna del Vicario de Cristo, cuya realización requería, ante todo, de la propia conversión personal».

Centro de estudios de Roma, 19 de diciembre de 1992.
Nuestro Padre preside la Celebración Eucarística
de acción de gracias por la conclusión
del Segundo Capítulo General Ordinario
El Comunicado capitular sintetizó el reto apostólico de la Legión de Cristo para los siguientes doce años con la expresión: «La hora del Regnum Christi ha llegado» (CCG2 nº 522).
El crecimiento de la Legión y del Movimiento durante estos años ha sido evidente tanto en extensión, llegando a nuevas naciones, como en profundidad, estableciendo nuevas obras apostólicas. Se han establecido nuevos territorios, han nacido grandes centros de formación, hemos multiplicado nuestros centros educativos en todos los niveles y el Santo Padre nos ha confiado la institución más representativa de la Santa Sede en Tierra Santa.
Precisamente al término de este período, el Regnum Christi ha recibido la aprobación pontificia de sus Estatutos. Con ello, el Vicario de Jesucristo ha querido garantizar públicamente que nuestro Movimiento, tal como viene descrito en los Estatutos, es una obra querida por Dios para el bien de la Iglesia, sacramento de salvación. Para que siga desarrollándose al ritmo y con la incisividad que Dios quiere, contamos con el ECYD, obra en la que nos jugamos su futuro.
En estos días del año dedicado a Cristo Eucaristía, unámonos todos en oración en torno a Nuestro Padre y a los Padres Capitulares para que el Espíritu Santo les descubra cuál es la parte que nos toca poner en los próximos años para que se realice su plan sobre la Legión.     
Nota: Agradecemos al Archivo Histórico General la preparación de este artículo

No comments:

Post a Comment