En la Iglesia, toda renovación pasa por la pobreza. De cara al Capítulo General hay mucho nerviosismo entre las Consagradas. Este artículo, largo, analiza brevemente el camino de la pobreza
En una reflexión anterior, el equipo de Veritas analizó si la Congregación fundada por Marcial Maciel podía llamarse “obra de Dios”. El razonamiento es contundente. Dios no suscita un Falso Profeta para llamar seguidores.
Sin
embargo, la obra cuenta con muchos adeptos de buena voluntad y sincero espíritu
cristiano, por eso la Santa Sede decidió preservarla para que los “jóvenes no
caigan en el vacío” (parafraseando al Papa Benedicto XVI).
Jesús pobre, con los pobres |
Continuar
con la obra de un Falso Profeta genera muchos problemas. Por eso a partir de
que la Santa Sede reconoció que el Fundador de los legionarios y/o el Regnum
Christi era un hombre carente de espíritu religioso se han intentado muchas
explicaciones para acomodar la transmisión de un carisma a través de un Falso
Profeta.
- Fue sólo un transmisor, como el agua limpia pasa por un tubo oxidado
- De inicio era auténtico, pero se deformó por debilidad
- Fue sólo el iniciador
- Los que han permanecido fieles son los verdaderos depositarios del carisma
- Un carisma no se puede encerrar en una frase, es toda una vivencia, etc.
Pese
a todas las explicaciones y al difundido y continuo uso del tema del carisma, en
realidad, nunca se ha hecho una teología del carisma o de la fundación. ¿Hace
falta?
El
daño más grande que puede hacerse a la Congregación de los Legionarios y a las
Sociedades de Vida Apostólica de Consagrados y Consagradas del RC es mostrar la
verdad. No es que ellos la oculten o que sigan con el esquema de su Fundador
(de mentir y engañar), sino que simplemente no la afrontan.
La
verdad debilita a los legionarios y a los consagrados porque muestra falta
de autenticidad.
Pobreza según
quién…
Las normas y Constituciones de de los legionarios y su derivación en los Consagrados y Consagrados tienen doctrina clara: "Los legionarios den testimonio de pobreza y austeridad evangélicas (...)" CLC edición 2014 # 25. Pero en la obra de Maciel siempre una cosa ha sido lo escrito y otra la vivencia.
Las normas y Constituciones de de los legionarios y su derivación en los Consagrados y Consagrados tienen doctrina clara: "Los legionarios den testimonio de pobreza y austeridad evangélicas (...)" CLC edición 2014 # 25. Pero en la obra de Maciel siempre una cosa ha sido lo escrito y otra la vivencia.
No
existe una regla matemática para determinar qué implica ser pobre
(religiosamente hablando). Tampoco se trata de una consideración prudencial.
¿Puede una comunidad religiosa ser pobre teniendo un nivel socioeconómico muy
superior a las demás comunidades? ¿se trata de pobreza sólo espiritual? ¿qué es
lo que determina que un modo de vestir, de comer, de trasportarse, de vivir sea
pobre y otro no? ¿el uso del tiempo? ¿por qué algunas formas de entender la
pobreza son consideradas por la Iglesia como desviaciones y exageraciones y
otras no? ¿cuál es el criterio?
La
vivencia de la pobreza emana del carisma; y si el carisma es auténtico, la
pobreza será también inspirada por el Espíritu. Un grupo que no tiene carisma o
que tiene un sucedáneo de carisma, como diría el Papa Francisco: un carisma
humano, evidentemente mostrará muchos signos de incongruencia en la vivencia de
su pobreza.
Cuando
el carisma determina e ilumina todos los aspectos de una vida religiosa no lo
hace como una serie de límites, parámetros, normas y reglamentos, sino como un
ideal que orienta e informa desde el interior la vivencia de cada aspecto.
En
la historia de la Legión, la pobreza tiene 3 etapas, podríamos decir:
- Desde la Fundación hasta el primer año del Instituto Irlandés. En esta etapa el sostenimiento de la obra depende completamente de donaciones.
- Desde los primeros ingresos económicos de los centros educativos hasta el nombramiento de Velasio de Paolis. En esta etapa la obra se sostiene principalmente de los centros educativos de México y se usan los donativos para la expansión de la obra. Sin contar el tremendo desvío de fondos de parte del Fundador.
- Con Velasio de Paolis inicia una etapa de “renovación”; cae la recaudación por donativos debido al impacto en la imagen de la Congregación y se inicia con la venta de algunos inmuebles innecesarios.
La
primera etapa en realidad es la que marca la pauta y el estilo del resto de la
vida en la Congregación. Si la pobreza como se vive y se aprende del Fundador
es auténtica, el resto será auténtico.
La pobreza en la
transmisión del “carisma”
La
pobreza en los primeros años de vida de la Congregación era relativamente fácil
de vivir; éramos Misioneros del Sagrado Corazón y pasábamos muchas estrecheces
propias de una economía sin ingresos, sólo donativos. La pobreza material
estaba presente en casa, vestido, comida y distracciones. Había mucha motivación
y la situación no se veía de ninguna manera como algo excepcional; éramos religiosos
que habían optado por seguir a Jesús, que no tenía una piedra para reclinar la
cabeza.
Sin
embargo, de vez en vez el Fundador sorprendía a la comunidad con algún gusto
que iba más allá de la pobreza. Aquello siempre supuso una alegría, sobre todo
porque era principalmente en el descanso cuando había más indulgencias. Un
paseo o unas vacaciones se transformaban completamente si se contaba con la
presencia del Fundador. El Fundador no escatimaba, así se nos decía.
Cuando
se mira la pobreza en retrospectiva, el
Fundador, lejos de trasmitir un carisma fue corrompiendo los criterios de los
religiosos. La pobreza era estricta; pero había momento de “descanso”. Y poco a
poco el Fundador fue salpicando de excepciones la vivencia de la pobreza. Al
final, la pobreza consistía en pedir el jabón y la crema para peinarse al
superior; el resto podía ser conseguido por “donativos” siempre que el superior
estuviera contento con las aportaciones a la Congregación.
En
cuanto al estilo del Fundador, lo más evidente fue la elección y uso del
transporte; pero también la ropa, los lugares de vacaciones, el tipo de comida
y los aparatos para registrar y ver programas de televisión entre otras cosas.
Si
Marcial Maciel fue un transmisor del carisma, ¿cómo se explican sus faltas a la
pobreza? Y nos referimos a la vida ordinaria y no a los excesos con que vivía
en lo secreto.
Si
el carisma no vino a través de Maciel, sino de los cofundadores, ¿cómo se
explica el estilo de vida en la horma del Fundador (repetimos, en lo ordinario
y no en los excesos)? ¿por qué algunos legionarios al viajar se hospedan en
hoteles o exigen primera clase? Esto se sigue dando (en menor cantidad) hasta
el día de hoy; por ejemplo, en los viajes a Tierra Santa (fuera de Jerusalén),
los legionarios se hospedan en hoteles y no en casas religiosas.
La pobreza en lo
ordinario
La
pobreza siempre es un signo muy poderoso de autenticidad religiosa. El
religioso pobre lo es por convicción y en todos los aspectos de su vida.
Siempre
ha resultado grotesco para el Pueblo de Dios, ver que un fraile saca de la
bolsa de su raído hábito un iphone de última generación… aunque lo haya
recibido de regalo. La gente se fija… que tal fraile en lugar de sandalias usa
zapatos; lo pueden entender y justificar tratándose del frío. Pero si son zapatos
de una marca de lujo, aunque sean regalados o adquiridos con descuento,
contradicen el signo de la pobreza.
La
pobreza religiosa, duele. Siempre duele. Es parte del don de uno mismo.
En
la Legión y entre los Consagrados de la Federación RC (que ahora ya tienen
votos religiosos), la pobreza está falseada de raíz. Las manifestaciones de
esto son muchas y muy variadas y tiene que ver con el origen o trasmisión de su
“carisma”.
El
Fundador justificaba los coches que usaba con la misión; así, los legionarios y
consagrados de hoy justifican ciertos medios con la misión. Como si la
predicación del Evangelio necesitara palabras persuasivas de humana sabiduría
(1Co.2,4). Pero no sólo justifican ciertos medios con la misión, sino que
incluso adquieren y consiguen medios de lujo, por ejemplo el uso de ordenadores
portátiles de marca Apple.
Legionario en Asamblea con su MacBook |
Consagradas en Asamblea con sus MacBooks |
En
cuanto a las comidas, por ejemplo durante las Fiestas o Solemnidades. Hay
lugares donde los adeptos a la Federación RC, se organizan para llevar la
comida a las comunidades en las fiestas. La mayoría de los legionarios y consagrados
ven esto como algo normal, algunos hasta reclaman si las porciones fueron
insuficientes, si no llegó a tiempo o si no fue suficientemente espléndida, por
no decir refinada. Después de la comida (o banquete) un encargado preparará una
cartita de agradecimiento que firmará el superior o todos los miembros de la
comunidad dependiendo del “nivel” de quienes regalaron la comida.
Si
a una religiosa de las Misioneras de la Caridad le regalan algo que no va con
la pobreza, inmediatamente lo rechaza sin complicaciones o sofismas de que el
donante se ofenderá.
En
el caso de los legionarios, no sólo no lo rechazan, sino que ni siquiera
consideran que es algo contrario a la pobreza religiosa, por ejemplo el consumo
de vinos refinados o de jamones especiales. Es tal la deformación de conciencia
que ha habido religiosos que comparan o compiten a ver qué comunidad consigue
más o mejores viandas. Un ejemplo de esto son las campañas que han circulado en
redes sociales para pedir dulces de navidad para los centros de formación
legionarios. Por ejemplo el “turrotón”.
Al
ser cuestionado sobre el valor de una botella de vino que habían consumido en
la comunidad, un legionario respondió, “¿acaso soy menos pobre por tomar ese
vino?”
Fue
el Fundador quien introdujo los gustos refinados en las comidas durante las
fiestas. Con el paso del tiempo y el contacto con ambientes socioeconómicos
privilegiados, el permiso pasó a ser norma.
La pobreza
proporcionalista
Una
forma errónea de entender la pobreza es cuando se establece el “grado” de
pobreza usando el nivel socioeconómico de la sociedad en la que se está inserto.
Esto es una forma de proporcionalismo.
Algunos
religiosos (y no sólo los legionarios) consideran que viven la pobreza porque
el artículo que usan es inferior o ligeramente inferior al que usan las
personas del entorno socioeconómico en que se desenvuelven. Es decir,
establecen una relación mental y en su conciencia la proporción les acredita
como pobres que viven un voto de pobreza.
No
es raro escuchar entre los legionarios, incluso de los mayores que tal o cual
instrumento se necesita por el tipo de gente con el que trata. Por ejemplo, la
tela del traje tiene que ser de este tipo de casimir y no de otro… por el tipo
de personas con el que trata o el puesto que desempeña. Tal convicción es un
signo de pobreza proporcionalista.
Es
fácil entender que no se es más distinguido y limpio por usar una calidad de
casimir en lugar de otra; entonces algunos lo justifican diciendo que es más
económico a la larga. Para estos religiosos, la pobreza no es una vivencia,
sino un esquema económico.
Si
es relativamente fácil entender cuándo se trata de una falsa pobreza hablando
del vestido, no lo es cuando se trata de la vivienda. En el caso del vestido,
la opción por la pobreza o el sofisma proporcionalista son del religioso y/o de
su superior directo; pero en el caso de la vivienda, la opción es de la
Congregación.
Todas
las comunidades de los legionarios se encuentran establecidas en zonas
socioeconómicamente privilegiadas. Alguno puede decir que no es más pobre o
menos pobre porque viva en otro lugar… sin embargo, la pobreza deja de ser un
signo auténtico.
Sobre
el tema de las casas en la que habitan los religiosos legionarios, hace un
tiempo fue publicada en Legioleaks una lista de “cultivo de bienhechores”.
Además de que las personas estaban categorizadas por niveles, cada uno de los “cultivados”
tenía un objetivo; es decir, se había fijado una cantidad a obtener de esa
persona para determinado proyecto. Algunos de los proyectos eran “la casa de la
comunidad” o “la casa de las consagradas”. Los montos económicos para “la casa
de los padres” o de las consagradas no tenían nada de “pobres”, al contrario.
Con el monto a “conseguir” para la casa de las Consagradas en determinada
ciudad, se podrían haber construido 10 ó 12 casas de clase media (10 ó 12 con
capacidad para 4 personas; porque alguno hizo el cálculo en su lógica
proporcionalista diciendo que la casa de las Consagradas costaba más porque era
más grande porque vivían más personas; es decir, 20 ó 25).
En
el tema de la vivienda, también fue motivo de escándalo en Legioleaks, que en
Monterrey los religiosos en tiempo de calor dormían con cobertor debido a la
intensidad del aire acondicionado. La justificación que se da a semejante lujo
es la misión… los religiosos tienen que estar descansados para poder rendir
mejor… ¿Y el signo de la pobreza?
Uno
de los religiosos se justificó diciendo que él no podía controlar el aire
acondicionado pues era de la casa; es decir, esta opción por la “pobreza” era
de la Congregación y no de la persona.
El desclasamiento
En
la vida religiosa no se tiene clase social; se es pobre y ya. Cuando aparecen
las clases sociales es evidente que allí no hay pobreza religiosa o la pobreza
está falseada.
Entre
los legionarios hay dos fenómenos vinculados a este concepto: la clase social
interna y el desclasamiento externo. Ambos fenómenos se pueden rastrear hasta su
origen en el mismo Fundador.
La
existencia de ciertas clases sociales al interno de la Congregación inició
desde Marcial Maciel, quien desde el inicio privilegió a unos sobre otros
(excluyendo aquí el tema de los favores sexuales). Los testimonios y hechos son
múltiples y muy variados: tipo de permisos, nivel o lugar de atención médica,
puestos ocupados, facilidad para progresar en algunos itinerarios, vehículos de
trasporte, oficios, etc., etc., etc.
El
desclasamiento externo se verifica cuando una persona de un estrato
socioeconómico inferior, vive como religioso exigiendo tácita o explícitamente
un nivel superior. Los ejemplos no son tantos, pero son constantes en todas las
generaciones de religiosos legionarios.
Si
tomamos como referencia el país donde más arraigados se encuentran, México,
podemos constatar que los legionarios viven en zonas no sólo no pobres ni de
clase media, ni de clase media alta, sino en las zonas económicamente más
privilegiadas. Los medios de trasporte que los legionarios usan en México, corresponden
al segmento económicamente superior; de hecho son excepciones rarísimas los
legionarios que usan el trasporte público ordinariamente.
Uno
de los síntomas más claros de una falsa pobreza es el “desclasamiento”.
Siguiendo con el ejemplo de México; la mayoría de los legionarios (o
consagrados y consagradas) que proceden de España, viven en México en un nivel
socioeconómico superior al de su origen…. Y ello viviendo “pobremente”.
Un
ejemplo claro de un legionario envuelto en ambos fenómenos es John Devlin, el
antiguo secretario de Marcial Maciel. Devlin en múltiples ocasiones se ha
vanagloriado de ser de una elite al interno de la Congregación. Del mismo modo,
es evidente que su origen socioeconómico es inferior a su modo actual de vivir.
Como el caso de Devlin, se puede mencionar Eloy Bedia, Cipriano Sánchez y
muchos otros (principalmente los que viven o han vivido en México).
Los signos del
descanso
El
adagio dice que en la mesa y en el juego se conoce al hombre. ¿Cómo descansan o
festejan los legionarios (y consagrados)? ¿se manifiesta en ello la pobreza
religiosa?
La
mayoría de los legionarios (y consagrados RC) consideran que si fue “gratis”
corresponde a la pobreza. En su ingenuidad (o deformación de conciencia), no
alcanzan a ver que nada es gratis y que alguien pagó por ello. El hecho de que
descansen en una lujosa casa a orillas del mar en una playa semi-exclusiva (en
México todas las playas son públicas), que les ha sido “prestada”, no por el
hecho de ser prestada deja de ser un lujo. Si además consideramos que los
legionarios se organizan para pedir las casas y hay una cierta coordinación para
ello… es decir, no se trata de algo que recibieron gratuita y espontáneamente,
sino que se trató de una opción querida y buscada, avalada institucionalmente.
Es decir forma parte de lo que en la Legión se entiende dentro de la vivencia
de la pobreza.
El
hecho causa escándalo. Las formas de descanso de los legionarios causan
escándalo porque para la gente común, porque aquello es un lujo. El escándalo
es un síntoma muy claro de que algo no está bien.
Ante
múltiples reacciones, críticas y escándalo en las redes sociales por
fotografías que publicaban algunos legionarios de sus vacaciones o su descanso,
el Superior General, Eduardo Robles Gil escribió una carta sobre la vivencia de
la pobreza (carta del 18 de julio de 2016). En ella dice textualmente «si en alguna ocasión estamos en algún lugar
lujoso que nos prestan, hemos de ser ponderados y discretos». Es decir,
asume que los religiosos van a usar cosas o lugares lujosos. Es más, asume que
«las personas que se pueden escandalizar
si compartimos algunas fotografías fuera de contexto».
Es
decir, en algunas ocasiones los legionarios pueden escandalizar con su vida
porque su pobreza está falseada. El mismo Superior General de los legionarios
reconoce que las personas se pueden escandalizar porque sabe que hay aspectos
de la vivencia que no van con un religioso… de lo contrario no tendrían por qué
ocultarlo “para no escandalizar”.
La
carta del 18 de julio de 2018 ha salido en otras ocasiones en las redes
sociales, principalmente en Legioleaks. Quizás no se le ha prestado la debida
atención y no se tiene en cuenta la trascendencia o el calibre del tema: El
Superior General es consciente que la vivencia de la pobreza de los religiosos
causa escándalo y exhorta a no publicarlo.
¡¡El
Superior General está exhortando a ocultar aspectos de su vida porque las personas que se pueden escandalizar!!
¿Forma esto parte del carisma?
El carisma del
Fundador
Vacaciones |
Con
el signo evangélico de la pobreza es posible constatar que algo no está bien en
la comunidad fundada por el Falso Profeta, Marcial Maciel. No hay autenticidad
evangélica o hay muchas incongruencias en la vivencia de los votos. ¿será
porque el carisma procede del Fundador?