El
19 de abril de 2018 los participantes seleccionados de la Asamblea del RC publicaron
un texto cuyo título hacía referencia a la Reconciliación. El “mensaje” consta
de 10 puntos y una breve introducción. No es un comunicado. Está dirigido a los
miembros del Movimiento, no a las víctimas, no a la opinión pública.
La
prensa y las redes sociales interpretaron este mensaje como parte de la
respuesta a las Víctimas de las Institución (los llamados “8 Magníficos” y
muchos otros anónimos). Sin embargo no es así. El tema del daño causado no
aparece en el texto; las víctimas no se mencionan, ni los 8 Magníficos ni las
demás víctimas.
¿Por
qué entonces un documento sobre reconciliación y comunión?
Muy
sencillo: hay muchas 3GFs (principalmente) muy inquietas y hay tensiones al
interno del Movimiento. Recordemos por ejemplo que hace tiempo un grupo de
ellas había manifestado inquietudes por la vida contemplativa. La iniciativa
fue cortada de tajo y se les dijo que debían realizar su vocación en el
Movimiento (en lugar de orientarlas a buscar la vida contemplativa si a eso les
llamaba Dios, como correspondería en un lugar donde hay libertad de espíritu).
Algo semejante ocurre ahora con el “tema” de la Federación.
Vayamos
al texto…
Introducen
el mensaje hablando de la comunión y los retos que ésta implica. Llama la
atención que se hable de la comunión como un proceso “doloroso”. En primer
lugar porque todo lo que habían publicado hasta el momento era sintonía total,
comunión de alegría, cor unum, etc.,
etc. Si la comunión es un proceso doloroso, quiere decir que está iniciando y que
no existía tal comunión, al menos no como decía su propaganda; ello implica,
por tanto, que las afirmaciones previas o eran falsas o eran exageradas. Hayan sido
falsas o exageradas, ¿qué garantiza que no vuelvan a mentir o engañar?
El
aspecto “doloroso” de la comunión se explicita un poco más en los siguientes números
del mensaje. En el número 3 explícitamente mencionan heridas entre personas,
equipos y ramas. Analicemos un poco esto.
Las
heridas entre personas son algo normal y propio de la condición humana caída;
es algo que se da incluso entre los que se aman (por ejemplo los esposos). No
tendría nada de extraordinario a no ser que se tratara de heridas específicas,
por ejemplo como cuando el Vicario General faltaba a la caridad en nombre de su
Autoridad; o cuando un Director Territorial humilla a determinada 3GF por el
“bien” del apostolado (hay múltiples testimonios de ambos casos).
Se
habla de heridas entre equipos (el equivalente a comunidad entre los miembros
del Tercer Grado) y heridas entre “Ramas”. Tanto los equipos como las ramas, se
refieren a fricciones entre los legionarios y las Señoritas del Tercer Grado
(3GF). Estos hechos no se han dado entre los varones (3GM) porque hasta hace
muy poco han estado asimilados en comunidades legionarias casi como “Hermanos
Legos”.
Las heridas entre “Ramas” y Equipos, las llevan las 3GFs; los legionarios generalmente “no se enteran”. Dice el texto «nos hemos hecho más conscientes de las heridas que, sin mala intención, nos hemos provocado unos a otros».
Las heridas entre “Ramas” y Equipos, las llevan las 3GFs; los legionarios generalmente “no se enteran”. Dice el texto «nos hemos hecho más conscientes de las heridas que, sin mala intención, nos hemos provocado unos a otros».
Las
causas de estas heridas pueden ser variadas, pero en general son estos los
motivos:
- Menosprecio de la actividad de las 3GFs
- Conflicto por algún inmueble (casa de apostolado o de residencia)
- Desplazamiento de las 3GFs por “falta de capacidad” en el apostolado.
- Relegación a puestos no directivos
- Menosprecio del nivel formativo y cultural de las 3GFs
Hay
una frase muy elocuente en el texto del No.3; dice «Ponernos de pie después de
la crisis vivida, (…) ha implicado mucho esfuerzo». El significado de esta
afirmación se destaca más como contraluz ante la negativa de tantos legionarios
“aquí no ha pasado nada” (Jorge Cortés), “la vida sigue igual” (Andreas Schöggl),
“lo mejor está por venir” (Charles Sikorsky) “las aguas vuelven a su cause”
(Alberto Simán), etc., etc. Ponerse de pie, implica que se ha estado caído.
¿Cuántos legionarios y 3G son capaces de reconocer que han estado caídos,
tirados, derrotados…?
Dice
el texto «la crisis vivida». Vivida es participio pasado; es decir, ya la
vivieron, ya pasó. ¿Es así? ¿No continúa, aunque a goteo, la sangría? ¿no sigue
pendiente el tema del daño causado y las víctimas? ¿han clarificado el
carisma?, etc., etc.
Ponerse
de pie, supone mucho esfuerzo… Muchos legionarios no se han dado cuenta que
requieren “levantarse”. La Legión y el Movimiento no han podido aún ponerse de
pie, los números siguen mermando y ya comienzan a ocultar las estadísticas,
como ocurría en los años de Maciel.
Número
4
Ante
semejantes heridas, ante la “caída” y
subsiguiente necesidad de levantarse es necesario, dice el texto: «Hoy nos
reconocemos necesitados de pedir perdón y de perdonar».
Frase
valiente, llena de sabiduría y de humildad, muy significativa viniendo de la
Legión y del Movimiento… sin embargo todo el valor que implica reconocer “la
necesidad de perdón” se devalúa completamente a causa del “objeto de
misericordia”. Recordemos que la opinión pública entendió que el “mensaje” era
parte de la respuesta a las víctimas; sin embargo vemos que no es así. Dice el
texto (citamos textualmente para conservar el contexto de modo que se vea con
claridad que no hay tergiversación ni manipulación de lo que se dice).
«Hoy
nos reconocemos necesitados de pedir perdón y de perdonar, para reconciliarnos
con nuestra propia historia y entre nosotros, y así poder seguir caminando
unidos en la realización de la misión a la que estamos llamados».
Am I missing
something?
El
Mensaje de los Miembros de la Asamblea (LCs,3GFs y 3GMs) reconoce la necesidad
de “reconciliarse con la historia” y “entre ellos”. ¿Qué significa
reconciliarse con la propia historia? El tema merece todo un ensayo (que
afrontaremos en otra entrega)…
Cualquier
persona con “inteligencia más que mediana” entenderá que las víctimas no son
ellos, ni entre ellos; sin embargo hablan de reconciliación, pero con un
alcance que no va más allá. ¿Qué no deberían reconciliarse ante todo con aquellos a quienes han DAÑADO? Pero no... Los legionarios y miembros del Movimiento son como
una viruta, volcados sobre sí mismos.
Número
5
En
sí mismo, es un número con una redacción hermosa, sabia y profunda: el perdón
como don de Dios, el reconocimiento de las heridas y del daño causado. Pero al
igual que el número anterior, es como una campana sin badajo o como un platillo
ruidoso (1Cor.13) porque los Miembros de la Asamblea refieren todo esto a sí
mismos y para sí mismos.
¿Cómo
pueden reconocer las heridas que han causado si no salen de sí mismos? ¿cómo
pueden perdonar con una voluntad de no saber?
El
número 6 nos indica que estas valoraciones son correctas, pues textualmente
afirman que las heridas son causadas por no aceptarse entre ellos, por no
aceptar a la otra rama (principalmente hablando de las 3GFs).
Hablan
de la caridad, pero al igual que la reconciliación, se trata de una caridad
volcada sobre ellos mismos, como una viruta. Dicen textualmente: «Reconocemos que
hemos cuidado menos la caridad, tan característica de los miembros del Movimiento».
Luego señalan que las faltas de caridad son por comentarios negativos, como
cuando las 3GFs te dicen: “no es por faltar a la caridad, pero fíjate que el
padre…”, o como cuando los legionarios hablan de las 3GFs como unas mantenidas,
etc.,
Los
siguientes números (especialmente 7 y 8) reiteran en lo mismo: caridad y
reconciliación en el Movimiento, custodiar la unidad y la comunión en el
Movimiento. Eliminar los focos de tensión en los territorios, etc., etc.
Parece
que nunca les llegó ninguna información sobre las víctimas que han generado. Si
queremos dejar las víctimas de Maciel y de los Legionarios al Capítulo General,
podemos ver la cantidad de víctimas que dejó Red Misión o Grupo Integer; son
víctimas del RC, personas y familias dañadas por el fervor mesiánico de un
grupúsculo contagiado con las ideas de Marcial Maciel.
Una
cosa es cierta, el mensaje de la Asamblea sobre la comunión y la reconciliación
es una ventana que muestra el resquebrajamiento interior del grupo. No
encontrarán cohesión, ni comunión mientras sigan despreciando la caridad.