Hace poco más de mes la Federación del Regnum Christi publicó un YouTube[1] con testimonios del grupo de señores en la Ciudad de México. Es el video del 50 aniversario de la sección de señores en México. La acción de Dios es evidente. Dos y hasta tres generaciones de varones se han enriquecido con la formación, la espiritualidad y el compañerismo.
En el video hablan Pepe Carredano (adherido en 1973), Coco González (adherido en 1974) y el hijo de Francisco Laguardia. Testimonian que desde el inicio se sintieron muy “a gusto”[2], cautivados por la “misión del Movimiento” y contentos con la red de amistades que formaban allí. También habla Guillermo Narro representando al grupo de jóvenes y menciona desde luego el tema aspiracional.
El testimonio de uno de ellos dice[3]: «el Movimiento (sic) su misión principal no es hacer apostolado, es formar apóstoles».
La frase va con la línea editorial más reciente donde continuamente se menciona el “don del carisma que hemos recibido de Dios”, “la misión que Dios nos ha dado” y la “formación de apóstoles”. ¿Es ahora distinta la misión a la de antes? ¿a qué tipo de misión se refieren? ¿por qué ha cambiado?
El concepto de misión
Misión se refiere a una tarea que debe cumplir la persona enviada (missio); en este sentido, la misión no se la da alguien a sí mismo porque no sería un enviado. Por otro lado, actualmente en marketing la palabra “misión” se usa para indicar el propósito de un comercio o empresa; y la “visión” es el objetivo que busca alcanzar. A menudo se presentan como “misión” y “visión”; se trata de algo que brota de la reflexión interna de acuerdo con su estrategia de negocio.
Dependiendo del origen de la misión se tratará de una misión en sentido estricto o en un objetivo de marketing.
Entonces, afirmar que la misión del RC no es hacer apostolado sino formar apóstoles, ¿brota de una reflexión interna o es una tarea establecida por Alguien (con mayúscula)?
La respuesta a esta pregunta nos devuelve al punto de partida: ¿Dios suscitó la Congregación por medio del Fundador y le mandó formar apóstoles? ¿o la misión es fruto de la reflexión al interno del grupo?
Señores de "Monte Blanco" adheridos al grupo de Maciel Imágenes tomadas del video conmemorativo |
La misión en los orígenes
En 1945 el Fundador expone[4] formalmente que el fin de la obra es propagar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, así fue ratificado[5] por su obispo Rafael González Arias en 1946 añadiendo como medios las “misiones populares”, la promoción de vocaciones eclesiásticas y la colaboración con la Acción Católica[6]. Posteriormente el Papa Pablo VI en el Decretum Laudis estableció como fin del instituto la instauración del reinado de Jesucristo mediante el apostolado y la difusión de la doctrina católica.
Por tanto, es claro que en los orígenes nunca se habló de la formación de apóstoles como una misión específica o como fin de la Congregación.
La misión después de la expansión de apostolados
Al inicio de la expansión de la actividad de los legionarios, en los años 70s, surgía la pregunta acerca del carisma específico. Para los que trabajaban en colegio decían que la educación, otros que la familia; varios argumentaban que no se excluía forma de apostolado mientras se buscara la acción más eficaz de vértice a base. Oficialmente[7] se decía que su misión era extender el Reino de Cristo en colaboración con los obispos.
En agosto del año 2001 en la península de Termini durante unas “questions”[8] improvisadas, Maciel respondió que el carisma de la Congregación era la caridad.
El tema inquietó a Evaristo Sada; era la primera vez que el Fundador declaraba directa y explícitamente cuál era el carisma. Por ello organizó una sesión de preguntas el 12 de agosto de 2001 (tres días después) para afrontar el tema. Allí Maciel dijo que el carisma era la contemplación del misterio de la Encarnación… y señaló que él lo había dicho desde el inicio.
A partir de lo anterior en el Capítulo General de 2005 los legionarios declararon que «el carisma específico de la Legión (es): “conocer, vivir y predicar el mandamiento del amor que Jesucristo Redentor vino a traernos por su Encarnación”»[9].
Los legionarios que participaron en ese Capítulo General sólo parafrasearon textos atribuidos a Maciel sin una reflexión propia. De hecho, citan en el Comunicado Capitular el texto[10] de Jesús Colina con la falsa entrevista a Maciel. Es por ello que dicha expresión del carisma duró poco; ni siquiera alcanzó a arraigar en los miembros como algo fundamental o fundante.
Vino después la revisión de las Constituciones con el esfuerzo de reflexión por comunidades.
La misión después de la revisión
Según el informe[11] de la comisión para la revisión de las Constituciones “se alcanzó notable unanimidad”[12] en toda la Congregación que el fin (de la Legión) es «vivir la caridad y de dar a conocer el amor de Dios a los hombres»[13] mediante el apostolado con el apoyo de los seglares. A su vez, se sustituyó la expresión “contemplativo y conquistador” por “contemplativo y evangelizador” y se sugirió no hablar de líderes, sino de apóstoles.
En el Capítulo General de 2014 recogieron[14] todas esas ideas y lo expresaron así: «Si evangelizamos y formamos a las personas en profundidad, ayudamos a que también ellas evangelicen en su entorno y la sociedad, poniendo su liderazgo al servicio de la Iglesia»[15]. El punto de partida de los Capitulares es el apostolado de la Congregación: «Lo que buscamos en nuestro apostolado es que las personas se encuentren con Cristo y que él las haga apóstoles». Titularon a ese inciso: «La misión de ser apóstoles y formar apóstoles».
La expresión “nuestra misión y nuestro carisma es formar apóstoles” en realidad es fruto de un camino de reflexión y ajustes que terminó por acuñarse en el Capítulo General de 2014.
Se podría objetar que desde antes de que se iniciara el trabajo con seglares, el Fundador de algún modo hablaba de la formación de líderes… que llegar a esta expresión del carisma ha sido un proceso de descubrimiento del querer de Dios para con la Congregación…
Tal argumento es falso. En realidad Maciel comenzó a hablar[16] de “líderes obreros” a mediados de los 40s influenciado por las noticias de los movimientos sindicales. De hecho, en la llamada carta de la TWA[17], Maciel expone el método “que han de seguir los nuestros” y dice: «Para la actuación: Crear centros para la formación de la helite laica (…)».
Para el Fundador, la “formación de la helite” (sic) es parte de la metodología y no forma propiamente parte de la “misión”.
A su vez, ya se comentó en otra reflexión[18] previa, que las ideas de buscar la salvación a través de la formación de la élite fueron posiblemente tomadas de Mons. Charles Gibier que publicó un libro al respecto en 1923 y cuya traducción llegó a Latinoamérica en torno a 1928. Maciel se refirió a la élite (él escribía helite) sólo en tres ocasiones: dos hablando de laicos y en una ocasión refiriéndose a la “helite sacerdotal” siempre en el contexto de influir sobre ellos para orientar la opinión de las masas.
El silogismo que presenta el Comunicado Capitular muestra otro aspecto que también es digno de consideración; dice el número 11: “si evangelizamos a profundidad, ayudamos a que las personas evangelicen en su entorno…”. Pero eso no puede ser ni un carisma ni una misión, es sólo una metodología que Maciel también destacó hablando del arte de “Hacer hacer”[19] (este tema es recurrente y merece una reflexión aparte).
Un eslogan
Después de todo esto, declarar que el carisma y la misión es formar formadores resulta más bien un eslogan. Para respaldar lo anterior, están los hechos.
El mismo video del grupo de señores muestra varios apostolados que han surgido del grupo de señores. Incluyen el logo de “Comer y crecer”, “Confraternidad Carcelaria México”, “Fundación Cristo Sacerdote”, “Holifly”, “Famflix”, “His way at work” y otros… Aunque varias de las iniciativas no han surgido del grupo de señores sí han encontrado apoyo en ellos.
Ninguna de las actividades presentadas tiene como objetivo específico “formar apóstoles”. De hecho, de toda la actividad apostólica de la Congregación, sólo hay un par de obras destinadas propiamente a la formación de apóstoles: La Escuela de la Fe y los Evangelizadores a Tiempo Completo.
Sin embargo, la “Escuela de la Fe” se limita a ser una obra de formación donde el 90% de los participantes son señoras mayores sin la responsabilidad de hijos pequeños y que reciben la formación para crecimiento personal. Es decir, debido al segmento socioeconómico que buscan los legionarios este apostolado no se dirige a los agentes de pastoral, catequistas o colaboradores parroquiales. No forma apóstoles, sino forma personas en su fe… es evidente que toda persona formada en la fe, a su vez es un apóstol en su familia y en su entorno.
Por su parte, los Evangelizadores son agentes de pastoral al servicio de algún párroco, reciben formación de parte de los legionarios y un sueldo para dedicarse a la labor pastoral. Como apostolado no es gran cosa, pues en realidad se trata de una especie de agencia de recursos humanos para la pastoral: Ubica candidatos, los examina, los capacita y les paga un sueldo. El “apostolado” está limitado por el alcance de su presupuesto.
Conclusión
En definitiva “formar apóstoles” es más el eslogan de una metodología que un carisma. Tampoco se puede decir que esa es la misión; en realidad el concepto surgió como una reflexión al interno del grupo y no como algo inspirado divinamente.
Es importante considerar que toda acción apostólica proviene del Espíritu (1Cor.12,3) y que los legionarios, los consagrados y las consagradas han sido convocados por Dios que puede sacar bienes de grandes males. Es Dios el que envía a todos los bautizados a hacer discípulos. Las personas adheridas a la Federación no tienen una vocación “especial” por el hecho de pertenecer a ella.
La actividad del grupo surgido de Marcial Maciel se inscribe dentro del mandamiento de Jesús al discipulado. No hay ningún indicio de que Dios haya inspirado un carisma especial para formar apóstoles.
A sus discípulos Jesús les dijo «id, y haced discípulos a todas las naciones» (Mt.28,16-20) y «Id al mundo entero y predicad el Evangelio» (Mc.16,14). Jesús no envió a formar a otros para que esos otros sean los enviados.
La actual Federación del Regnum Christi que agrupa a los legionarios, a las consagradas y consagrados junto con algunos seglares adscritos es sólo un grupo de personas que después del engaño del Fundador continúan unidas con el ideal de extender el Reino de Jesús. A diferencia de fundaciones como la de los Salesianos, los Franciscanos o incluso las Misioneras de la Caridad donde hay muestras de inspiración sobrenatural, en el grupo del Regnum Christi sólo hay un esfuerzo de síntesis cristiana para permanecer unidos en torno a una metodología de acción arraigada en las ideas de Mons. Charles Gibier.
[2] Expresión mexicana para referirse a la sintonía con el ambiente.
[3] Minuto 4, segundo 46
[4] Ver documento en https://www.lavoluntaddenosaber.com/images/Doc6-10junio1945.pdf
[6] La Acción Católica es un movimiento eclesial de apostolado en la que los laicos se asocian para el anuncio del Evangelio a todas las personas y ambientes, de acuerdo con las necesidades de la Iglesia católica en cada tiempo y lugar. Fundada de acuerdo con las directrices del papa Pío XI.
[7] Publicación en la página oficial, noviembre de 1999.
[8] Sesión de preguntas con algún superior mayor.
[9] Comunicado del Capítulo General 2005, num.10. Citan el texto de Jesús Colina Mi Vida es Cristo con la supuesta entrevista a Maciel.
[10] “Mi Vida es Cristo”, entrevista a Marcial Maciel por Jesús Colina, Editorial Planeta. ISBN 8408048112
[11] Informe anual aprobado por la asamblea plenaria de la Comisión Central para la revisión de las
Constituciones del 30 de abril de 2012.
[12] Informe de la comisión para revisión de las CLC 30/04/12 Punto 4, tema 1
[13] Ibidem
[14] El número completo dice así: «La misión de ser apóstoles y formar apóstoles. Nuestro carisma es contemplativo y evangelizador (CLC 13). Lo que buscamos en nuestro apostolado es que las personas se encuentren con Cristo y que él las haga apóstoles. Si evangelizamos y formamos a las personas en profundidad, ayudamos a que también ellas evangelicen en su entorno y la sociedad, poniendo su liderazgo al servicio de la Iglesia. Este modo de hacer presente el Reino de Cristo configura nuestro ministerio sacerdotal y nuestras obras de apostolado (CLC 4, 118 y 119).»
[15] Comunicado Capitular 2014, Num.11
[16] «Hoy nos toca recorrer tranquilamente los fecundos años de Nazaret; mañana ahondaremos el problema, formaremos santos y sabios sacerdotes, líderes para obreros católicos, dirigentes de acción católica y universitarios, profesionistas, sin desatender por esto las misiones populares y las organizaciones de prensa y caridad cristiana». CNP 2 de julio de 1946, la “famosa” carta 22 que muchos aprendimos de memoria.
[17] 8 de marzo de 1948; CNP 62
[19] «El hacer hacer es alma y secreto de nuestra metodología apostólica». CNP 15 de agosto de 1977
No comments:
Post a Comment