En estos días los medios occidentales[i] están tratando de evaluar el pontificado[ii] del Papa Benedicto. Se ha hablado de su claridad teológica, de sus aportaciones al concilio vaticano segundo, de sus magistrales escritos sobre la figura de Jesucristo y también se ha hablado de su humildad y de su calidez humana.
El Pastor y el "reverendo" Lobo
Este artículo no quiere debatir ninguno de estos elementos, pero quiere analizar objetivamente un hecho puntual y definitorio de su pontificado: su actuación de cara a Marcial Maciel y lo que nos revela sobre la persona de Joseph Ratzinger.
En 2010 en su entrevista con Peter Seewald después de haber declarado que Maciel era un falso profeta dice que el fundador de los legionarios de Cristo había vivido una “vida de aventura, disipada, extraviada”.[iii]
Ya llevaba dos años de muerto el Michoacano y el lenguaje contrastaba con los términos de compasión que Benedicto había aprobado cuando se le invito al pederasta a una vida de oración y penitencia.[iv]
A Maciel se le denominaba “reverendo” se tomaba en consideración su edad avanzada y su estado de salud y en lugar de reducirlo al estado de laico se le invitaba a una vida de oración. No hay mención del estado de salud de sus víctimas, no hay referencia a las vidas destruidas por el ‘falso profeta” ni al daño irreparable que Maciel había hecho a la credibilidad de la Iglesia y a la figura de Juan Pablo II.
El comunicado del 19 de mayo del 2006 demuestra la pusilanimidad del Papa y la ausencia de empatía de cara a los que habían denunciado a Maciel. Estos defectos del Papa se confirmaron en su viaje a México cuando rehusó encontrarse con las victimas que también eran personas enfermas y de edad avanzada. A ellos no se les dio jamás ni justicia ni reconocimiento ni agradecimiento durante su pontificado. Tal omisión nos revela más de Joseph Ratzinger que todos sus libros, todos sus discursos y todas sus palabras. [v]
[i] https://www.bbc.com/news/world-europe-64107731
[ii] https://www.rtve.es/play/videos/telediario/legado-benedicto-xvi/6768174/
[iii] Luz del mundo: El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos
Autores: Papa Benedicto XVI Peter Seewald Traductor/a: Roberto Heraldo Bernet, Editorial Herder. P.22
[iv] “Después de haber sometido los resultados de la investigación a atento estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo prefecto, Su Eminencia el cardenal William Levada, ha decidido –teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud– renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado estas decisiones.”
https://es.zenit.org/2006/05/19/comunicado-vaticano-sobre-el-fundador-de-los-legionarios-de-cristo/
[v] https://es.zenit.org/2006/05/19/comunicado-vaticano-sobre-el-fundador-de-los-legionarios-de-cristo/
Digan lo que digan los biógrafos o los llamados ratzingerianos; la figura de Maciel acompañará y manchará perpetuamente su pontificado.
ReplyDeleteDe acuerdo con todo. La santidad "personal" no existe sin la santidad de justicia y caridad
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