Tuesday, November 26, 2019

Participación del Obispo Prelado en el Encubrimiento de Fernando Martínez



El reporte de los legionarios sobre el caso Fernando Martínez Suárez consta de 10 páginas y muchos vacíos… Los vacíos son omisiones intencionales dada la relevancia de la información.

Una omisión intencional es manifestación de falta de honestidad. Las omisiones minan y horadan la declaración del punto 9 donde afirman buscar hacer la verdad y cumplir con las exigencias de justicia. ¿Qué credibilidad se le puede atribuir a dicha voluntad si conscientemente omiten información?

Jorge Bernal Vargas con el Papa B16

Los papás de las víctimas del Instituto del Caribe (actualmente Cumbres de Cancún) acudieron con el Obispo Prelado, en ese momento Jorge Bernal Vargas.
El Obispo Prelado recibió a los afectados y les pidió que NO presentaran denuncia ante las autoridades civiles. Con su autoridad de Obispo y Pastor “tranquilizó” a las familias indicándoles que él se haría cargo.

Por si fuera poco añadió un argumento poderoso para evitar que se diera a conocer el tema: si no querían que sus hijas fuera señaladas y estigmatizadas como “la niña abusada” que no difundieran más el caso ni ante otras autoridades.

No consta con certeza, pero es altamente probable que Jorge Bernal también haya sido objeto de sodomización por parte de Marcial Maciel. Por tanto, Bernal Vargas conocía por experiencia la vergüenza y frustración de no poder hablar.

La responsabilidad de Jorge Bernal tiene además otros agravantes. Además de ser el Obispo Prelado, era el Superior religioso directo de Fernando Martínez; vivían en la misma casa.

En el informe los Legionarios declaran que «En 1993, los superiores informan al P. Marcial Maciel, quien decide retirar al P. Martínez de su oficio de director y trasladarlo a Salamanca (España)», lo cual es sólo parte de lo ocurrido y se omiten conscientemente una serie de sucesos que agravan la situación y contribuyen a incrementar la aflicción no sólo de las víctimas sino sobre todo de sus familias.

Recordemos que además de la persona que sufrió la agresión sexual, una parte profundamente afectada es la familia. El papá y la mamá experimentan mucha frustración al encontrarse impotentes ante un abuso que no pudieron evitar y por el cual ahora no pueden exigir la sanadora justicia.

Las familias, sumamente mortificadas por lo que referían sus hijas, acudieron con el Obispo quien lejos de “encargarse” informó al director territorial, Eloy Bedia y a la dirección general.

Jorge Bernal no era de los que tenía acceso directo a Marcial Maciel, por eso el informe de los legionarios dice “los superiores informaron”. Sea que Bernal informara a la DG o fuese a través de Eloy Bedia, el reporte llegó a la casa de los legionarios en Roma. Algún sacerdote encargado de analizar los reportes de vida religiosa “procesó” el reporte sobre FMS. Posiblemente Carlos Skertchly preparó un resumen consiso de la situación con recomendaciones. El resumen lo entregó a Evaristo Sada, quien era oficialmente el secretario general desde 1992. Evaristo presentó el caso y la recomendación a Marcial Maciel.

Jorge Bernal esperó indicaciones. No tenía la capacidad de afrontar a las familias, no tenía la capacidad de ofrecer soluciones, no tenía la capacidad de restringir el ministerio de un sacerdote adscrito a su Prelatura… no tenía la capacidad de ser obispo.

La Congregación de los Legionarios sabe que la irresponsabilidad de Jorge Bernal constituye una forma indirecta de ENCUBRIMIENTO. La inacción y negligencia de Jorge Bernal constituye una forma directa de ENCUBRIMIENTO. La recomendación de no denunciar porque él se haría cargo, es ENCUBRIMIENTO.

La Congregación de los Legionarios sabe que bajo el cuidado pastoral de Jorge Bernal hubo más casos y que Fernando Martínez es sólo uno de ellos; por ello han omitido conscientemente mencionar la participación, negligencia e irresponsabilidad de Jorge Bernal.

La participación de Bernal Vargas fue grave porque no se trató solamente de negligencia e inacción, sino por su mentira buscando el ENCUBRIMIENTO conscientemente. Engañó a las familias haciéndoles creer, con la autoridad de la Iglesia, que él se haría cargo de un sacerdote de su “diócesis” que era un depredador sexual.

El Obispo emérito Prelado de Chetumal-Cancún fue un ENCUBRIDOR directo de Fernando Martínez Suárez, sus acciones también merecen la justicia civil, no sólo eclesiástica.


Rosalío Elizondo, actual Obispo Prelado


La Congregación de los Legionarios sabe que con el siguiente Obispo Prelado (Rosalío Elizondo) hubo otro caso similar. El Obispo Prelado Rosalío Elizondo admitió ante su presbiterio que conocía la incapacidad de Raoul LeBlanc para el ministerio sacerdotal… avisó a la dirección territorial de México para que alguien en Roma procesara el reporte y prepararan el resumen y la propuesta que se presentaría al superior general.

¿Se atrevería el Nuncio Franco Coppola a pedir disculpas a las víctimas de LeBlanc? ¿o también les hablará de los escritos de Nietzche?

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