Saturday, March 16, 2024

Fiducia Suplicante y Legionarios

Los Hechos

En diciembre de 2023 el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó el documento titulado “Fiducia Supplicans”. El documento fue sumamente controversial pues además de confusión, ha provocado división en la Iglesia.

La Congregación de los Legionarios, fundada por Marcial Maciel, no emitió ninguna postura oficial. Tampoco en público, ningún legionario lo ha hecho.

Sin embargo, recientemente, el tercer sucesor de Marcial Maciel, el actual Superior General de los legionarios, John Connor publicó una carta[1] con ocasión de la fiesta de la Cátedra de san Pedro. La carta va dirigida a los miembros de la Congregación.


Uno de los libros publicados por el principal redactor de FS

 

Introduce el tema repasando el arte de Bernini que destaca la silla (cátedra) de Pedro en la basílica vaticana, después habla del primado de Pedro apoyándose en la Escritura y en la Tradición de los primeros siglos del cristianismo; habla del papel de los organismos de la Santa Sede y su participación en el magisterio papal citando Donum veritatis[2] y de la adhesión al Papa por parte de los legionarios. Por último afronta el tema: «Reconozco que actualmente atravesamos un tiempo de especial dificultad en la Iglesia para vivir con serenidad nuestra adhesión al Santo Padre. Observo que, en ciertas ocasiones, hay fuertes diferencias de posturas doctrinales y pastorales que han sido causa de alejamiento a su magisterio (…)».

La postura de Connor tiene cierto mérito pues evita la polémica y exhorta a la unidad: «Los animo a saber distinguir y a mostrar siempre adhesión y filial respeto ante la persona y el ministerio del papa, esforzándose por comprender lo que nos quiere comunicar y enseñar, incluso cuando no se trate de doctrinas infalibles.». También es consciente de la responsabilidad que tienen los sacerdotes de la Congregación por ello exhorta también a «Evitemos especialmente transmitir a los fieles dudas o desafección.»

 

El mérito y el miedo de Connor

Lamentablemente el mérito de Connor con su llamado a la unidad y adhesión al Papa se ve demeritado por varios factores. Ante todo la cobardía.

El silencio de Connor ha sido una característica que ha ido creciendo según avanza su periodo de gobierno. Inició abriendo nuevas cuentas de Facebook y hasta delegando a un administrador para ellas, pero su actividad ha disminuido hasta ser nula. Como superior territorial en Norteamérica publicaba más actividades. De hecho antes aparecía fotografiado en diversas visitas, convivencias y actividades, ahora pesa una prohibición de publicar sus imágenes. El colmo ha sido esta carta dirigida a los legionarios, la cual fue publicada en la página oficial, pero sin membrete y sin firma.

En los foros donde se comenta la actividad de los legionarios continuamente se critica la negatividad con la que se habla de cualquier tema relacionado con ellos; ahora que había una ocasión positiva y meritoria… hay temor y por ello no la firman ni colocan membrete.

 

La responsabilidad

Un segundo aspecto que puede demeritar la carta de Connor es su falta de toma de postura y con ello su falta de respuesta (responsabilidad) ante los sacerdotes y seminaristas a quienes se dirige. En la carta reconoce dificultad y serenidad para la adhesión al Papa Francisco. Dice que observa diferencias de posturas, pero no indica cuáles son. Después anima a saber distinguir (…) esforzándose por comprender (…) incluso cuando no se trate de doctrinas infalibles.

Distinguir es de suyo una acción que implica juicio, pues significa separar eligiendo. Para distinguir es necesario conocer.

El Papa Francisco se ha caracterizado por un estilo ambiguo o mejor dicho, poco claro, pues deja mucho margen a la interpretación personal; John Connor reconoce las dificultades en torno al estilo del Papa y particularmente las dificultades acerca del contenido de la declaración Fiducia Supplicans pero no distingue nada, al igual que el Papa Francisco, John lo deja a la interpretación personal.

¿Exhortar a la fidelidad sin tomar postura es falta de responsabilidad? Depende de quién sea quien exhorta y a quién lo hace.

Cuando se trata de un superior religioso la falta de postura puede ser sólo una actitud política. Máxime cuando la carta no tiene firma. ¿Por qué no hay membrete? ¿Otra vez un error del secretario que publicó el archivo equivocado? ¿o teme incomodar a algún curial vaticano?

 

El ultramontanismo y el papismo

Quienes hemos pertenecido a la congregación fundada por Maciel conocemos cómo se inculca positivamente la adhesión al Romano Pontífice. Sin embargo, dado el infantilismo del ambiente, esa adhesión muchas veces deriva en formas de papismo y papalotría (especialmente en el periodo de San Juan Pablo II).

La fidelidad, la adhesión y hasta el amor filial al Papa deben promoverse, pero no de manera irracional, pues eso equivale a una forma de fanatismo. En este sentido la carta de John Connor es ecuánime y acertada; exhorta al «obsequio religioso de la voluntad y el entendimiento»[3] siguiendo la Constitución Dogmática Lumen Gentium. Incluso habla de oración y estudio ante la dificultad de entender algún texto (refiriéndose implícitamente a Fiducia Supplicans).

Pero a John le falta el discernimiento para distinguir lo que la misma Lumen Gentium llama magisterio auténtico…, subrayamos la palabra auténtico.

En realidad, entre los legionarios y personas adheridas a la Federación RC (y en otros segmentos católicos) más que papismo se da una forma de pensamiento ultramontano[4] (invitamos a leer la nota de referencia de este complejo concepto que ha tenido distintas acepciones  a lo largo de la historia). Y es que el ultramontanismo moderno que se divulgó después del Concilio Vaticano I, arraigó profundamente en la “espiritualidad” legionaria.

En el ultramontanismo moderno con la afirmación de la infalibilidad pontificia algunos teólogos, siguiendo al jesuita Johann Baptist Franzelin (teólogo del Vaticano I y posteriormente nombrado cardenal), promueven la idea de la infalibilidad en la práctica. Esto es: se afirma que el Papa es infalible cuando habla ex cathedra pero como hombre puede cometer errores y pecados; sin embargo, en su actuación como Sumo Pontífice, por especial asistencia de Dios, no puede inducir a los fieles al error o la confusión aunque no hable ex cathedra; por tanto goza de un especial carisma de infalibilidad en su actuar.

La convicción ultramontanista ha arraigado en muchos sectores católicos, de modo que la actuación de un Papa con “errores” sería un indicativo de sede vacante; es decir sería indicativo de que el Papa no es Papa o mejor dicho, de que es un antipapa.

Cuando en Roma se tuvo aquel evento con la Pachamama[5] se comenzó a manejar la idea de que Francisco no era legítimo obispo de Roma. Después ha habido otras intervenciones del Papa que dejan mucho qué desear en cuanto a claridad doctrinal, como el diálogo en el programa “Amen. Francisco responde”[6], etc.

A pesar de está tan difundida y arraigada, esta convicción ultramontanista choca con la misma Sagrada Escritura, pues el apóstol Pablo reprendió al apóstol Pedro (Gal.2,11) pues su conducta era reprobable debido a que daba un testimonio del cumplimiento de la ley ante judíos y no lo hacía ante gentiles. Es decir, su actuar causaba confusión.

Por tanto, el Papa sí se puede equivocar; por ello el obsequio religioso de la mente y voluntad al que se refiere Lumen Gentium requiere del juicio para discernir el magisterio auténtico.

Palabras del Papa en un diálogo espontáneo que no son muy claras o tienen imprecisiones sobre la doctrina moral, no pueden considerarse magisterio auténtico. Una declaración, aún firmada por el Papa, que contradice la doctrina perenne de la Iglesia no puede considerarse magisterio auténtico.

Connor exhorta en su carta diciendo que en «estos casos, se ora, se estudia a fondo el texto magisterial, se procura ahondar en los motivos doctrinales, pastorales o espirituales que están detrás de ciertas posiciones, para comprender mejor las razones por las cuales el Santo Padre la propone». Y eso está bien, pero es insuficiente. Es insuficiente porque cuando se contradice una doctrina perenne de la Iglesia, la oración y el estudio para “convencerse” sólo son una huida del problema.

La Iglesia no puede bendecir el pecado bajo ningún eufemismo ni con ningún pretexto pastoral. Si sólo se insiste en orar y entender dejando de lado la razón, se incurre en derivas voluntarísticas o se cae en la fuga in avanti a la que tanto recurren los legionarios.

 

La corriente moral detrás de FS

A la base de Fiducia Supplicans está una corriente moral que busca el “bien posible” la cual ante la imposibilidad de mayores exigencias morales, busca evitar «males mayores» y conseguir el «bien posible». Es decir, ante la desinformación e ignorancia moral respecto a los valores morales, pues mejor tratar de obtener el bien posible disminuyendo el mal menor inevitable. Por ejemplo, en muchos países hay una generalizada deformación de conciencia respecto a la moral matrimonial, a la moralidad de uniones de personas del mismo sexo, a la moralidad del poliamorío, etc.; esta corriente moral busca mitigar el mayor mal buscando el bien posible. La raíz de esta corriente es el utilitarismo moralista de génesis kantiana.

Por eso mismo, Fiducia Supplicans remplaza el llamado a la conversión por un “proceso de acogida y acompañamiento” de acuerdo a su realidad y al bien posible. Y en esto Fiduccia Supplicans colisiona con los principios morales al hacer malabarismos para introducir la acogida y el acompañamiento con simples bendiciones espontáneas. Justamente en foros de discusión circulan cuestionamientos acerca de las bendiciones: ¿se puede bendecir a miembros del crimen organizado? ¿a secuestradores? ¿a clínicas abortistas?, etc. ¿Por qué se podría considerar un «bien posible» en el caso de una pareja en estado de adulterio o sodomía y a la vez no se podría considerar lo mismo para un par de personas que solicitan la bendición antes de ir a cobrar «derecho de piso»?

 

La falta de formación no se suple con nada

No sabemos si la frase fue plagiada, pero se atribuye el mismísimo Marcial Maciel. Como en muchas otras cosas con la agudeza de un psicópata, ¡cuánta razón tenía! La falta de formación, no se suple con nada. Lo vemos ahora con el obispo Víctor Manuel Fernández pues su cargo al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe no suple su falta de formación.

Por ejemplo, en la declaración Fiduccia Supplicans (No.6) al hablar del sacramento del matrimonio “subraya” que la bendición del ministro ordenado «está directamente conectada» al consentimiento que constituye el sacramento. Con un poquito de catecismo podría haber redactado mejor ese párrafo para no dar a entender que el obispo, el sacerdote o el diácono son también ministros del sacramento del matrimonio.

Un sacerdote bien formado con su corazón orientado a Dios no tiene necesidad de algo como «Sáname con tu boca: El arte de besar»[7], que es un libro publicado por Fernández cuando era sacerdote. Posteriormente ha tratado de explicar que se trataba de una “catequesis” para adolescentes y que las frases son de jóvenes; es decir, que él no lo ha experimentado.

Pero, vamos a ver… ¿Una catequesis? ¿para adolescentes? ¿Cómo puede un adolescente tener experiencia de mucho sexo y mucha satisfacción sexual con su pareja (página 21)? Nuevamente un poco de catecismo habría ayudado a Fernández a entender el alcance del sexto mandamiento.

Si me preguntaran, yo pensaría que un libro sobre el arte de besar corresponde más a la mística de Marcial Maciel que al Prefecto de un Dicasterio. Pero el Fundador de los Legionarios no dejó escritos “místicos” sobre sus experiencias sexuales, sobre sus abusos o sobre los besos.

Además de la “catequesis” sobre el beso, Fernández tiene otro libro titulado “La Pasión Mística. Espiritualidad y Sensualidad”[8] que describe un camino de pasión sexual hacia la unión mística. El texto evidentemente no parece escrito por un sacerdote con la mínima formación moral pues hasta un adolescente de catecismo sabría llamar pecado al consumo de pornografía, cosa que Víctor Manuel desconoce cuando describe la excitación sexual en uno de los capítulos.

Y si no se trata de falta de formación, estos detalles manifiestan una peligrosa tendencia… Si Marcial Maciel y Theodore McCarrick eran los prácticos, ¿Víctor Manuel Fernández es el teórico?

¿Cómo puede llamarse «magisterio auténtico» un documento redactado por alguien con estas “tendencias”?

¿Lumen Gentium exhorta al obsequio religioso de la mente y la voluntad a algo que contradice la tradición y la doctrina perenne?

 

La postura del Equipo de Liberabit Veritas

Con todo lo anterior, subrayamos nuestra postura:

1. Una total adhesión a nuestro respectivo obispo, sucesor de los apóstoles, en comunión con el obispo de Roma.

2. Una total adhesión al Papa Francisco como sucesor de San Pedro, obispo de Roma, vínculo de unidad en la Iglesia.

2. Una total adhesión al magisterio auténtico del Papa Francisco como Pastor supremo que preside en la caridad[9]

3. Una adhesión a la doctrina y a la Tradición de la Iglesia íntegra de la Iglesia, sin epiqueyas o acomodos temporales.

4. La prevalencia lógica del ser sobre el obrar: agere sequitur esse. Esto significa también precedencia de la doctrina sobre la pastoral… las cuales no están en conflicto.


 

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Durante el periodo de Maciel, los legionarios habían hecho alarde de su fidelidad al Papa con la frase “Al paso de la Iglesia”; decían (y dicen) que los legionarios estudian y divulgan las enseñanzas del Papa y atienden no sólo sus mandatos, sino también sus deseos.

Sin embargo, los mismos legionarios están “confundidos” respecto a las “enseñanzas” del Papa Francisco. Un sacerdote legionario (cuyo nombre omitimos expresamente) publicó una oración pidiendo luz y fortaleza ante el momento de confusión que se vive en la Iglesia.

Desde la encíclica Amoris Letitia, no ha habido legionarios que promuevan el estudio de las enseñanzas del Papa. Si tanto gozaban del cariño del Papa (en el corazón del Papa decían estar), ¿por qué el Ateneo no ha organizado un congreso sobre Fiducia Supplicans? La Anáhuac de México ya lo hizo…

 



[2] Documento del entonces obispo Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El documento trata de la vocación eclesial del teólogo. Cfr. https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19900524_theologian-vocation_sp.html

[4] El término “ultramontano” (más allá de los montes) se ha referido relativamente al Papa; en la Edad Media cuando el obispo de Roma no era italiano se decía que era ultramontano. Después de la Reforma Protestante el término se usó para referirse al papado como un poder político más allá de los montes, es decir en Roma, Italia; así por ejemplo los galicistas usaban el concepto ultramontano para referirse despectivamente a quienes asignaban un poder monárquico al Papa en el gobierno de la Iglesia. Para el s.XVIII el término se aplicaba a los fieles unidos a la Sede de Pedro. Es necesario entender estos conceptos en el contexto histórico donde el Estado y la autoridad tienen derecho divino y se da una transición del poder en el rey al poder en el pueblo (demos). De esta forma, para el s. XIX ultramontano es quien defiende la libertad e independencia de la Iglesia del Estado. Después del Concilio Vaticano I (1870) cuando el Papa perdió el poder temporal (Italia se anexionó los Estados Pontificios excepto el territorio de la colina vaticana), ultramontano es quien considera (entre otras cosas) que el poder de las llaves dado a Pedro incluye la jurisdicción temporal.

[7] Libro de Víctor Manuel Fernández en 1995 cuando era párroco; Ed. Lumen, Argentina 1995, ISBN 9789507245107

[8] Libro de Víctor Manuel Fernández en 1998, Ed. Dabar en México. ISBN 9789706520555

[9] Expresión de San Ignacio de Antoquía a la Iglesia de Roma (προκαθημένη τῆς ἀγάπης) y en la carta a los cristianos de Esmirna

Saturday, March 9, 2024

Superando a Maciel...

Para los que hayan tenido algo que ver con el Regnum Christi o la Congregación de los Legionarios el 10 de marzo siempre estará asociado con el natalicio de Marcial Maciel. Se celebraba el nacimiento del Fundador como si hubiese sido un don de Dios a la iglesia y una gracia particular a las vidas individuales de los que entraban en su círculo. Era “Nuestro Padre” “Mom Pere” para sus legionarios. El cumpleaños se celebraba en todas las casas de la congregación, se mandaban ramilletes espirituales a Roma de todos los colegios y obras de la Legión. Estos ramilletes consistían en miles de promesas de rosarios, de horas de adoración, de vocaciones y de donaciones para el santo fundador.

 

Pero ahora con el paso del tiempo los legionarios tratan de olvidar a Maciel y construir una historia como si nadie lo hubiera conocido. Durante estos últimos 14 años la Iglesia y la Legión han tratado de aislar a Maciel como criminal solitario indicando de que todo lo delictivo que pasó durante sus más de 60 años al frente de la Congregación tenía únicamente a Maciel como operador. Así, sus colaboradores cercanos han quedado sin tener que responder por la corrupción, los crímenes, el abuso y el desperdicio de vidas que ocurrió en los tiempos macielinos.


 

Nadie vio nada. Nadie supo nada. Nadie hizo nada. Nadie dijo nada.

 

Algunos de los cercanos a Maciel han fallecido sin jamás reconocer su rol en el encubrimiento. Ninguno pidió perdón por su participación en lo que ha sido el fraude espiritual y financiero más grande en la historia moderna de la Iglesia.

 

A tal grado ha llegado la reinvención de la historia legionaria que varios de los más cercanos a Maciel han sido alabados como grandes sacerdotes cuando en realidad habilitaron a Maciel o hicieron sus mandatos.

 

Cuando murió John Devlin en noviembre del 2023 en la semblanza[1] oficial en la página web de los Legionarios se publicó una lista de cargos que ocupó en la Congregación omitiendo que fue secretario de Maciel durante 40 años, omitiendo que conseguía alcohol y hasta drogas para el Fundador y omitiendo que ayudó a Maciel en la desobediencia a las indicaciones del Vaticano.

 

Tampoco se menciona que era el guardaespaldas de “Nuestro Padre” que exigía dinero para el Fundador y que trataba a los empleados y subordinados con desdén. Desde luego no dice nada de las vacaciones que tomaba con Maciel, los viajes a quién sabe qué países, ni las borracheras, o los eternos partidos de dominó, el uso de los helicópteros y los coches de lujo; todo organizado por el secretario Devlin.

 

“El Padre John Devlin fue un Legionario noble y sabio…” Dice el Kermit Syren, LC. Francisco González Fricht, LC ya lo tiene beatificado “Ayer te nos fuiste a celebrar la fiesta de Cristo Rey, en el cielo, que alegría para ti y esa Legión que te ha llegado con su Rey, Nuestro Señor Jesucristo. Tu corazón ya no aguantó más, ese corazón sacerdotal que tanto bien hizo en silencio….” Steven Reilly dice “P. John Devlin fue un ejemplo asombroso de trabajo como apóstol…”

 

¿Sabrán estos hombres quien fue el John Devlin, LC?

 

Cuando falleció el Bernardo Skertchly, LC, el 15 de noviembre del 2023 también se publicó su íter apostólico en las páginas del Regnum Christi. Hay comentarios muy favorables acerca de su persona; pero la Legión calló una de las tareas principales que ejerció el Bernardo: secretario personal de Maciel. De nuevo la omisión es un intento de reescribir la historia como si Maciel no hubiera existido ni jugado un papel importante en la vida del Skertchly.

 

Tampoco en la muerte del Anthony Bannon se menciona su relación con Maciel ni su obediencia incondicional al Fundador. Igualmente, cuando muere el obispo Jorge Bernal el gran ausente en la semblanza legionaria fue Maciel, como si nunca se hubieran conocido. La legión presentó al legionario más antiguo como si Maciel no lo hubiera reclutado, ni lo hubiera elegido para obispo de la prelatura…

 

Pero no solo en las semblanzas de los muertos se omiten las referencias a Maciel y el rol preponderante que jugo en la vida de estos, tampoco los mismos vivos reconocen su cercanía con “un cercano padre y un guía eficaz…”[2].

 

El 22 de enero de 2024 se publica una nota “50 años de sacerdocio del P. Francisco Mateos, L.C: Reflexión sobre la misericordia divina y el don del sacerdocio”[3] De nuevo se hace una lista de las tareas que hizo el Francisco Mateos en la Congregación, pero el mismo omite mencionar a Maciel, ni que fue “nuncio” de Maciel en la comunidad de Roma, consejero general en el gobierno de Maciel.

 

 La conclusión de esta reedición de la historia es que la Legión no ha cambiado. Sigue siendo una Congregación de mentiras, ocultamiento y encubrimiento. Sin embargo, para las víctimas no hay duda, Maciel sí existió, sí robó la vida a muchas personas, sí fue culpable de desacreditar a San Juan Pablo II y sí fue ayudado por sus legionarios cercanos, los que ahora traten de olvidarse de él.

 

No dejemos pasar el 10 de marzo sin encomendar a los que sufrieron a manos de Maciel ni olivar la culpa de los cómplices.

 



[1] http://legionariosdecristo.mx  27/11/2023 “Fallece el Padre John Devlin”

[2] Carta de Su Santidad Juan Pablo II al Padre Marcial Maciel Degollado con ocasión del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal. 15/11/1994 https://vatican.va

[3] https://legionariosdecristo.org50 años de sacerdocio del P. Francisco Mateos, L.C.” 22/01/24 y https://regnumchristi.mx