En Chile y en México los legionarios y las Consagradas han afrontado el nuevo escándalo con una narrativa uniforme que pretende oscurecer la verdad de los hechos: Dicen que el caso ya fue revisado por un canonista y por el Vaticano y fue archivado.
Antes de cualquier valoración respecto al caso de la persona que fue abusada o no fue abusada en el Centro Estudiantil de las Consagradas en Chile es necesario colocar algunos puntos sobre las íes.
El dicasterio vaticano que revisó el caso de los legionarios, es el mismo dicasterio que tuvo desde los años 40s el expediente[1] de Maciel. La autoridad “moral” del dicasterio o de sus enviados es prácticamente nula. No pueden simplemente decir “carece de indicios que den sustento a la denuncia”[2] sin presentar evidencias que den soporte a sus afirmaciones. La Iglesia y la sociedad en general merecen el respeto de la verdad; la actitud clericalista sólo abona a la suspicacia.
Por otro lado, el abuso sexual clerical está sirviendo como una cortina de humo debido a que la acusación implica otros aspectos gravísimos que parecen no afrontarse.
Imagen de las Consagradas antes conocidas como 3er Grado Femenino
No tenemos elementos para afirmar o negar el abuso sexual por parte de tal o cual sacerdote; pero sí hay muchos indicios para declarar que el abuso de conciencia y el abuso psicológico fueron todo un hecho. Las Consagradas de la Federación RC (antes conocidas como 3GFs) han ejercido muchísima presión emocional en sus programas de reclutamiento y en los espacios de “discernimiento”; es algo que incluso ellas mismas reconocen como algo que han tratado de superar. Y aunque no lo hubieran reconocido, los testimonios son muchos[3] y de múltiples procedencias.
Se trata ante todo de un caso de las Consagradas en un centro de Consagradas de una persona que en ese momento pertenecía a la comunidad del Centro Estudiantil[4].
El caso tiene aún más relevancia por la mención de un concepto que en sí mismo es grave: tortura[5]. Y la tortura puede ser física o psicológica o ambas. Algunas compañeras de la persona abusada en el Centro Estudiantil de Chile permiten suponer que sí hubo alguna forma de tortura ¿por castigo? ¿para “ayudarle” a descubrir su vocación?
¿Qué dicen las Consagradas?
Usan la investigación clerical sobre abusos sexuales como pantalla para negar el conjunto. En concreto mencionan[6] que en 2019 un canonista realizó una investigación que no fue concluyente, pero que después fue desechada con las conclusiones de la investigación de un enviado del dicasterio CDF para investigar a los legionarios.
Aquí hay varias líneas torcidas.
¿Por qué un canonista realiza la investigación? ¿Acaso era un problema eclesial jurídico? Al igual que en otros escándalos legionarios de tipo sexual (por ejemplo caso Ashley con el abusador Pollock) son ellos mismos (en este caso las Consagradas) quienes reciben el informe y quienes juzgan la continuidad o no del caso sin presentar nada al respecto más que la conclusión de su propio juicio. ¿Hubo peritaje psicológico? ¿Se analizó cada una de las acusaciones como algo individual? ¿Hay otros casos semejantes? ¿Por qué sólo un canonista y no tres personas de distintas disciplinas? ¿cuáles fueron los elementos que sí se consideraron verdaderos y cuáles los que después determinaron que no había sustento? ¿La carencia de elementos para una demanda fue técnica o se está negando la veracidad de los hechos? ¿por qué no hay informe público? ¿quién es el supuesto perito externo? ¿hubo sentencia de parte del dicasterio?
La información que presenta la vocero de la Federación RC es muy poca y demasiado vaga. En la Federación RC es suficiente mencionar la palabra “canonista externo” para darle un valor de autoridad a lo que presentan; pero para la Iglesia y la sociedad que reflexiona no es suficiente.
Cuando los legionarios presentaron sus propias conclusiones respecto al caso de Ashley[7] no existía la conciencia eclesial de hoy en día y el caso se remontaba varios años hacia atrás. Ashley no deseaba involucrarse mucho más y el caso allí quedó. Pero el esquema para el “manejo de crisis” es el mismo que se usa ahora: otorgar cierta credibilidad, realizar una investigación, ocultar los resultados y declarar que no hay elementos suficientes de credibilidad.
Hasta el momento no ha habido ninguna comunicación oficial de parte de ninguna de las Superioras de las Consagradas, ni en Chile ni a nivel general. La vocero de la Federación RC en Chile ha emitido comunicados que suscriben por igual los legionarios y las Consagradas. Sin embargo las acusaciones a los legionarios y a las Consagradas son distintas, así como el grado de responsabilidad de unos y otros.
Es necesario que se realice una investigación externa acerca del hostigamiento vocacional y la presión emocional que han ejercido las Consagradas en el programa de Colaboradores, en el Candidatado y en el Centro Estudiantil.
Es necesario que se realice una investigación externa (independiente a la anterior) acerca del abuso de conciencia y el abuso de autoridad que las Consagradas han ejercido mediante el uso y abuso del fuero interno no sacramental.
Es necesario que se realice una investigación externa (independiente a las anteriores) acerca de ciertos comportamientos que derivaron en juegos, castigos y dinámicas que pudieron significar abuso físico y bullying en los lugares donde las Consagradas tenían contacto con jovencitas “vocacionables”.
Es necesario que se realice una investigación externa acerca de comportamientos que pudieron derivar en rozamientos, toqueteos y juegos no consentidos que para algunas personas constituyen un abuso sexual.
Es necesario que las Consagradas afronten sus abusos sin usar el clericalismo legionario como una pantalla que desvía la atención.
Es necesario que toda la información sea transparente y pública tal como otros informes en la Iglesia han publicado las investigaciones sobre dolorosos acontecimientos.
Por otra parte y como algo independiente, es necesario investigar la participación de los legionarios en el abuso de las jovencitas del Centro Estudiantil. Ninguno de los legionarios mencionados ha sido “residente” en el centro estudiantil. La presencia de los legionarios en centro de retiros cuando había actividades del Centro Estudiantil era puntual y delimitada, por tanto la investigación y la responsabilidad es muy distinta… ¿por qué se está haciendo de la acusación a los legionarios un todo?
[1] Ver los documentos publicado en el libro “La voluntad de no saber” que se recogen también en Internet: https://www.lavoluntaddenosaber.com/
[3] El abuso se da en distintos grados, por ello es difícil establecer un umbral a partir de cuándo se considera abuso grave. Pero se considera que son cientos de casos, posiblemente poco más del millar.
[4] El centro estudiantil es una residencia para jovencitas que realizan sus estudios mientras reflexionan y hacen el discernimiento acerca de una posible vocación a la vida Consagrada.
[5] La tortura es el acto de infligir dolor y daño físico o psicológico con el fin de dar castigo, obtener información o de conseguir algo. Ver. https://es.wikipedia.org/wiki/Tortura
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