A
propósito de las ordenaciones de 36 nuevos sacerdotes en la congregación
“semi-intervenida” de los legionarios se han suscitado opiniones encontradas.
Hay muchos que se alegran por contar con nuevos operarios para la Mies del
Señor, hay quienes lamentan que el Grupo fundado por Marcial Maciel (aunque
esté semi-intervenido) siga admitiendo jóvenes a las órdenes sagradas.
Es
por eso que vamos a exponer un tema en el que hemos venido reflexionando en
grupo desde hace algo de tiempo.
Sin
entrar en los pormenores históricos, hablaremos del llamado período de
“tirocinio”, “magisterio” ó “pastoral” que en la Legión se denomina “prácticas
apostólicas” y que tiene un impacto directo sobre el discernimiento vocacional.
El
período de “Pastoral” es fundamentalmente una etapa en la maduración del
discernimiento vocacional en el que el aspirante a las órdenes sagradas tiene
la experiencia de lo que será su futura vida sacerdotal. Por ello los
seminaristas diocesanos suelen ser asignados a una parroquia donde apoyan en la
vida pastoral de la comunidad.
Los
jesuitas suelen denominar a este período “magisterio” porque en la antigüedad durante
este período de “tirocinio” normalmente se dedicaban a la enseñanza; de allí el
nombre de “maestrillos”, porque eran jóvenes con aspiraciones de “maestros”. La
pedagogía en la Compañía de Jesús orientó más este período a hacer que los
“seminaristas” vivieran una experiencia más pastoral de acuerdo con lo que será
su vida como sacerdotes, por ello quien se dedica a la enseñanza durante este
período debe a su vez realizar trabajo en parroquias.
Los
salesianos denominan a este período precisamente “tirocinio” y todos los
religiosos deben realizar una experiencia directa en la línea del carisma de
San Juan Bosco.
Para
los legionarios las prácticas apostólicas tienen más que ver con la Mano de
Obra gratuita que con una preparación a la futura vida sacerdotal. Basta ver la
disparidad de actividades y la desconexión con la experiencia “carismática” (de
suyo problemática en el Grupo). Este aspecto era mucho más evidente en el pasado:
¡había religiosos con 5, 6 y hasta 7 años de prácticas!
Con
la intervención de Velasio de Paolis, el llamado Fracasado Pontificio, se acotó
en parte este abuso de las personas pues se obligó a cumplir lo que ya estaba
normado: dos o tres años de tirocinio (llamado prácticas apostólicas). Sin
embargo la impronta macielista sigue vigente y Eduardo Robles Gil es de la
escuela de aprovechar la “mano de obra barata”. La falta de renovación también
es evidente en este aspecto.
Un
ejemplo muy nítido lo podemos encontrar en el caso de Gastón Vicuña, chileno,
recientemente ordenado. Entró al Tercer Grado Masculino en el que permaneció
durante 8 años antes de pasar a la rama sacerdotal, es decir antes de ingresar
a la Congregación religiosa de los Legionarios, fundada por Marcial Maciel.
Gastón no hizo prácticas apostólicas porque de algún modo “ya las había hecho”
durante 8 años. El razonamiento es simple: ¿qué diferencia hay entre la
actividad de un laico y la de un sacerdote?
Para
los legionarios, al parecer ninguna; por eso Gastón Vicuña “no requería”
realizar el “tirocinio”. Su experiencia “pastoral” como laico, no difiere de
una experiencia sacerdotal…
Para
los legionarios las llamadas “Prácticas Apostólicas” no constituyen un período
valioso en el camino sacerdotal; no son una etapa para madurar el
discernimiento; no existe ninguna diferencia entre la actividad de un laico y alguien
que será sacerdote. Las prácticas apostólicas son eso: mano de obra gratuita y
Eduardo Robles Gil lo sabe.
Entre
los que han recibido la ordenación este mes de diciembre hay algunos que sí
realizaron una labor en línea con lo que será posiblemente su ministerio
(ejemplo Pablo Solis), hay quienes sí buscaron el discernimiento durante ese
período (ejemplo Mairon Gavlik) o quién de verdad por edad no lo requería
(ejemplo Peter Krezalek)… pero son los menos. En la mayoría hay una desconexión
entre la experiencia del carisma (algo de suyo problemático, tratándose de una
obra fundada por un criminal mediante fraudes y engaños) y la experiencia
sacerdotal. Por ejemplo quien fue reclutador vocacional y ahora tiene que
trabajar en un colegio, quien estuvo en la apostólica y ahora tiene que atender
un grupito del Movimiento… Muchos, de hecho, realizaron sus “prácticas” en
centros de formación, apostólicas, noviciados, etc. como si el carisma fuese
Reclutar, o fuese la Apostólica…
La
consecuencia es casi lógica: El Verdadero Discernimiento inicia con la
Ordenación Sacerdotal. Los números no mienten y dan testimonio de ello. Antes
del 5º año de sacerdocio al menos un 30% habrá dejado la Congregación y un 10%
incluso el ministerio.
El
siguiente Boletín Informativo dará cuenta de quienes han solicitado “algo”
durante este período. Úsese el eufemismo que quiérase: “período de reflexión”, “extra
domum”, “ad experimentum”, etc., etc. La lista ya incluirá varios nombres de
quienes recibieron la ordenación en 2012 (a menos que la Oficina de
Comunicación decida reportarlos más adelante, como ha sucedido en muchos casos).
Existe
una mayor apertura en los medios de comunicación. Muchos contenidos no pueden
ser tachados como “ataques” por el hecho de exponer la verdadera naturaleza del
Grupo fundado por Maciel. Quien quiera seguir considerando esto un “ataque de
resentidos” que al menos crea a las obras, los números hablan por sí mismos.
Esta apertura ha facilitado el discernimiento en muchos corazones.
Como
se dijo en otra aportación, las personas más talentosas fueron las primeras en
salir, comenzando por los profesores… Esperemos que quienes han configurado
sacramentalmente su vida con Cristo, pronto puedan hacer un verdadero discernimiento.
Duras palabras, pero esa fue mi experiencia; yo salí de la Legión al final de las prácticas. Fui administrador...
ReplyDeleteA veces las prácticas se usaban para "tronar" hermanos; eran como un filtro. No es que habláramos de discernimiento porque alguien en Roma ya había "discernido" a quien tronar...
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