Tuesday, September 16, 2025

Connor y el Lobo de Dios de HBO

Comentario a la carta que el Superior General de los Legionarios dirige a los religiosos con ocasión de la docuserie el Lobo de Dios sobre su Fundador. 15 de septiembre de 2025, Nuestra Señora de los Dolores.

 

Un momento providencial

La carta de Connor sobre la serie de HBO tiene elementos reveladores respecto al estado anímico al interno de la obra. Después de los saludos y la introducción se refiere a la serie del Lobo de Dios como un momento catártico (del griego “catarsis” = purificación, que hoy se entendería más como liberación emocional). Sin embargo, esta “experiencia catártica” contradice lo que la gran mayoría ha dicho: «ya lo sabíamos».

Si ya lo sabían, ¿por qué hasta ahora es catártico? ¿por qué en el curso de historia oficial no tuvieron esa experiencia catártica? ¿será que el curso lleva una carga editorial (ideológica) que justifica todo, impidiendo enfrentarse con la realidad histórica tal cual se conoce? ¿Acaso era información fragmentada?

Dice Connor: «al escuchar los testimonios de las víctimas y ver las dramatizaciones, pudieron unir fragmentos de información que habían escuchado (…)» (párrafo 4).

Los legionarios y consagrados de la Federación que dijeron “ya lo sabíamos” tenían acceso a fragmentos de información. Muchos recordarán como Rafael Arumí narraba los sucesos del 56-59 como una “gran bendición” pero mantenía a todos sin conocimiento real de los hechos porque toda la información que presentaba era fragmentada de modo que los pequeños retazos verdaderos sostenían una narrativa general falsa que podía llamarse “gran bendición”.

La técnica de Arumí en los años 56-59 fue también la actuación de Corcuera en 2006-2009, fragmentación de hechos.

Tuvo que venir un externo (HBO) a unir los fragmentos en una narración testimonial para que legionarios y consagradas pudieran «enfrentar la magnitud del mal que nuestro fundador había perpetrado.» (párrafo 4).

Pero John Connor insiste que no fue la docuserie de HBO. Él dice que tuvo su catarsis con el curso de historia preparado institucionalmente. Non sequitur… ¿Por qué los demás tienen su catarsis con la docuserie y no la tuvieron con el curso? ¿Connor tuvo un curso con información privilegiada? ¿hay un curso de historia para la “Cúpula” y otro para los de “a pie” tal como había comunicado capitular para superiores y otro para los de “a pie”?

Lo que la carta dice quiere decir entre líneas es que la docuserie ha suscitado gran inquietud entre los miembros, no sólo religiosos en formación, sino incluso entre los sacerdotes de muy diversas edades. Por ello, más adelante en la carta señala, entre otras medidas, que será publicado el texto de las respuestas de Andreas Schöggl y que además se están abriendo nuevos canales de escucha en la Dirección General «y queremos atender a las inquietudes legítimas» (párrafo 15)…

En esta línea va la exhortación a la tranquilidad, Connor dice «Me llegó una paz enorme al conocer la verdad de nuestra historia.» (párrafo 5), porque, según él, pudo constatar cómo el bien legionario crecía junto al mal del fundador: «el mal y el bien crecían juntos» (párrafo 5).

Quiere dar a entender que junto con Maciel hubo otras personas que eran buenas y virtuosas, sugiere algo como la parábola, pero no afronta el tema del trigo y la cizaña. Lo evade mencionando tres categorías de personas en torno a Maciel: los virtuosos, los que sospechaban y las víctimas.

Si aplicamos esta clasificación a la parábola tendríamos un campo sembrado con espigas de trigo que llevan granos, con espigas de trigo que no se sabe, con espigas de trigo dañadas y con una única espiga de cizaña llamada Marcial Maciel. Es decir, un sembradío de trigo y una sola espiga de cizaña. Pero la parábola de Jesús en Mt.13,24-30 no es así, sino que crecen trigo y cizaña de modo que no se pueden distinguir con facilidad (hecho que ocurre realmente en un campo de trigo). Este párrafo de Connor tácitamente asume la línea editorial del lobo solitario; del fundador malo, obra buena; Maciel malo, religiosos buenos, etc.

 

Vivir en la verdad para caminar en la luz

La carta pasa a mencionar acciones que se están emprendiendo y que deberían proporcionar serenidad a quienes se encuentran turbados. Aquí vemos un paso de apertura muy importante (al menos lo que está anunciado). El acceso a las fuentes históricas permitirá un estudio des-apasionado, des-ideologizado, des-mitificado de la historia tanto de la congregación como de lo que ahora constituye la Federación RC, como la figura misma del Fundador.

Entre más estudios haya, mejor se logrará conocer la verdad de los hechos y decantar la acción de Dios separándola de las obras humanas.

El segundo punto es una promesa vaga y engañosa. Nuevamente acciones en lo “oscurito”: «hemos encargado a un psiquiatra de prestigio internacional» (párrafo 9). Si de verdad tiene “prestigio” internacional, ¿por qué no dar su nombre?

Por otro lado, si aún no hay fecha para la apertura del Archivo Histórico, ¿qué va a estudiar el prestigioso psiquiatra? Se entiende que para realizar un estudio serio, es necesario acceder a las fuentes… pero si no hay fechas para la apertura de las mismas, ¿cómo podrá el prestigioso psiquiatra estudiarlas?

El tercer punto merece nuestro respeto… esperando que no sea propaganda hueca (false advertising) como cuando dijo “mi prioridad son las víctimas”. Transcribir todo el audio del Archivo Histórico es una tarea grande… Audios valiosos son las narraciones de la historia de la Legión, esos que realizó Maciel en audio-cassettes en torno a la fecha de la infección hepática, las grabaciones de conversaciones en reuniones de gobierno, etc. Tienen mucho menos interés las grabaciones de auto-hagiografía, las “questions”, o la colección “la voz del fundador”.

 

Conocer nuestra historia

Con la exhortación a conocer la historia, la carta vuelve al tono proteccionista y propagandístico. «Yo tengo planeado repasarlo de nuevo (el curso institucional de historia, párrafo 12)». Pero añade una frase -casi como pegada posteriormente-  que traiciona su misma narrativa y sinceridad: «Lo más valioso para mí son los testimonios de las víctimas, que por tantos años no escuchamos» (párrafo 12).

Y decimos que traiciona la narrativa porque en el Capítulo General (cuando eligieron a John) escucharon a víctimas de abuso sexual por parte del clero, pero víctimas ninguna de las víctimas relacionadas con la obra de Maciel; fue un acto institucional. Previamente, en el Capítulo General de 2014, cuando algunas de las mismas víctimas históricas habían dirigido una carta a los participantes… y no fueron escuchadas; es más, ni respuesta recibieron. En su lugar publicaron un comunicado de prensa. También fue un acto institucional.

Parecería que después de la serie de HBO ahora sí escuchan a las víctimas; pero no nos engañemos, en realidad están escuchando la presión mediática que la voz de las víctimas históricas de Maciel ha generado.

 

El tema del escándalo (de las heridas a la misión y mirar con esperanza)

Estos párrafos inician con el pasaje del fariseo y la pecadora; Connor habla de escándalo, pero el texto de San Lucas sólo dice que el fariseo mal pensó de Jesús (Lc.7,39). No se está leyendo la Biblia e iluminando la realidad, sino que se buscan textos acordes a lo que perciben como realidad.

La redacción de esta parte de la carta no está clara; parecería que los revisores cortaron algunas frases o insertaron otras forzando el hilo conductor. Pasa de la experiencia de la pecadora, a la historia de la Congregación violentando las comparaciones para equiparar una institución humana con la vida espiritual de una persona o con la historia misma de la redención.

Esas imágenes están tomadas sin el contexto bíblico adecuado para forzar al texto a decir lo que la línea editorial ha marcado. De esta manera hasta idealiza la magnitud del mal perpetrado por el fundador. Escribe: «La herida no es un paréntesis ni una mancha que deba ser borrada, sino una realidad teológica» (párrafo 18). Se oye muy bonito, pero no dice nada y engaña mucho.

Al origen de la Congregación no existe la “marca de una herida”, sino un Fundador malvado y enfermo cuyas verdaderas intenciones para iniciar la obra no han sido clarificadas. Hablar del inmenso daño causado por Maciel como “la marca de una herida” es sólo una idealización bucólica de los hechos.

Marcial Maciel Degollado fue una persona atribulada desde su niñez. Su personalidad desarrolló trastornos importantes y patologías peligrosas. Mentía con astucia y engañaba con alevosía. Esas fueron las realidades humanas con las cuales manejó la Congregación desde el inicio. Introducir la doctrina paulina de pecado y redención (párrafos 17 a 20) es una forma religiosa de huir del problema… espiritualizándolo.

Estos párrafos que tratan de ser más “teológicos” son en realidad una forma de huida. Se usa el apostolado como fuga in avanti, se usa la teología como fuga religiosa, se usa la espiritualidad como fuga mística. «Nuestra historia, asumida e integrada, no es un obstáculo para la evangelización» (párrafo 21) y luego mezcla con lo personal: «somos pecadores perdonados que anuncian la misericordia que hemos experimentado (…)»; después en el siguiente párrafo: «Tenemos una historia que contar» (párrafo 22), llevándolo al plano personal espiritual: «una historia de heridas y sanación, de pecado y arrepentimiento, de perdón y misericordia»…

Por eso Connor mezcla Connor las ideas del Obispo Franc Rodé según las cuales Maciel “ahorró” a los legionarios de la tentación de la vanidad por un fundador santo como San Juan Bosco. Añade el tema de la purificación de la memoria, el examen de conciencia, el arrepentimiento, la fragilidad y la Virgen de los Dolores… fuga religiosa.

Y aunque lo que dice el texto es muy correcto, loable y deseable: mirar a Dios y no a uno mismo, ser humilde, llevar la cruz… ¡pero hay un monstruo en la habitación! No está enfrentando el problema, sino que huye de él. Es como cuando una de las actualmente llamadas Consagradas (antes 3GFs) daba dirección espiritual a una señora que padecía graves problemas de abuso doméstico y la Consagrada le decía en “orientación moral”: “hacen falta más rodillas”. ¡Momento! ¡Time-out! Sí hay que rezar, meditar y suplicar a Dios. Pero la oración no es una fuga ni una solución mágica, hay acciones legales que tomar, hay que eliminar el abuso al menos con separación física…

Los legionarios tienen un monstruo en la habitación. La docuserie de HBO ha abierto los ojos de muchos y por primera vez están haciendo un alto para detenerse a pensar en el tremendo monstruo que está en la habitación.

A la luz de esta reflexión, todo indica que se ha acuñado un nuevo concepto teológico: el carisma por negación. Es decir, el carisma de la Legión brota de ser fundados por un delincuente sin escrúpulos ni auténtico sentido religioso.

«Es el momento de contar nuestra historia a la luz del Evangelio» (párrafo 23).

La historia la han contado tres de las víctimas históricas de Maciel, tres de los 8 Magníficos que lucharon en sus vidas contra la sombra de Maciel para contar la verdad… y terminaron luchando contra una institución que los vejó, los calumnió y consiguió dañarles en el patrimonio que habían rehecho. Esos 3 Magníficos, ayudados por periodistas y por una plataforma de streaming cuentan la historia y hacen la historia.

¿No conmueve la expresión del Honorable Alejandro Espinosa cuando dice que perdonaría cristianamente al monstruo abusador? Él no habla con citas bíblicas ni espiritualiza idílicamente una situación dramática de su vida. Cuenta la verdadera historia que los legionarios se han negado a conocer, la cuenta a la luz del Evangelio vivido, no exhortado embusteramente como quien promete y no cumple.

«Que cada comunidad dedique tiempo para orar y dialogar sobre estos temas»… ¿y de qué van a hablar? ¿del curso institucional de historia? ¿de las respuestas cliché en la página oficial acerca de Maciel?

Mientras historiadores y cronistas y estudiosos no puedan acceder al material documental y se conozca la verdadera historia de la Congregación, hablarán de lo mismo y seguirá la fuga in avanti.