Thursday, January 30, 2014

Colectividad: una Congregación nacida de un Psicópata



Sociológicamente resulta muy interesante analizar el comportamiento de los integrantes de esta organización en sus diferentes estratos, desde el núcleo más interior (los que gobiernan, tengan o no puestos) pasando por los sacerdotes, los religiosos, los llamados 3GM y 3GF y luego un círculo más exterior de laicos.

Quiérase o no, la criminalidad del Fundador y su narcisismo con tintes de magalomanía han impregnado profundamente la obra. No por nada una de las cartas atribuidas a él reza así: «55 años al servicio del Reino, y 34 de la Legión, han hecho una amalgama entre mi vida y la obra de Dios. Ya no soy yo por un lado y la Legión por otro; yo soy por la Legión que Dios me quiere, y como mi vida no puede verse separada de la Legión aquí estoy sin poderme ver separado de vosotros» (CNP 14/mar/1975). Este texto era recitado y declamado en “Academias” por los legionarios.

Un análisis sociológico manifiesta comportamientos que no son normales en un tejido social sano. Y no son los comportamientos típicos de una organización religiosa católica donde supuestamente por su cultivo espiritual son las personas más libres en este mundo. Los Legionarios, 3GM y 3GF SE COMPORTAN COMO UNA COLECTIVIDAD.

Un colectivo como la colmena o una colonia de hormigas o un nido de termitas. La comparación no es banal ni tiene connotaciones negativas. Estas imágenes son meramente funcionales. En una colmena los individuos están en función del todo (al igual que en el hormiguero o en el termitero). En la Legión, a esto le llaman “espíritu de cuerpo” y se inculca por todos los medios. Si un individuo comienza a actuar por sí mismo recibe una paulatina forma de incomunicación de facto de parte de los demás miembros, “rancho aparte”, le dicen, hasta que logran aislarlo por completo. Entre los legionarios hay muchos ejemplos de este comportamiento. Pero recordemos otra frase del Fundador: «Paso mis días, carísimos hermanos, entregando mi vida, dando lo mejor de mi ser, de mis esfuerzos para que vosotros podáis venir después a estos campos inmensos de trabajo que, como buen Padre, preparo para mis hijos, que serán después la prolongación de mi vida, de la Legión, del Reino» (CNP 15/may/1969). Así, se decía a los legionarios que NP fundó, NP evangelizó, NP construyó, NP consiguió, etc., etc. y todo centrado en la figura de la Abeja Reina.

Los testimonios de legionarios que “se han sentido usados” es incontable, el último más divulgado es del P. Deomar Deguedes. La colectividad usa las habilidades y destrezas de los miembros como si fuesen habilidades y destrezas propias de la misma colectividad. Otro ejemplo es el caso de Mel Gibson que fue abordado y cultivado por dos legionarios interesados en arte; ninguno de estos dos legionarios siguió, pero la Legión usó estas relaciones para acercarse al actor y productor de cine.

Una colectividad está formada por individuos. La colectividad es tal, sólo si los individuos funcionan (la palabra funcionar con toda su fuerza semántica) como miembros de un colectivo. Por eso la búsqueda del Carisma Perdido, la nueva redacción de las Constituciones, las pequeñas o grandes reformas cosméticas, incluso una intervención más contundente de parte del Sumo Pontífice poco harán a la organización: Los Legionarios en su estructura relacional son una colectividad.

Muchos exlegionarios se han quejado de la hostilidad con la que son tratados al salir (y no nos referimos a los gravísimos casos de quienes han sido demandados por la Congregación); nos referimos al trato cotidiano, al saludo en Facebook o al correo de recuerdo, etc. Esta hostilidad es un comportamiento natural en la colectividad. Ejemplo, cualquier insecto, animal o elemento ajeno a la colmena será rechazado por las abejas instintivamente, incluso una abeja de otra colmena. Por eso a finales de los 90 organizaron campañas para cultivar a los exLC conscientes del daño que ellos estaban causando a la organización con su descontento. Emplearon a un exLC de los afines al sistema, llamado Marcial Padilla para comunicar noticias e intentar ser un vínculo con la organización.

A este respecto resulta muy iluminadora la forma de proceder de otro psicópata. Charles Manson, Fundador de un grupo llamado “La Familia” (curiosamente los legionarios dicen ser familia), psicópata muy mediatizado, decía: “En un grupo donde yo pueda controlar toda la comunicación les haré creer lo que sea”.


Recientemente los legionarios han renunciado al férreo control de las comunicaciones que ejercían sobre los miembros del grupo. Muchos lo presentan como una victoria. Sin embargo, resulta que ya no es necesario tal control, porque la estructura legionaria está formada. Y no será la búsqueda del carisma perdido ni las Constituciones ni el Papa lo que traerá salud a este grupo. Los legionarios que han sido fieles (parafraseando la desatinada homilía de Mons. de Paolis), los que han permanecido han creído y CREEN en el ideal legionario. A este respecto recordamos una frase del Capítulo General de 1992: «No es nuestra intención desarrollar con amplitud cada una de dichas dimensiones, ni tampoco ofrecer una visión sintética de la formación integral legionaria, ya dadas magistralmente por Nuestro Padre en sus escritos. Pretendemos hacer, desde una orientación fundamentalmente apostólica y en clave del Movimiento Regnum Christi, algunas recomendaciones que potencien el esfuerzo de los formadores y de los formandos en su acción para alcanzar el ideal del apóstol legionario» (CCG II, 496).

Si se quisiera salvar al grupo, ¿qué se podría hacer?

En nuestra opinión, además de la mayoría de las recomendaciones que circulan por la red: Individualizar y aislar a los cómplices y colaboracionistas, renovar a los superiores (y no sólo reacomodarlos), publicar los resultados de una auditoría financiera, transparentar el origen y destino de los fondos, regularizar la propiedad de los bienes, hacer la verdad sobre algunos hitos históricos importantes, definir con claridad sus formas de apostolado, prohibir las técnicas voraces de reclutamiento, sea de vocaciones sea de "miembros", etc., etc....

Además de todo lo anterior y muchas cosas más es necesario destruir la estructura relacional de colectividad. Es un hecho que incluso organizativamente los legionarios no operan como congregación, sino como intento de multinacional. Hay que romper esa estructura creando provincias independientes como cualquier congregación donde el apostolado de cada individuo beneficie a la Iglesia local y a la Congregación. Atención, el bien común, no es el bien del colectivo. Después de esta reingeniería en cada Provincia deben tener talleres obligatorios para aprender a colaborar en sociedad siendo cada individuo él mismo; y no con el llamado “espíritu de cuerpo”; los casos más agudos deberán tener tratamiento psicológico.

1 comment:

  1. Comparto el análisis, pero no creo que eso de la "colectividad" sea el centro del problema. El error de fondo es considerar a los legionarios "soldados integrantes de un ejercito" por eso se llaman precisamente "legionarios". Recordad aquello que aparece en las primaras cartas "sicut castrorum acies ordinata" En un ejercito, el soldado, NO TIENE OPINION NO TIENE DERECHOS obedece y basta. En el ejercito no hay INDIVIDUALIDADES, solo hay soldados que son "usados" en función de las circunstancias.
    Creo que este es el verdadero carisma de la legión, otra cosa muy distinta es que eso sea evangelico

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