Wednesday, January 8, 2014

Comentario a la Homilía en la Misa de inicio del Capítulo General




Roma, 8 de enero de 2014

Mons. Velasio ha pronunciado una homilía en un tono mucho más moderado que su anterior apología en la misa de ordenaciones del pasado 14 de diciembre. Pero el tono general es ominoso. Deja entrever una cierta amargura reinante en el ambiente: «Han sufrido mucho, dentro de ustedes y también fuera» en otro lugar dice «han tenido una historia de sufrimiento que es importante no olvidar» y más adelante: «las lágrimas de su corazón».

Inicia la homilía indicando que cumplen un mandato preciso del Santo Padre; sin embargo cualquier persona con algo de juicio percibe que no ha sido completamente así. Por ejemplo, ¿dónde queda la ipsisima verba (las mismísimas palabras) del Santo Padre Benedicto XVI en el Communiqué del 1 de mayo? Nos referimos a la frase: «preservando el núcleo verdadero, el de la “militia Christi”». En ninguna de las declaraciones oficiales recientes sobre el supuesto carisma de la Congregación se ha hecho referencia esta indicación precisa.

Al igual que en la carta de convocación al Capítulo, Mons. Velasio deja percibir un sutil desdén hacia el Papa Francisco. Dice: «El Capítulo se coloca al final de un largo camino trazado por el mismo Santo Padre», obviamente se refiere al Papa Benedicto; porque el Papa Francisco le dijo en su carta: «Estos son pasos imprescindibles para el camino de (…)». Es decir, no se trata del final de un largo camino, sino de los pasos imprescindibles (casi como si dijese los primeros pasos). Muchos notasteis cómo anteriormente Mons. Velasio cuidadosamente había evitado referirse al Papa Francisco y sólo citaba al Papa Benedicto. Pues ahora en esta homilía hace una referencia de mera cortesía después de haber indicado que el Papa Benedicto ha acompañado a la Legión, dice: «también los ha acompañado a través del actual Sumo Pontífice Francisco».

Y comienzan las mentiras…  Dijo Mons. Velasio al poco de comenzada su homilía: «las constituciones que la congregación de los Legionarios ha revisado profundamente con la participación y compromiso de todos». Cualquier persona que con un poco de juicio que hubiese seguido la revisión de las Constituciones se dará cuenta que Ni es profunda Ni es con la participación de todos. Como referencia se puede consultar uno de los comentarios que hace referencia a la mentada revisión - reelaboración de las Constituciones, aquí.

Sigue Mons. Velasio: «He subrayado muchas veces que la revisión de las constituciones no podía considerarse simplemente como un trabajo técnico, sino que debía ser acompañada por un camino de examen de la propia vida, de revisión y de renovación espiritual del Instituto. Éste ha sido, dicho simplemente, el camino de preparación que hemos llevado a cumplimiento». Perdonad que cite el párrafo entero pero vale la pena. Mons. Velasio subrayó muchas veces… y los legionarios que son tan ciegamente obedientes no apuraban las votaciones para pasar al siguiente número en revisión, no se quejaban de que las reuniones les quitaban tiempo, no decían que era una pérdida de tiempo, no les daba miedo opinar a pesar de la vigilancia de los superiores y demás informantes, no llegaban a las reuniones sin haber leído los textos, no se quedaban con la reunión y después de la misma intercambiaban comentarios y material y Mons. Velasio tampoco les prohibió que usasen el email para dialogar… Tal ha sido, dicho simplemente, el camino que han seguido…

Después de un párrafo sobre el Espíritu Santo, Mons. Velasio vuelve con el tema de las Constituciones pero con un maquiavelismo típicamente italiano: «las constituciones que se darán, no serán simplemente un código de leyes que les una sólo externamente en la disciplina». ¿Acaso están unidos por el carisma fundacional?

«Serán más bien un texto que es expresión de una común vocación, de un común ideal, de una común visión y de un común camino de santidad». ¿Qué fundamento espiritual y teológico puede haber aquí? Ni siquiera podemos hablar de discernimiento comunitario; algunos de los legionarios más coherentes rechazaron calificar de discernimiento a la metodología de votar cada número y sumar los votos y luego hacer concentrados territoriales para llegar a un conglomerado general. Ni siquiera se siguió la metodología de una democracia más lineal.

Frase épica, dice Mons. Velasio: «El corazón de las constituciones es el carisma o el patrimonio espiritual del Instituto». Es decir, el patrimonio espiritual de los legionarios está en ese texto votado a regañadientes; no es el documento que publicó Luis Garza Medina sobre la espiritualidad (citando a jesuitas, dominicos, carmelitas y demás fuentes, pero ninguna legionaria), ni tampoco son las “Cartas de Nuestro Padre”. ¡¡¡El patrimonio espiritual de los legionarios está en el texto reelaborado de las Constituciones y que votaron TODOS los legionarios!!! (LOL… ups, sorry).

Y además, ¡el corazón de las Constituciones es el carisma! Con esta frase, Mons. Velasio certifica que EL CARISMA ES LA METODOLOGÍA. Y atención a los nostálgicos, es algo que también afirmó el Fundador, Marcial Maciel.

Salto algunas partes. Dice Mons. Velasio: «El deber primario de los superiores es custodiar y promover el carisma del Instituto». Esta frase nos ayuda a entender por qué los superiores han tratado así a los súbditos. Por qué los enfermos de nervios, por qué la falta de discernimiento, por qué el infantilismo (como el mostrado por los Capitulares Florencio y Juan Carlos) y sobre todo el porqué del aislamiento, el exilio y el ostracismo. No hay carisma, o mejor dicho, el carisma es la metodología, por eso el espíritu evangélico que menciona Mons. Velasio en el ejercicio de la autoridad, no ha estado presente ni ha habido caridad en el gobierno de la Legión… y son multitud los testimonios de los vejados, aplastados, orillados y afectados por la autoridad legionaria.

Salto algunas partes.

A modo de conclusión, Mons. Velasio habla de la «dificultad vocacional». Dice: «Los invitaba a la confianza y a la fidelidad, a esperar a que volvieran la luz y la paz antes de tomar una decisión». Pero aquí no se muestra maquiavélico, sino hipócrita. Volver a la luz, ¿cuál luz? La que él negó ocultando la verdad, la que él prohibió condenando el intercambio de mensajes…

«La gran mayoría ha permanecido fiel a la propia vocación de legionario». Sí, han permanecido fieles a la “vocación legionaria” calcada de su Fundador, Marcial Maciel. Por eso, los mismos Padres Capitulares que se encargaron de expulsar a otros miembros de la Congregación son los más fieles. Allí, entre los concelebrantes se encuentra sentado Eloy Bedia junto a otros cómplices, Bedia fue el que recomendó a los directores territoriales expulsar a los que opinaban diferente, pero dijo “tratando de que salga de ellos mismos” (Cfr. mensaje[1] enviado a los superiores 20/11/10) y además tratando de “encapsular sus efectos”.

Sigue Mons. Velasio: «Han escogido el único modo que el Evangelio conoce para la redención del mal: no la fuga, no el rechazo, no la condena a los demás (…)». ¿Dónde quedó el discernimiento? ¿Acaso Mons. Velasio usa las mismas técnicas de Marcial Maciel para retener a los más posibles incluso manipulando la conciencia con el Evangelio? ¿Cómo se atreve a pronunciar en una homilía que “no el rechazo” cuando el mismo descalificó a todo un grupo? ¿Acaso no es rechazo “encapsular” (usando las palabras de uno de los Capitulares) a quien piensa diferente? ¿No condenó Sylvestre Heereman a quienes habían salido diciendo que “no pensaron correctamente y que les faltó humildad”?

No cabe duda que si no toda la homilía, al menos los últimos párrafos pudieron haber sido pronunciados por el mismísimo Marcial Maciel, Fundador de los Legionarios.


[1] Mensaje enviado por Eloy Bedia el 20 de noviembre de 2010; posteriormente reenviado a más superiores. Lista de destinatarios que se encuentran sentados entre los Capitulares: Jose Gerardo Cárdenas, Emilio Díaz-Torre, John Connor, Julio Martí, Jesús María Delgado, Oscar Náder, Sylvester Heereman, Carlos Skertchly, Jaime Rodriguez.
¡10 de los Padres Capitulares tuvieron un mensaje en el que se recomendaba expulsar en nombre de la “unión y caridad” y ninguno reaccionó en contra!
Añado que en ese mismo mensaje recomendaba que los superiores tomaran el liderazgo de las “reuniones de reflexión comunitaria” (para votación de las Constituciones).

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