Se ha señalado con mucha frecuencia que uno de los temas “delicados” en
la obra creada por el Marcial Maciel, es el discernimiento.
De hecho, el consejero “pontificio”, Mons. Ghirlanda, dedicó varias de
sus conferencias[1]
dirigidas a los legionarios para aclarar lo que la Iglesia Universal, el
derecho canónico y en general la comunidad católica entiende por
discernimiento.
Sin embargo, el discernimiento en la Legión es algo singular. Por un
lado conocemos los testimonios de personas que por ejemplo abren su conciencia
en el fuero interno sacramental para exponer inquietudes relacionadas con el
discernimiento de su vocación… y la orientación que reciben es que “son
tentaciones del demonio”. Por otro lado tenemos continuas tandas de ejercicios
espirituales e incluso ejercicios de mes a los cuales los legionarios tienen
que asistir cada año por obligación, además del llamado bimestre de renovación,
los retiros de mes y otra serie de actividades semejantes.
De acuerdo con la tradición de la Iglesia, el espacio “privilegiado”
para el discernimiento de espíritus es el tiempo de retiro o aún más, los ejercicios
espirituales… ¿qué sucede en la Legión?
Si los legionarios tienen ejercicios espirituales de una semana una vez
al año…
Si los legionarios tienen un mes de ejercicios de mes durante el
teologado…
Si los legionarios tienen retiro espiritual una vez al mes…
Si los legionarios tienen ejercicios espirituales antes de la
ordenación diaconal
Si los legionarios tienen ejercicios espirituales antes de la
ordenación sacerdotal…
…estamos hablando de llegar a la ordenación sacerdotal con, más o menos,
unas ¡19 semanas! de silencio, discernimiento y meditación: ¿por qué tanto
problema vocacional? ¿por qué tanta salida? ¿por qué tanta vocación inducida?
Vamos indagando un poco sobre eso que en la Legión se llama “Ejercicios
Espirituales”.
A mediados de la década de los 90s se reunieron en el CES (Centro de
estudios superiores) en Roma, los “expertos” en la “espiritualidad” legionaria
discutiendo sobre la especificidad de los ejercicios espirituales legionarios. Allí
se argumentó ampliamente cómo los ejercicios legionarios no eran una adaptación
de los ejercicios de San Ignacio sino algo específico surgido del carisma del Fundador[2].
Bajo el impulso de Donal Clancy y Evaristo Sada destilaron el
“Instructivo de Ejercicios Espirituales según el carisma de la Legión” (un
libro verde) que los legionarios deben utilizar para predicar ejercicios.
Dicho “Instructivo” determina completamente la estructura de los
ejercicios, los temas de meditación, las meditaciones “obligatorias” y las
meditaciones “sugeridas” y los temas de espiritualidad que son “requeridos”;
además, ofrece “ayuda” y ejemplos de
cómo se debe organizar la propia vida espiritual para sugerir a los
ejercitantes, etc., etc.
La dinámica que ofrecen estos “ejercicios” (de ocho días) incluye 32 predicaciones
para meditar. El tiempo de meditación varía mucho dependiendo de la elocuencia
del predicador pues se dedica una hora a cada predicación-meditación. En
general el promedio de meditación personal es de unos 15 mins. o poco menos;
subrayamos, puede ser más o puede ser menos, dependiendo de la elocuencia del
predicador. La meditación personal se debe hacer sobre la predicación.
Todos los días hay otra predicación sobre virtudes u otros temas que
exhortan a la perseverancia y el crecimiento espiritual. Esta exhortación suele
ir acompañada de un cuestionario para examinar la vivencia de la virtud sobre
la que se ha predicado; se “sugiere” dedicarle unos 45 mins. al cuestionario.
Después de cada predicación con meditación hay un examen de conciencia para ver
cómo se ha vivido esa hora; a medio día y en la noche hay otro examen de
conciencia con un cuestionario para día de retiro para examinar cómo se ha
vivido el día, etc.
Entre una meditación y otra suele haber tiempo libre; después de comer
hay tiempo libre y a media tarde hay otro tiempo libre. Los tiempos libres son
de 10 y 15 mins. Por la tarde se tiene un largo tiempo libre de 40 mins. Pero
esos tiempos libres no son “libres” puesto que al inicio de los “ejercicios
espirituales” se tiene que preparar un programa de uso de los tiempos libres
para saber qué se hará en cada tiempo y no dar espacio a la «pereza que es la
madre de todos los vicios». El programa de tiempos libres suele aprobarlo el
superior para que “esté bendecido por la obediencia”.
En los tiempos libres se “sugiere” preparar el programa de
meditaciones, contestar los cuestionarios de virtudes, preparar el esquema del
plan de vida, escribir correspondencia epistolar a los superiores mayores, etc…
El instructivo de ejercicios además tiene indicaciones para las
predicaciones de distintos grupos, para los más jóvenes, para sacerdotes
adultos, previos al ministerio, etc., etc. Todo está determinado, de modo que
no queda nada dejado a la improvisación.
El instructivo tiene consejos para llevar y controlar el estado de
ánimo de los ejercitantes, indica cuándo el ejercitante tiene miedos, qué tipo
de temores enfrentará y cómo resolverlos…
Por lo tanto, cuando un legionario accede a la ordenación habiendo recibido
predicaciones durante unas 19 semanas de ejercicios a lo largo de su formación,
sólo ha recibido las mismas predicaciones con algunas variantes y de voces
diversas… pero los ejercicios han sido obligatoriamente los mismos. Ciertamente
de un predicador a otro hay mucha diferencia. Cada quien añadirá algo de su
vivencia y dará énfasis a los temas que considere convenientes, pero… libertad
de espíritu, no hay.
Muchos de los exlegionarios que salieron o se incardinaron acudieron a
ejercicios espiritualidades antes de dar dicho paso. Buscaron ejercicios según
la tradición de la Iglesia de acuerdo con el carisma de San Ignacio, no fueron
forzados a cuestionarios diarios o cumplimentar determinadas horas de
meditación diarias o teniendo un estricto programa de uso de tiempos libres…,
sino que dieron espacio al Espíritu en un silencio pleno que les permitió hacer
un sincero, libre y consciente discernimiento de espíritus.
Quienes han realizado ejercicios espirituales distintos de los
ejercicios “legionarios”, o como reza el manual “según el carisma de la Legión”
saben que no hay una exhortación obsesiva a la perseverancia o a la
generosidad. Saben que decir “Fiat” (hágase en mí) no es sinónimo unilateral de
“tengo vocación”, sino que “hágase en mí tu voluntad” puede significar una
vocación o estado de vida diverso del originalmente pensado. Saben que tener
dudas vocacionales es normal y que no son tentaciones del demonio…
La minuciosidad con la que se sigue el “manual de Ejercicios
Espirituales” en la Legión nos sugiere una primer causa del escaso
discernimiento de espíritus en la Legión: el Espíritu está sofocado con un
Programa, Guía y Calendario.
Cuando algún legionario intentó plantear ideas de esta índole en las
Asambleas de las Constituciones le tacharon de relajamiento. De hecho, cuando
alguno de los legionarios (guardianes del sistema) que revisan este Blog lean
estas líneas pensarán que estamos atacando a la Legión procurando relajar el “espíritu”.
Es una pena, pero los comprendemos pues ellos son incapaces de verlo de otro
modo porque fueron adoctrinados así. Siempre se enseñó que mayor tiempo sin
actividades programadas era algo “peligroso” porque podrían entrar quien sabe
qué vicios…
A este punto conviene señalar que el Consejero Pontificio subrayó en
sus conferencias que no puede haber discernimiento sobre la elección de Estado
de Vida una vez realizada tal elección.
¿Por qué tantos sacerdotes legionarios[3]
rehicieron su elección de Vida?
El grupo gobernante no se cansó de hacer propaganda; incluso el
Fracasado Delegado Pontificio señaló la “gravedad” de la situación en su
relación final, siempre refiriéndose al escándalo del Pedófilo Fundador y sus
70 años de gobierno. Sin embargo se cuentan con los dedos de una mano quienes
refieren el motivo de su salida a la “gravedad” de la situación.
¿Por qué rehacer la Elección de Vida después de más de 18 semanas de
ejercicios espirituales? ¿Acaso no fueron suficientes ejercicios espirituales a
lo largo de la formación? ¿y qué decir de los ejercicios espirituales ya como
sacerdotes donde supuestamente hay más tiempo de meditación pues son más cortas
las predicaciones?
La respuesta nos la da el mismo “Manual de
Ejercicios Espirituales según el «carisma» de la Legión”: todo está
determinado.