Thursday, October 23, 2014

Discípulo del Falso Profeta proclama la grandeza Legionaria y oculta la historia



Benjamín Clariond Domene publicó otro artículo más; en esta ocasión no para hablar de las estadísticas de la vida sexual de los miembros de su Movimiento, sino para proclamar cómo la Legión del falso Profeta está en el Corazón del Papa… Beato Pablo VI.

Al igual que con San Juan Pablo II, la relación entre el nuevo Beato, Pablo VI, y la Legión nunca ha sido esclarecida.

Lejos de investigar la verdad, los discípulos de Maciel, tal como hiciera el Delegado Pontificio, Velasio de Paolis, prefieren ocultar el sol con un dedo. En el artículo de Clariond no se hace la más mínima mención al criminal pedófilo, siendo que la relación con Giovanni Battista Montini[1] fue obra de su cultivo y no se entiende sin Maciel.

En el caso de San Juan Pablo II no sabemos si fueron los “sobrecitos”, si fueron las fotografías o qué, pero hay omisiones graves en su desempeño como Pastor Supremo en el caso de la Legión. Los documentos firmados por Su Santidad a favor de la Obra del falso Profeta en el año 2004 son un testimonio de ello. La Iglesia no ha querido esclarecerlo, sólo dijo que la relación del Papa con el Pedófilo Maciel no era impedimento para su santidad, y así lo creemos.

Con el Beato Pablo VI igualmente hay omisiones graves en su desempeño como Pastor Supremo en el caso de la Legión. Fue precisamente Pablo VI quien “legalizó” o “legitimizó” la obra fundada y erigida fraudulentamente. Había dudas fundadas, acusaciones graves y documentos contundentes pero el Beato Pablo VI tuvo “la Voluntad de no Saber”.

Efectivamente, aunque los legionarios no han querido publicar una historia por temor a la verdad, como dijera el vicario general, Sylvester Heeremann[2], “ahora nos vamos a dedicar a gobernar, allá otros que hagan la historia”… aunque los legionarios no han querido publicar ni investigar una historia (auditada por una comisión externa), se sabe que Maciel logró la erección canónica mediante fraude y engaño. La Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen de los Dolores era válida canónicamente, pero ilícita.

El Beato Pablo VI borró aquello con una especie de “sanación de raíz” y cambio de nombre. El hecho merece una investigación, pero ya conocemos que en el Vaticano existe una “Voluntad de no Saber”.

Marcial Maciel había sido reinstalado y readmitido a Roma después de una expulsión temporal y destierro. Fue readmitido en el interregno  bajo circunstancias sospechosas y controvertidas nunca aclaradas. La expulsión y destierro de Roma se debieron a acusaciones graves de toxicomanía y malversación de fondos (esto último no constatado en ese momento).

Giovanni Battista Montini es declarado obispo de Roma y sucesor de Pedro (el número 262) y apenas 20 meses después de su entronización, sin investigación previa y pese a los antecedentes y pese a las acusaciones y pese a las advertencias del episcopado mexicano y pese a la documentación ya existente en el Vaticano, el recién nombrado Sucesor de Pedro con el nombre de Pablo VI, otorga a Marcial Maciel Degollado, Falso Profeta, el Decretum Laudis de la Congregación de los Cordijesuitas el 6 de febrero de 1965 y en el mismo documento cambia el nombre a Legionarios de Cristo.

¿Hubo “sobrecito”? ¿Fueron las fotografías? ¿Hubo algo más?

¿Qué fue lo que cautivó a Pablo VI del Falso Profeta al grado de incurrir en grave negligencia de su responsabilidad como Pastor Supremo?

El Beato Pablo VI, al igual que San Juan Pablo II, tuvieron al lobo consigo y no sólo no protegieron a las ovejas, sino que dieron facilidades al lobo…


Benjamín Clariond no dice nada de lo anterior en su artículo, sólo sugiere que ellos están “en el Corazón del Vicario de Cristo” tal como les adoctrinara el falso Profeta…

Falso Profeta
El Falso Profeta, posando para la foto



[1] Su nombre completo era Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini
[2] Por la edad de Sylvester Heeremann entendemos una posible afectación en su educación básica debido a la influencia del régimen de las dos alemanias. De este modo desconoce a Cicerón, uno de los clásicos, con su “Historia Magistra Vitae”