Monday, February 8, 2021

Félix Alarcón y el juicio al Papa

El pasado 5 de febrero murió un sacerdote de una diócesis de Nueva York (EUA). Ya estaba retirado en España, su país de origen. Había sido ordenado en la congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de los Dolores, fundada por el falso profeta, Marcial Maciel. Félix Alarcón Hoyos murió acogido por la misma congregación que abusó de él, pero que ahora se hace llamar “Legionarios”.

Con la superficialidad que caracteriza a las agencias de noticias, Infovaticana repitió la nota[1] que publicaron los Legionarios acerca de la muerte. Agregaron una introducción que habla de la honra de los legionarios… no investigaron, no leyeron. Periodismo superficial de “copiar y pegar”.

 

Pbro. Félix Alarcón Hoyos, EXReligioso

 

¿Quién fue Félix Alarcón Hoyos?

Ingresó en la incipiente fundación de Maciel a los 16 años en 1950. Cargaba sobre sí algunas carencias afectivas las cuales supo ávidamente aprovechar el fundador. Años después el mismo Félix reconocía cómo buscó un papá en la figura del Padre Fundador. La relación de dependencia afectiva se transformó en una relación de sadismo y posteriormente en una relación de abuso sexual. Félix llegó a enamorarse de Maciel[2].

Marcial Maciel era un sadista o un sadomasoquista[3]; se ensañaba particularmente con Félix y luego también con Rigoberto[4] y otros de temperamento más frágil. Se notaba una particular fruición en su rostro cuando los humillaba en público y más cuando hablaba con palabras que hacían referencia a cosas que sólo entendían entre ellos.

“Nuestro Padre” (como se hacía llamar maciel) humillaba también a Félix haciéndolo presenciar actos de abuso sobre otros. No que Félix participara, sólo miraba. Para Félix el sufrimiento por el abuso sexual era “menor” si se puede hablar así que el abuso psicológico; era como un favorito de Nuestro Padre, pero no en el sentido sexual, sino que le gustaba tenerlo cerca; por eso, además, lo nombró secretario.

Más tarde, luchando contra su confusión interior, Félix tuvo la valentía de enfrentarse a su violentador y fue aislado - desterrado a Norteamérica. Volvió a Roma sólo para la ordenación y gracias a eso pudo salir e incardinarse en Nueva York.

El mismo Félix narró[5] cómo él vivía todo esto en silencio y pensaba llevárselo a la tumba como un sufrimiento que completa la Pasión de Jesús (Col.1,24). Pero José Barba y el daño que Juan Pablo II estaba causando a la Iglesia, le movieron a exponer la verdad junto con otros 7 compañeros.

 

El juramento de Félix Alarcón y sus compañeros

Después de otros intentos que por brevedad no mencionamos; en noviembre de 1997, ocho exreligiosos apelaron a Sumo Pontífice a través de una carta abierta. El texto que dirigen al Papa Juan Pablo II, sucesor 264 del Apóstol Pedro, es un testimonio de fe, de cultura, de amor a la Iglesia, de humildad y sobre todo de sufrimiento.

La carta fue publicada posteriormente en la revista mejicana Milenio[6]. Puede leerse aquí y aquí.

Juran por Cristo, solemnemente ante Dios y ante el Sucesor de Pedro, decir la verdad sometiéndose a cuantos interrogatorios fuesen necesarios. Y lo hacen no por venganza sino por un sentimiento impostergable de obligación conscientes del daño que el Juan Pablo II infringía a la Iglesia no sólo al proteger sino al honrar a un criminal.

  • Félix Alarcón Hoyos
  • José de Jesús Barba Martín
  • Saúl Barrales Arellano
  • Alejandro Espinosa Alcalá
  • Arturo Jurado Guzmán
  • Fernando Pérez Olvera
  • José Antonio Pérez Olvera
  • Juan José Vaca Rodríguez

 

La misión del Papa

Durante la Última Cena, Jesús anunció la traición de Pedro junto con una oración especial por parte del mismo Jesús y una misión: “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo, pero yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc. 22, 31-32).

Es muy significativo que la oración de Jesús no evita la tentación a Pedro, ¡tampoco la caída!, la negación ni la traición. Pedro conoce la debilidad, por eso también puede confirmar a los hermanos. Según el texto, la misión principal del Papa, consiste en CONFIRMAR a los hermanos.

“No le pidas a un pobre cura que juzgue al Papa” fueron las palabras de Félix Alarcón cuando se le preguntó acerca de la actuación del Papa Juan Pablo II respecto a Maciel.

Hoy resulta muy fácil declarar que el Papa provenía de un ambiente comunista donde se desacreditaba a los sacerdotes; pero ¿acaso no eran sacerdotes y exsacerdotes los que acusaban a Maciel? Hoy resulta muy fácil exculpar a Juan Pablo II con declaraciones vanas diciendo que no supo[7]

¿Dónde está Pedro en su sucesor Juan Pablo II CONFIRMANDO a los hermanos?

Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos… Lc.22,32

Félix Alarcón fue abusado sexualmente en múltiples ocasiones a lo largo de varios años. En una ocasión en la enfermería del Colegio de la Congregación en Roma, cerca de la capilla del tercer piso, Maciel mandó juntar dos camas: “Yo me acosté al lado derecho, Maciel al centro y Félix a la izquierda. Los tres estábamos desnudos. Comenzó la orgía de manoseos. En el paroxismo de la excitación me dejé llevar buscando acariciar el miembro de Félix… al pasar el brazo por encima de Maciel, me detuvo con fuerza y fuera de sí me gritó: ¡Allí no te metas! ¡Eso es mío!”

Cuando esto ocurría, Federico Domínguez, Exreligioso (qepd) ya había denunciado en 1954 a Marcial Maciel. La carta original se encuentra actualmente en la Congregación de religiosos y fue publicada como documento 113 en “La voluntad de no saber”[8].

El Papa en ese momento era Pablo VI, el cual, precisamente un 6 de febrero, pero de 1965 concedió la aprobación pontificia de la Congregación concediendo el cambio de nombre. ¿Investigó el Papa las acusaciones?

¿Dónde está Pedro en su sucesor Pablo VI CONFIRMANDO a los hermanos?

Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos… Lc.22,32

 

La burla de Benedicto XVI

La carta pública de 1997 apelando al Papa no fue la primera dirigida al Papa Juan Pablo II, ni fue la primera acusación como ya se sabe. Estos 8 exreligiosos ahora denominados los 8 Magníficos por su gesto de grandeza y honestidad buscaban dar a conocer la verdad. Todos ellos eran testigos de crímenes y a la vez víctimas.

José Barba, otro de los que acusaron públicamente a Maciel, fue violado sexualmente varias veces en la presencia de Félix Alarcón. Félix se tragó todo el sufrimiento en silencio. Cuando se le pidió dar testimonio de lo que había presenciado respondía que “prefiero pasar desapercibido”. Más tarde él mismo reconoció “Me dije a mí mismo: Bueno, yo he guardado silencio y he estado en paz con esto, Dios me ha ayudado a sobrellevarlo... Pero desde ahora, si estoy en la refriega, mi única dirección es decir la verdad”. Sin embargo su testimonio fue tímido y se limitó a poner la firma acompañando la vigorosa denuncia de sus otros 7 compañeros.

Félix sufrió abuso, pero a diferencia de la mayoría de los demás, presenció otros abusos. José Barba recuerda como Félix no hizo nada cuando Maciel le destrozaba el pene un jueves de marzo en 1955 (31 de marzo)… “prefería guardar bajo perfil”.

Pasaron más de 20 años después de la carta apelando al Papa, para que ahora Benedicto XVI, dijera que «De alguna manera estaban muy bien ocultadas (las obras de Maciel), y sólo desde aproximadamente el año 2000 contamos con asideros concretos al respecto. En última instancia, hacían falta testimonios inequívocos para tener realmente certeza de que las acusaciones eran ciertas»[9].

No hay certeza de qué fue lo que movió al Card. Ratzinger a iniciar la investigación en secreto. Uno de los secretarios personales de Maciel, Rafael Moreno[10], dedicó todos sus esfuerzos a mitigar el daño que Maciel hacía cuando la demencia senil ya no le permitía tener separadas sus distintas personalidades. No hay certeza, pero un vídeo de Marcial Maciel en un acto sexual con una mujer se hizo llegar al entonces Card. Rodè pidiendo que se investigara o que saldría a la luz más material como aquel.

Con información incontestable, con abundantes testimonios, con pruebas fehacientes y con miles de testigos probando la culpabilidad, el Papa Benedicto en lugar de proceder canónicamente aprobó un comunicado de prensa firmado por el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, William Levada (qepd).

Benedicto XVI rehusó a confirmar a sus hermanos en la fe para salvaguardar no sabemos qué formas y evitar no sabemos qué escándalo.

¿Dónde está Pedro en su sucesor Benedicto XVI CONFIRMANDO a los hermanos?

 

El comunicado aprobado por Benedicto

El párrafo final del comunicado reza así: «Después de haber sometido los resultados de la investigación a atento estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo prefecto, Su Eminencia el cardenal William Levada, ha decidido –teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud– renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado estas decisiones».

 

El comunicado es un acto de crueldad.

Para una institución que ha proclamado a diestra y siniestra la prioridad de las víctimas de abuso, ¿cómo logró publicar un documento sobre el abusador más infame de la historia eclesiástica moderna sin jamás mencionar a sus víctimas?   No hay ni una referencia, ni una mención de las vidas destruidas por el monstruo de Cotija. De hecho, hay más preocupación por la salud y la edad de Maciel que por la salud, la edad y la agonía de sus víctimas. Entre sus víctimas sexuales están los que perdieron la salud mental, los que se quitaron la vida, los que vivieron años de angustia y los muchos que perdieron la fe. A Maciel se le menciona cinco veces, pero ni una palabra para ellos. ¿Por qué las autoridades vaticanas trataron a Maciel con guante de seda cuando a sus víctimas los trataron con indiferencia? ¿Es esto confirmar a los hermanos en la fe (Lc.22,32)?

 

El comunicado incluye varias mentiras.

El comunicado dice que “a partir de 1998 la CDF recibió acusaciones contra el reverendo Marcial Maciel Degollado”. Es una falsedad patente:  el Vaticano tenía en su propio archivo una carpeta de acusaciones hechas desde los años 40s[11]. Y ¿cómo pudo afirmar el comunicado que en 2005 por motivos de edad avanzada el reverendo Maciel se retiró del cargo de superior general cuando fue el mismo cardenal Rodé quien en el 2004 le obligó a dejar su cargo cuando le confrontó con evidencia de la doble vida que llevaba[12]? ¿Es esto confirmar a los hermanos en la fe (Lc.22,32)?

 

El comunicado es un acto de encubrimiento.

A Maciel se le perdonó un proceso canónico: “teniendo en cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud”. Pero Maciel no tenía una salud débil. Al contrario, el viejo violador todavía pudo hacer viajes intercontinentales, quedarse en hoteles de lujo, vivir con su amante, escribir cartas y dar conferencias. Estaba en pleno uso de sus facultades como pueden demostrarse las fotos de él en Cotija, en la costa Amalfitana, en Houston, en Jacksonville, todas ellas tomadas después del 19 de mayo de 2006.

En casos graves cuando a un acusado se le exime de un juicio por motivos graves de salud, siempre hay un examen médico-psiquiátrico de parte de profesionales independientes. ¿Qué doctores examinaron a Maciel? ¿Qué psiquiatra verificó que era inhábil para someterse a un juicio? En todo caso es un juez quien manda a un preso a someterse a estudios y esos estudios se tienen que presentar en un juicio.

Maciel no estaba en un juicio, no estaba preso, no tuvo que presentarse ante un tribunal. Además de no seguir un proceso legal, el comunicado (y la decisión que fundamentó dicho comunicado) anula uno de los principios fundamentales de la ley: la enfermedad actual no te exime de la culpa por crímenes cometidos cuando estabas en plena salud. Los nazis fueron llevados en sillas de ruedas a sus juicios[13], con edad muy avanzada y con limitado uso de sus facultades.

Las autoridades vaticanas, a diferentes niveles cooperaron para asegurar que Maciel no fuera sometido a juicio. Maciel era protegido por un club de amigos: Cardenales, Papas, obispos y prelados que habían recibido favores del Midas de Michoacán a lo largo de las décadas.

A toda costa había que evitar un juicio a Maciel porque saldrían a la luz los millones que habían cambiado de manos, las obras de arte, los viajes a Cancún, los coches, las canastas y cruces de oro que el Midas michoacano donó a los pobres cardenales romanos. Un proceso canónico iba a revelar el grado de depravación y corrupción que había en el Vaticano. La intervención de Maciel en el nombramiento de obispos y cardenales iba a descubrirse, la cultura de favores sexuales se revelaría al mundo, la ausencia de fe y ética de la curia se divulgaría. Mejor invitar a Maciel a una vida de oración que dejar desenmascarada la bancarrota moral de la Santa Sede. ¿Es esto confirmar a los hermanos en la fe (Lc.22,32)?

 

El comunicado es una burla.

En la palabra “INVITAR” quedó cimentada la infamia del documento, del proceso Maciel y de la relación de Maciel con la cúpula de la Iglesia. Después de 60 años de crímenes contra los más      inocentes, incluyendo niños de apenas 12 años, Maciel recibió una invitación a una vida de oración y penitencia.

Maciel declinó tan fraterna invitación y se dedicó a sus viajes de lujo y a seguir calumniando a sus víctimas con el apoyo de los superiores legionarios. El proceso a Maciel fue una burla a todo proceso jurídico, un insulto a los que tanto padecieron y una patente manifestación de que Maciel tenía poder en el gobierno de la Iglesia.

Para los 8 Magníficos abrir sus heridas y exponer a otros su intimidad violada había supuesto un sacrificio ingente. “Yo ya había sobrellevado esto con la ayuda de Dios”, dijo Félix Alarcón. El Papa Juan Pablo II nunca les respondió, nunca hizo nada, ignoró su dolor. Ahora, el Papa Benedicto XVI aprobaba un comunicado de prensa para decir que renunciaba a la justicia, ¿Es esto confirmar a los hermanos en la fe (Lc.22,32)?

 

Los padrinitos de los que habla Papa Francisco

Jorge Mario Bergoglio recibió el problema que sus predecesores no habían afrontado. Como clérigo de una orden religiosa que Maciel trató de emular, el Papa Francisco entendía mucho mejor la problemática que podía sufrir la comunidad religiosa fundada por un criminal patológicamente dañado que se decía “inspirado” por Dios.

Al igual que el Papa Benedicto XVI, el Papa Francisco se negó a confirmar a los hermanos en la fe. Ambos pontífices viajaron a México (donde se encuentra el mayor número de víctimas sexuales de los legionarios); ambos Pontífices se negaron a recibirlos. Sólo queda el eco de aquellas palabras de Jesús recogidas por San Lucas “Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos…” (Lc.22,32).

En el avión, en el vuelo de regreso del viaje en el que se negó a encontrarse con las víctimas de la obra de Maciel, el Papa Francisco alabó la valentía del Papa Benedicto y habló de “padrinitos” de Maciel refiriéndose a sus encubridores al interno del Vaticano.

Si el comunicado del 19 de mayo de 2006 sólo demeritó la autoridad moral de la Santa Sede, las palabras del Papa Francisco reconociendo la valentía de quien se acobardó (según sus propias palabras) ante Maciel, terminan de desmoralizar a quienes veían al Papa como garante de la unidad en la Iglesia. Sí, de la unidad, porque si un clérigo puede abusar y cometer crímenes y sacrilegios y los Sucesores de Pedro sólo se limiten a comentarios superficiales… ¿a quién iremos? (Jn.6,8).

No es el tema de la presente reflexión; pero Benedicto XVI ordenó una visita apostólica a la Congregación. Como resultado de la misma se incluyó una declaración sobre el Fundador Marcial Maciel. Se trata de una declaración "post-mortem" que sólo reconoce lo que ya era de conocimiento público: "Los comportamientos gravísimos y objetivamente inmorales del P. Maciel, confirmados por testimonios incontestables, representan a veces auténticos delitos y revelan una vida carente de escrúpulos y de verdadero sentimiento religioso" (Comunicado 1 de mayo de 2010). 

El comunicado del 1 de mayo se refiere a la Congregación y poco o nada añade a las circunstancias en las que el Depredador Maciel fue exonerado.

 

Los sobrecitos y los huevos de pascua

Los religiosos que han decidido permanecer en la obra fundada por Marcial Maciel además de que deben cargar con el estigma del fundador criminal deben hacerse cargo del daño que institucionalmente han causado a las mismas víctimas.

Como ha venido saliendo a la luz, se sabe que Maciel no fue un criminal solitario, sino que creó una red de abusadores, los cuales a su vez abusaron de otros de modo que hay abusadores que se han denominado de 4ta generación[14].

Además de los abusos sexuales han aparecido innumerables testimonios de abuso psicológico, maltrato psicológico y abuso de conciencia por parte de Superiores legionarios; abusos que no son sexuales. Si a lo anterior agregamos los escándalos por desvío de fondos, cuentas off-shore, evasión de impuestos y otra serie de fraudes, quienes permanecen en la congregación de Maciel tienen una ingente labor de reparación antes de poder dedicarse a buscar su carisma.

En el último Capítulo General se prometió buscar la reparación y acercarse a las víctimas, no sólo las sexuales, aunque éstas ocupan el primer lugar por ser las más mediáticas. El nuevo superior general repartió el año pasado unos “huevos de pascua” entre algunas de las víctimas. Los huevos de pascua son como los “sobrecitos” que Maciel entregaba a los miembros de la curia vaticana para “facilitar las relaciones”. Los sobrecitos generalmente tenían cantidades de entre 3,000 y 10,000 usd. Parece que los “huevos de pascua” sólo son de 5mil usd.

Además, el actual sucesor de Maciel, John Connor, mencionó en una comunicación interna, que había tenido ocasión de encontrarse con Félix Alarcón. No fue el único. También lo hicieron Robles Gil y Corcuera. ¿Por qué se acercaron preferencialmente a Félix Alarcón y no a los demás? ¿Por qué publican que acogieron a Félix en sus últimos días y nunca mencionaron a Federico Domínguez también recientemente fallecido?

Félix, a partir de que rompió con Maciel buscó “pasar desapercibido”. Es algo que repetía continuamente, incluso ante el dolor de sus compañeros. Si el acercamiento de los legionarios hacia Félix fue sincero, en estos días deberíamos ver un acercamiento semejante a muchas de las víctimas no sólo a las que quieren “pasar desapercibidas” y cuya imagen se puede mediatizar.


Reiteramos la súplica a Pedro

De acuerdo con el texto del Evangelio de San Lucas, la misión fundamental de Pedro y sus Sucesores consiste en confirmar a los hermanos, ayudarles a conservar la fe y desarrollarla. Pedro debe desarrollar esta misión en la prueba y a partir de la prueba a lo largo de la historia.

El Papa puede hablar de los arbolitos del planeta, de los inmigrantes y de la fraternidad universal, pero debe ante todo sostener la fe de los hermanos en medio de las vicisitudes históricas. Recordemos que el texto de Lucas ya refleja la persecución que padecían las primeras comunidades cristianas. Aunque en el s. XXI aún hay lugares donde se persigue la fe, el principal escándalo y la “persecución contra la fe” proviene del interior de la Iglesia.

Tal como lo hicieran los 8 Magníficos en noviembre de 1998, le pedimos a Pedro en su sucesor el Papa Francisco que confirme a sus hermanos en la Fe.

Que abra una investigación transparente sobre los crímenes de Maciel, su rol en la corrupción de la iglesia y los ‘padrinitos’  que lo encubrieron durante tanto tiempo. Que publique dicha investigación como lo hizo con el otro prelado que llevaba seminaristas a la cama… no en la enfermería, sino en su casa de verano. Que haga la verdad sobre todos esos hechos para que acabe con el escándalo de la gestión de sus predecesores en el caso Maciel y otros semejantes.

Que imponga a la obra de Maciel directrices claras sobre la reparación a las víctimas no sólo las que padecieron abuso sexual, sino también las de maltrato psicológico, muchas veces dañadas irreparablemente. Que establezca límites de tiempo para que los Superiores y los sucesores de Maciel no sigan jugando con las esperanzas de quienes ya fueron victimados en su contacto con la obra de Maciel.

Santo Padre, Francisco, Jesús te dijo “Yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos”… Lc.22,32



[2] No se trata del complejo de Estocolmo, sino de una pervertida forma de abuso que crea confusión en la víctima. La carencia afectiva de Félix, la protección que experimentaba con Maciel a pesar del sufrimiento que le infringía le llevaron a quererlo sinceramente.

[3] Mucho se ha destacado el abuso sexual; pero quienes han padecido además el abuso psicológico, reconocen que el sufrimiento impuesto a formas de sadomasoquismo es tremendamente más hiriente y dañino.

[4] Rigoberto Fernández que es conocido en la congregación como Cristóforo Fernández.

[6] Milenio, 8 de diciembre de 1997.

[7] Slawomir Oder, postulador de la causa de canonización asegura que no encontró ningún elemento de culpa en la documentación del proceso. https://www.vidanuevadigital.com/2020/05/22/el-postulador-de-juan-pablo-ii-lo-tiene-claro-el-nunca-habria-encubierto-abusos/

[8] http://www.lavoluntaddenosaber.com/images/Doc113-24agosto1954.pdf

[9] Benedicto XVI entrevista con Peter Seewald en Luz del mundo, 22

[10] Cuando Maciel percibió que el secretario estaba cortando su libertad y poniendo cercos, lo separó del cargo y lo envió a Tierra Santa, posteriormente a Brasil.

[11] https://elpais.com/sociedad/2018/12/31/actualidad/1546256111_595163.html

[12] https://www.ncronline.org/news/accountability/legion-christs-deception-unearthed-new-documents-indicates-wider-cover

[14] Puede leerse el caso de Vladimir Reséndiz, que fue abusado en el seminario menor de los legionarios.