Thursday, August 1, 2019

Carisma y Verdad

Una estrategia de Control de Daños exitosa

A partir de las revelaciones de 2006, al interno del Grupo (LCRC) comenzó a admitirse la posibilidad de que las acusaciones de 1997, 1963, 1948, 1945, etc. eran reales y creíbles. Los Superiores manejaron todo con una perspectiva de Control de Daños como primer criterio de acción. Por eso Álvaro Corcuera (RIP) inició una campaña personal de comunicación.

Primero comunicó a los Superiores (los más antiguos e integrados) que Maciel había tenido una hija y sólo una. Observó reacciones, respondió preguntas. Esquivó el tema de las acusaciones de abusos y otros temas. Habló de la fragilidad humana y de la grandeza de la obra…

Después en pequeños grupos homogéneos se habló con los superiores más jóvenes y después con los gerentes (equivale a un vice-superior) de comunidad. La noticia debería permanecer en secreto hasta que Corcuera pudiera darlo a conocer personalmente.

Una vez que los superiores y la mayoría de los gerentes de comunidad estaban informados y preparados, inició la comunicación a las comunidades…

Robles-Gil dando cátedra sobre el "servicio"


Para muchos, esta forma de proceder había sido un error; incluso el mismo Luis Garza Medina así lo pensaba. Sin embargo, desde el punto de vista de control de daños, la campaña de comunicación fue un éxito. Álvaro Corcuera, con gran sacrificio personal, había impedido un desmembramiento masivo.

Los juicios preliminares sobre Álvaro Corcuera en cierto sentido han sido injustos. Si consideramos que durante el primer lustro de este siglo (milenio) la mayoría de los miembros activos de la Legión o el 3G se encontraban muy lastimados por diversos “experimentos” tanto de Luis Garza Medina como de Evaristo Sada Derby… El Grupo Integer había atropellado a todos los que se encontraban en su entorno creando una autoridad-gobierno paralelos al interno del LCRC; y por su parte, Redmisión y otras filiales habían sometido a los miembros del LCRC a un estrés frenético con una metodología calcada de grupos evangélicos. Como el ambiente estaba “enrarecido”, la revelación sobre la vida criminal del Fundador habría supuesto un éxodo progresivo. La estrategia de Corcuera evitó tal sangría. El éxodo se dio inicialmente en pequeños grupos y luego en un goteo continuo que fue disminuyendo paulatinamente, en lugar de aumentar.

Álvaro Corcuera, Evaristo Sada y Luis Garza para finales de 2005 ya tenían dudas fundadas sobre Normita, hija de Maciel y Norma una de sus concubinas. El comunicado de la Santa Sede respecto a Marcial Maciel fue el 19 de mayo de 2006. La primera comunicación oficial por parte de la Congregación reconociendo el escándalo de Maciel se dio hasta el 25 de marzo de 2010 (anticipando el comunicado de la Visita Apostólica). Este lapso de 4 años dio el tiempo necesario a Corcuera para implementar su estrategia de control de daños.

El manejo de los tiempos fue importante aunque no siempre intencional. La salida de los miembros también se manejó con el esquema de control de daños (siempre ha sido así); de algunos profesores se dijo que la Legión los había “prestado”; de los superiores se minimizaba el hecho y se aducían causas de salud o psicológicas. Algunos legionarios llegaron a decir que tal o cual no pudo soportar la noticia de lo del Fundador y su psicología se vio afectada y por salud tuvo que salir.

El esquema de excusas siempre fue:
·         Sale por motivos personales
·         Sale a causa del Fundador
·         Sale por salud
·         Sale por afectación psicológica


La ética y los valores

Una estrategia de control de daños tiene su propia escala de valores; es decir, una ética propia cuya percepción de valor (como diría Donal Clancy) consiste en el bien de la Institución que se desea proteger. Corcuera mintió, pero él no lo percibió como un mal moral… se trataba de “evitar el escándalo” eso se decía a sí mismo. Robles Gil mintió, pero él no lo percibió como un mal moral… es lo que le habían informado (fue lo que dijo al retractarse del caso Deomar Deguedes). Luis Garza mintió, pero trató de no hacerlo, pues conocía el costo de la mentira. Sí lo percibió como un mal moral y se lo reclamó a Corcuera. La mayoría de los Superiores mintieron, muchos de ellos con una perplejidad y desconcierto totales, literalmente estaban en una catástrofe (καταστροφή) y dijeron muchas cosas de las que posteriormente se arrepintieron.

En todas las Congregaciones y Órdenes Religiosas, la salida de los miembros se maneja con discreción, prudencia y dignidad. Mucho depende de las causas y motivos de la salida. El criterio que rige es la caridad cristiana, el bien común y de la comunidad así como la dignidad del exmiembro. En el caso de los legionarios el criterio fundamental es el bien de la Institución y la imagen de los Superiores.

La mayoría de quienes salieron por causas “normales” (dígase falta de idoneidad o discernimiento) se sintieron profundamente humillados. Generalmente recibieron el aviso de su salida el día anterior o un par de días antes. Tuvieron que salir de madrugada o por la noche cuando la comunidad se encontraba en silencio; se les impidió despedirse o hacer contacto con alguno de los compañeros; si alguno escribió o llamó después, la comunicación fue cortada, etc. Quienes salieron con alguna aspereza, en cambio recibieron amplia publicidad por parte de los Superiores: estaban mal, eran hojas secas, eran de la rama podrida, nunca estuvieron realmente integrados, eso les sucede por irse a confesar fuera de la Congregación, la falta de perseverancia es el fruto que cosechan, etc., etc.

Es célebre la escena que montaron Maciel y los Superiores cuando un grupo de profesores salió. Un ejemplo nítido de “Control de Daños” y de manipulación grupal. Misa en la basílica de San Pedro por la fidelidad a la Iglesia y  la doctrina de la Iglesia. En la homilía, Maciel dijo que “tuvimos que pedirle a un grupito de profesores que dejaran de enseñar algunas doctrinas o que tenían que salir de la Congregación”.

La forma de tratar a quienes salen de la Congregación, en el caso de los Legionarios, nunca ha sido criatiana.


Límites del Control de Daños

El control de daños es imagen, manejo de la comunicación, asimilación de los hechos por parte de la opinión común, interpretación de los sucesos, etc. Esto no altera ni los hechos (que son sucesos del pasado, verificables), ni la “naturaleza” de las cosas (natura en el sentido tomista, como principio u origen de operaciones). Por eso, aunque los superiores hayan interpretado hechos y atropellos cometidos por la Congregación, eso no cambia el hecho en sí mismo.

El Control de Daños también tiene genera un desgaste. Pensemos en la fábula de Pedrito y el Lobo. Algunos Superiores dijeron que el problema de Maciel había sido su enfermedad; otros Superiores dijeron que la salida de Santiago Oriol había sido por enfermedad (hasta que se publicaron sus motivos); Eduardo Robles Gil y otros Superiores dijeron que la salida del Vicario General, Deomar Deguedes, había sido por motivos de salud (hasta que él publicó una carta)… Tanto han usado el tema de “motivos de salud”, que cuando alguien sale por verdaderos motivos de salud, la explicación ya está muy desgastada.

Los escándalos y las explicaciones han sido innumerables. Las víctimas sexuales del fundador, el escándalo del consumo de drogas del fundador, el desvío de recursos económicos por parte del fundador… hechos verificables desde los años 40s. los escándalos sexuales de otros miembros, los lujos y faltas al voto de pobreza de muchísimos miembros, escándalos financieros, Panamá papers, Paradise paperes, abusos en los seminarios menores, uso de donativos con otros objetivos, engaño para conseguir herencias de viudas, desvío de fondos, evasión fiscal, falsificación de documentos, etc., etc., etc. El desgaste de las campañas de comunicación es evidente y por eso han vuelto a la estrategia de comunicar lo menos posible.

Es importante mencionar que los escándalos no son únicamente de miembros de la comunidad LCRC; sino que varios de los escándalos son institucionales. Este síntoma es importante sociológicamente hablando pues evidencia cómo la naturaleza (principio de operación) de la Institución genera cierta escala axiológica en los miembros.

Una persona que no actúa como budista, no es budista; del mismo modo que una institución que no actúa como cristiana no es cristiana.


El mantra

A partir del comunicado de la Santa Sede del 1 de mayo de 2010, la comunicación institucional de la Congregación y el extinto Movimiento RC (ahora son Federación) adquirió un aspecto muy importante: la fundamentación.

Para entender esto es necesario mencionar algunos puntos históricos…

A partir de la llamada “Gran Guerra” posteriormente denominada “Gran Bendición” Maciel se vio obligado a cambiar de estrategia. Aún no estoy listo, decía, pero tengo que “hacer algo para que crean (en mí)”. Frase textual; nótese que la referencia a sí mismo está entre paréntesis, porque eso no lo dijo, pero con sus gestos lo implicó. La idea general era que la Visita Apostólica, su destierro y las informaciones que circularon sobre sus adicciones habían “debilitado” mucho la imagen que se tenía de él como Fundador.

Desde 1946 (año oficial de la fundación) hasta 1954, no hubo ninguna obra de apostolado, ninguna actividad pastoral, ningún servicio a la Iglesia, ninguna irradiación del carisma en el Pueblo de Dios. Lo primero que hicieron los legionarios como actividad apostólica fue una escuela para el segmento socioeconómico privilegiado. Obra apostólica que no surgió de la irradiación del carisma, sino de una oportunidad financiera. A diferencia de los Maristas, Lasallistas, Christian Brothers, Salesianos, etc. que en su carisma tienen la educación como un camino de santidad los legionarios iniciaron “su proyecto educativo” como una metodología.

Una Congregación religiosa sin ninguna labor apostólica, sin ninguna obra de caridad, sin ningún apostolado y que no es contemplativa… con un Fundador acusado en repetidas ocasiones de varios crímenes y de distintas violaciones al derecho vigente… Maciel tenía que hacer algo y con urgencia.

En 1964 inició la Universidad Anáhuac… donde se pudo. En una casa. Y otra obra de apostolado “hueca” (tanto que los legionarios más jóvenes ni la consideran obra de apostolado) el Centro Cultural Interamericano.

Tres obras de apostolado florecientes, dos nuevos noviciados y las correspondientes fotografías (recordemos que montar una fotografía en 1965 era un acontecimiento). Llegó el Decretum Laudis con vigencia de 7 años.

Un año después vino el Instituto Irlandés, año 1966. Al igual que el Cumbres, motivado por una oportunidad y no por una irradiación del carisma. En palabras de Maciel: “tuve que espumar lo mejor del Cumbres al Irlandés para hacerme la competencia y evitar que otros me la hicieran”.

La actividad frenética del 59 al 66 por parte del Fundador tuvo buenos resultados y la imagen de la Congregación comenzó a cambiar y a darse a conocer, además con un nuevo nombre: Legionarios.

El inicio de las obras apostólicas de la Congregación lleva un sello importante: la oportunidad. El Irlandés de Monterrey, el Cumbres-Godwin de Mérida, la alianza con el IEST de Tampico, la Universidad del Mayab, etc. obedecen a la oportunidad, a la ubicación “comercial”, a una estrategia de mercado. Incluso llegó a comentarse que “Nuestro Padre tiene un gran sentido para saber hacia dónde crecerá la mejor parte de la ciudad”; el grupo de los más “místicos” decía que era “Gracia de Estado”, lo más prácticos decían que era la experiencia del Fundador.

El hecho es que las obras iniciadas por los legionarios no brotan de una irradiación del carisma; como cuando las Misioneras de la Caridad abren una casa en Nueva York… Antes de abrir un colegio u otra obra se sigue una rigurosa planeación financiera, se analiza el valor comercial de los terrenos, la población de la zona, etc. Y cuando una obra regentada por los legionarios ya no es negocio, se abandona o se cierra: Instituto Zambrano en Chile, Cumbres de Cuernavaca, Villaggio dei ragazzi en Italia, etc. No hay irradiación del carisma sino sentido mercantil.

Cuando la Santa Sede declara en 2010 que el Fundador era un hombre carente de sentido religioso, el silogismo es categórico… la obra por él fundada carece de sentido religioso. Al comunicado de la Santa Sede siguieron múltiples escándalos “corporativos”, algunos juicios por patrimonio, y otras revelaciones en Legioleaks como la clasificación de bienhechores, de obispos, la clasificación de legionarios por el nivel patrimonial de su familia y por su posible herencia, etc. Para muchos resulta obvio: “la obra por él fundada, carece de sentido religioso”.

Con todos estos elementos urge fortalecer no ya la figura del fundador ni la adhesión a la institución. Entonces comienza la repetición con la iteración de un mantra: tenemos un carisma, la fuerza del carisma, la familia del RC y su carisma, el don de Dios en la familia RC, el RC que hay en ti, el carisma que Dios nos ha regalado…. En TODAS las alocuciones públicas de Eduardo Robles-Gil durante 2018 estuvo presente alguna de esas frases en más de una ocasión.

Los miembros de la Federación RC están convencidos que han recibido un carisma divino. Pero dicho belief, tal convicción, está fundado en la repetición de una frase y no en la realidad de los hechos. No hay ninguna fundamentación teológica del supuesto carisma, no hay ninguna fuente histórica del supuesto carisma, no hay ningún acontecimiento histórico del supuesto carisma y lo que es más importante no hay ninguna presencia del supuesto carisma en sus obras e instituciones.

Es importante afirmar que sí hay espíritu cristiano en la mayoría de sus obras; sí hay una fisonomía propia y una identidad distintivas. Pero eso no debe ni puede confundirse con un carisma del Espíritu.

La repetición continua de frases como “el carisma que Dios nos ha regalado” no constituye ninguna fundamentación. Lo más que logran las repeticiones es el autoconvencimiento, tal como resulta de la fuerza de un “mantra”.

Si la estrategia de comunicación y control de daños evitó un éxodo masivo, el “mantra” sostiene la perseverancia.

Cabe la interrogante, ¿qué no tienen formación teológica? ¿no hay cuestionamientos sobre frases como “el carisma que Dios nos ha regalado”?

Falso Profeta



Las Interrogaciones

Al interno del grupo LCRC se da un fenómeno ya muy estudiado sociológicamente. Todos los grupos que afirmaron la llegada del fin del mundo, incrementaron el número de sus adeptos después de que pasó la fecha anunciada y no llegó el fin del mundo. Por ejemplo en 1843 y 1844 los Adventistas, los Testigos de Jehová en 1925 y 1975, los niños de Dios en 1993, la Misión Rama en 1975, etc.

La explicación sociológica más aceptada es que se crea una gran expectativa ante determinada fecha o fenómeno. Pasado el momento de expectativa ocurre una gran decepción y un reproche personal; el mecanismo de defensa psicológico suscita un incremento en el fervor para compensar la decepción y por eso se incrementa considerablemente la actividad proselitista y la participación en otras actividades. Los líderes de la secta o grupo ofrecen explicaciones que la mente de los decepcionados está dispuesta a aceptar porque necesita autoconvencerse de que no ha sido engañado o sujeto de un gran fraude con algo tan íntimo como es la creencia religiosa. Esta explicación se corresponde a las estadísticas de estos grupos mencionados y muchos otros.

Ahora consideremos que los ingredientes de la “decepción religiosa” no son ni los UFOs, ni la llegada de un cometa, ni el calendario maya, ni la profecía de algún Smith… sino elementos de doctrina cristiano católica. Es un tema muy delicado. Es como engañar usando la verdad… como crear ceguera usando la luz…

En el caso de los UFOs u OVNIs o de la llegada de un cometa, los hechos son fácilmente verificables; aún así, hay gente que se deja engañar. En el caso del calendario maya, se requiere un poco más de razonamiento y cultura arqueológica, pero es relativamente fácil verificar la realidad. En el caso de profecías de algún iluminado, preacher, pastor, pseudomesías o lo que sea dependerá en primer lugar de su ortodoxia y su apego a la doctrina católica y en segundo lugar del grado de distancia o afinidad con las ideas del predicador y de su acercamiento o reserva afectiva respecto de la persona del predicador o de la persona que hace de mediador. Con todo, es posible desmontar las falsas doctrinas con razonamientos y con una vida emocional sana.

Pero… ¿cuándo la doctrina es ortodoxa y se predica fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia?

El engaño es muy difícil de desmontar y se requiere además de la reflexión, de la sanidad emocional y del sentido común, se requiere mucho discernimiento evangélico.

Discernir la autenticidad de la frase “el carisma que Dios nos ha regalado” no es fácil para alguien envuelto en ese supuesto “regalo de Dios”.

Pero una mirada simple con ojos sin anteojos o filtros colorantes permite ver que una institución cuyo primer criterio de comunicación no es la Buena Nueva sino el Control de Daños y cuyo leit-motiv es más un mantra, no es de Dios. Como el trigo y la cizaña es necesario reconocer la acción de Dios a través del fervor de los miembros y reconocer la estafa de un Falso Profeta carente de sentido religioso.

Hacia 1991, a decir de varios testimonios, Maciel repetía reiteradamente: “¿Cómo hacer para que no me vean a mí, sino que vean la obra de Dios?” Esta declaración tiene dos aspectos importantísimos. Primeramente, Maciel estaba colocado al centro de su obra; era imposible no verle a él. Incluso los Capitulares del 1er Capítulo General Ordinario incluso declararon que “nosotros somos las manos, los pies, la boca de Nuestro Padre”. El segundo aspecto es la referencia a la “Obra de Dios”. Maciel se colocaba al centro de la obra y decía que era la obra de Dios; había frutos buenos, había frutos de santidad y Maciel sabía aprovecharlo para su brillo personal, incluso con la falsa humildad.

Maciel había habló en ese período de “la obra de Dios”; pero ya antes había hecho referencia a ello. ¿Puede un Falso Profeta declarar que algo es obra de Dios?

Unos años más adelante, y por insistencia de Evaristo Sada, Maciel habló del carisma. Fue en torno al año 2001 en el periodo estivo al Sur de Italia. Maciel dijo cosas distintas en dos días distintos sucesivos. Su primera declaración respondiendo una pregunta directa sobre el carisma fue completamente cantinflesca. Dos días después volvió sobre el tema pues lo anterior había sido muy vago. En esta segunda ocasión dijo que el carisma era la caridad con un matiz que la distinguía del resto de las congregaciones.

Las palabras TEXTUALES de quien los actuales legionarios consideran el transmisor del carisma fueron: «Ese matiz tendría que ser un grande amor a Cristo, un amor desde la fe inmenso para con las almas redimidas por la sangre de Cristo; una lucha franca, abierta, audaz para lograr que se viviese el espíritu de caridad y de amor entre los hombres».

Para ser ese el carisma, en la vida legionaria de la mayoría de nosotros, no se habló del amor a las almas (por ejemplo con la recurrencia e insistencia con la que San Juan Bosco lo hacía). Por otro lado, la mención de la lucha corresponde a un modo, o mejor dicho a una metodología. Si pensamos en el espíritu de rivalidad con que se vive el famoso “Torneo de la Amistad” o la lucha por tener la mejor graduación, o los pleitos que ha habido frecuentemente entre alumnos de los colegios legionarios, nos damos cuenta que su principal obra, la educación, no inculca el espíritu de amor y caridad entre los alumnos.

El Fundador, Falso Profeta, no transmitió nada de carisma… a lo largo del tiempo desde la fundación en 1946 sólo hizo declaraciones rebuscadas que él decía eran inspiradas por el Espíritu…

Volviendo al día de hoy. Cada vez que un miembro de la Federación, sea religioso legionario, sea consagrado o sea adepto… cada vez que un miembro de la Federación RC afirma algo del carisma, está repitiendo y reflejando lo que hizo su Fundador.