Friday, March 31, 2017

Escuela de Moral Legionaria

La historia de Thomas Dudley Williams está unida a la de la Legión con muchos vínculos. No sólo fue del clan de superiores y superior de la dirección general, sino que gozó de los privilegios que se otorgan a los legionarios mimados.

A todas luces, la "vocación" de Thomas fue inducida desde el Regnum Christi. Él y su familia gozaron del favor de Lorenzo Gómez de modo que fueron paulatinamente captados; pero Thomas además encontró una "carrera" prometedora ascendiendo rápidamente. Comenzó a ser superior casi desde que terminó el noviciado, etc., etc. El brillo de Thomas se opacó cuando los superiores supieron que había engendrado un hijo, aún ejerciendo el ministerio sacerdotal y contra su voto de castidad. Corcuera y los demás discípulos de Maciel trataron de colocarlo en otro lugar.

En la Moral Legionaria no existe el escándalo.



Thomas asimiló la moral legionaria muy especialmente desde que concluyó su noviciado, pues comenzó desde entonces a ser superior. Imaginad la deformación y el ego para un religioso que se convierte en "formador de novicios" prácticamente un año después de haber concluido el noviciado (1988). Han sido los criterios legionarios los que han iluminado sus grandes decisiones en la vida.

Autor del libro "Knowing Right from Wrong: A Christian Guide to Conscience" y Profesor de Moral en el Ateneo legionario... al parecer en la escala axiológica legionaria (y por tanto de Thomas) no existe el ESCÁNDALO.

Es por ello que Thomas, después de haber salido de la Legión en muchos aspectos continúa actuando como legionario. Un dato: Las normas eclesiásticas para quienes dejan el ministerio sacerdotal son bastante obsoletas al no considerar los mecanismos de comunicación modernas. En pocas palabras mandan "ocultarse" a quien ha dejado el ministerio para evitar el escándalo. Aunque esto es imposible de vivir hoy en día, se pide al menos un mínimo de discreción y coherencia. Pero, claro está, si el ESCÁNDALO no forma parte de los actos inmorales como lo sucede en la moral legionaria... por eso recientemente Thomas Dudley Williams apareció en una Conferencia de Prensa y ha publicado sus excusas públicas justificando su proceder.

Marzo de 2017

Monday, March 13, 2017

Coherencia Legionaria


Coherencia Legionaria

En las recientes comunicaciones del superior general de los legionarios, Eduardo Robles Gil, actual sucesor de Marcial Maciel, percibimos una línea de coherencia y continuidad en cuanto a la vivencia de la caridad.

En una carta sobre la pobreza (18 de julio de 2016) afirma «En la Legión tenemos algunas particularidades en la vivencia de la pobreza como son, entre otras, la consideración del uso del tiempo en cuanto don precioso que Dios nos da, y la necesidad de usar ciertos medios adecuados para evangelizar según nuestros apostolados específicos».

Luego señala que el voto de pobreza tiene más particularidades que los otros votos en la Legión. Es decir, en la Legión se sigue considerando el tiempo personal como algo muy valioso y sujeto al voto de pobreza.

Sin embargo, cuando una persona ha dedicado 15 ó 30 años de su vida a la Legión y luego sale, parecería que el tiempo deja de tener tanto valor. Es decir, sólo vale el tiempo de los que son legionarios. Más de alguno se acercó a los superiores a solicitar ayuda para poder rehacer su vida, después de haber dejado más de 2 décadas de su tiempo y vida… la respuesta de Eduardo ha sido que el consejo revisó el caso y que “no podemos hacer nada más”.

En la misma línea está la respuesta a la pregunta de Jesús María Delgado sobre las becas para los exlegionarios. En el Prot. DG-LC 3225-2016 Eduardo responde: “no debe haber becas habituales a quienes dejan la Congregación para concluir los estudios en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, ni tampoco becas de pensión en el Pontificio Colegio Internacional Maria Mater Ecclesiae.”.

Mano de obra barata... Viandas para los Obispos


Aquí hay algo que non sequitur, si Eduardo dice en una carta sobre la pobreza que el tiempo es algo muy valioso, ¿por qué se “anula” el tiempo de quienes dejan la Congregación? Atención, no es Gabriel Sotres el que firmó dicha carta para engrandecer el “ideal legionario”. Es una carta de parte del Superior General avalada por el Consejo.

Veamos al Consejo…

Para el primer consejero y vicario general, el tema de la ayuda a quienes dejan la Legión no le supone ningún peligro personal ni es un tema que le afecte directamente, por ello Arrieta posiblemente votó “negar ayuda”. Quizás en algún caso particular él podría presentarse como intercesor, muy a su estilo protagónico y camaleónico.

Juan Sabadell posiblemente pudo haber votado a favor de ayudar a quienes dejan la Legión si consideramos lo que expresa en aquella carta propagandística de “mea culpa” (10 de diciembre, 2013); pero si juzgamos sus acciones tanto actuales como cuando era responsable de la recaudación de fondos (FRO) entenderíamos que con facilidad pudo haber votado por negar la ayuda.

Jesús Villagrasa está completamente alineado al sistema, habiendo pertenecido al círculo interno de Marcial Maciel para atacar a los jesuitas. Posiblemente también sugirió negar ayuda a quienes dejan la Legión.

Sylvestre Heereman con toda seguridad votó que se negara ayuda a quienes dejan la Legión. Recordemos que él dijo en la conferencia por él titulada “La recta Final” (octubre 2013), que quienes dejan la Legión son unos soberbios y son incapaces de pensar correctamente.

Aunque no pertenece al Consejo General, en algunos temas se requiere su participación con voz activa. El hecho es que José Gerardo Cárdenas no tiene una línea definida, ni siquiera la de la Congregación; por algo era apodado “El Corcho” en Chile… porque siempre permanece en la superficie y porque siempre va donde la corriente es más fuerte. Al ver las demás opiniones, José Cárdenas expresó una tímida sentencia sobre la ayuda a los exmiembros, pero terminó conformándose a lo que opinaban los demás.

Es por ello que la carta dice “De parte del P. Eduardo Robles Gil, quien trató este asunto en una reunión del Consejo general (…)”. La decisión de NEGAR ayuda a quien ha empeñado años de su vida en la Legión no fue a título personal. Es algo institucional.

...los Continuadores.


Habiendo Eduardo Robles pertenecido a la Comisión de Víctimas con un prácticamente nulo resultado encontramos una línea de coherencia con el espíritu legionario. Tú tiempo y tus talentos valen en tanto cuanto estén al servicio de los superiores o de la Legión. Si sales de la Legión tu tiempo ya no vale…

Mientras la Iglesia intenta materializar y concretar más su proclama de caridad, la Legión avanza en sentido opuesto, incluso contra los principios más esenciales de justicia. No es un dicho de Facebook ni algo que escuché que dijeron que alguien comentó; no es un chisme ni un texto de resentidos. La carta fue redactada en julio de 2016, después de la “renovación” legionaria. Está allí: Prot. DG-LC 3225-2016.

Friday, March 3, 2017

El Ideal Legionario



Planteamiento

En una reflexión previa concluimos de mano de la Sagrada Escritura que la Congregación fundada por Marcial Maciel NO es y nunca fue una obra suscitada ni querida por Dios. Sin embargo, debido a que logró atraer a muchos jóvenes el Papa Benedicto XVI consideró que era oportuno “hay que darles un nuevo aliento” para, según dijo en “Luz del Mundo”: “No se debe destruir ese entusiasmo”.

Se han movido muchas cosas, se han pronunciado muchas declaraciones, se han tenido asambleas en distintos niveles, se ha reunido mucha gente en Roma una y otra vez, se aprobaron las Constituciones, se trabaja en la Ratio Studiorum, en el itinerario formativo, en la formación permanente, en los apostolados, se emiten comunicados, se reforman procedimientos, se nombran directores espirituales, etc., etc., etc., etc.

Pero la pregunta sigue abierta. ¿Hay verdadera renovación en el sentido de “una nueva estructura”? ¿de una “redefinición del carisma[1]” ? ¿es posible?

Con la presente reflexión no pretendemos ni podemos resolver semejantes cuestiones, pero sí resolver aquello que la sabiduría popular sintetiza: «no se piden peras al olmo».

Gabriel Sotres Sáinz


La Brújula

Con agudeza casi profética Benedicto XVI señalaba que el entusiasmo de los jóvenes caería en el vacío si no se dotaba al grupo de una “estructura nueva”. Es por ello que aunque el Gran Éxodo de legionarios terminó, la sangría a goteo persiste a ritmo constante. Más que caer en el vacío, podemos decir que los jóvenes han venido cayendo en el des-engaño (abren los ojos a la realidad-verdad).

No hay un asidero fuerte para anclarse y continuar en una obra por demás golpeada, hasta por el mismo Papa Francisco, que sin mencionarla la ha caracterizado recientemente. ¿Cuáles son esos lugares firmes para orientar la propia brújula en medio de la incertidumbre?
Los Superiores
La Espiritualidad
La Misión
La Vida Comunitaria

a) Los Superiores.
La tradición de “confianza” en los superiores se remonta hasta los días de la fundación. Siempre se subrayó la importancia de la apertura con el “Instrumento elegido por Dios”, la Dependencia, estar “colgado” de la Voluntad de Dios a través de los Superiores,  la guía e iluminación de la conciencia por parte de los Superiores, el que obedece no se equivoca, con permiso todo se puede, Dios da sus gracias al que está unido a los superiores, etc., etc. Los Superiores como “institución” de firmeza y confianza está destruida; los legionarios han dado el bandazo de la confianza total a la suspicacia sistemática. ¿Causa? La Institución de los Superiores ha sido mermada por los mismos superiores, comenzando por Álvaro Corcuera, sus favoritismos y sus mentiras, hasta el más novato de los superiores que teme exigir por miedo a ser descalificado. Por tanto, el superior, en cualquiera de sus niveles, ya no es un lugar de confianza ni un punto firme para orientarse y no caer en el vacío…

b) La Espiritualidad
Se denominaba “espiritualidad legionaria” a un conjunto de libros con pasta verde llamados “Cartas de Nuestro Padre” con el andar del tiempo se enriqueció el colorido de la espiritualidad con rojos y azules. En rojo las “Conferencias de Nuestro Padre” y en azul los Comunicados del Capítulo General. Obviamente los textos legislativos, también en rojo (CLC y Estatutos) y en ocre las Normas de Urbanidad y los Principios y Normas… mucho más que los 613 preceptos…

La “espiritualidad”, o lo que se denominaba tal, fue contestada inmediatamente con tres argumentos principales: plagio, ausencia de fuente (múltiples redactores) y posible uso de drogas para algunos textos atribuibles al mismo Marcial Maciel. Aunque durante casi 70 años la espiritualidad era “eso”; de pronto dejó de ser eso y pasó a ser una “experiencia común” del Amor a Cristo que todos compartían con una fisonomía propia distinta de las demás experiencias eclesiales.

En lugar de ser un punto firme de orientación clara, la espiritualidad se convirtió en una búsqueda. La predicación legionaria llena de citas de CNP comenzó a citar a Madre Teresa de Calcuta casi con ansiedad (por la época se publicó “Ven, sé mi luz”) y a otros autores varios como Jacques Philippe, José Luis Martín Descalzo, etc.

Surgió entonces la iniciativa[2] “Semillas de Espiritualidad”, como una expresión más de esta búsqueda casi ansiosa. Michael Ryan quien fuera consejero general tuvo el atrevimiento de admitir que había un vacío de espiritualidad. Porque en efecto, la espiritualidad era “eso”: un conjunto de volúmenes con las CNP. Los textos de “Lecciones de Cotija”, “Oraciones de Corazón a corazón” y otros refritos eran más de “eso”, pero compilados por Evaristo Sada, Florián Rodero, Juan Ledezma, Mariano de Blas, etc.

Por tanto, la espiritualidad, como había sido entendida en la Legión por más de 70 años no era un lugar de confianza ni un punto firme para orientarse y no caer en el vacío…

Si indagamos críticamente en las fuentes de “espiritualidad” intentando hacer una heurística con seriedad encontramos sólo una placa (colocada por Evaristo Sada) en una calle de Cotija donde ocurrió un supuesto encuentro con dos mujeres mayores que plantearon la vocación al atribulado[3] adolescente Marcial Maciel (ver nota). No existe ninguna otra experiencia fundante o experiencia espiritual; no hay Manresa, no hay “I thirst”[4], no hay “lupi che si cangiavano in agnelli”[5]… los legionarios no tienen nada, salvo la placa que mandó poner Evaristo Sada… no hay punto firme.

c) La Misión
Para muchos el apostolado ha sido el único asidero sin llegar a ser propiamente un punto firme. El tema es controvertido porque se ha hecho mucho bien, pero también se ha manipulado y usufructuado de las personas a favor de “la misión”. Después del escándalo de Maciel, después de la retórica de los superiores y después de las, en veces aburridas, a veces acaloradas, reuniones de revisión de las Constituciones muchos legionarios optaron por la “fuga in avanti”: «a mí, déjenme trabajar», «lo que importa es el apostolado y las almas», etc., etc. La fuga in avanti en realidad es una manera disfrazada de semi-pelagianismo, como recientemente ha señalado el Papa, sin mencionar directamente a la Legión.

¿Cuál es la Misión? ¿Cuál es el apostolado? La simple formulación de la pregunta indica que algo no está asumido correctamente. En cada una de las 7 décadas de la historia de la Congregación ha habido una respuesta diferente, siendo la década de los 90s casi una síntesis de todas las respuestas anteriores: la familia, la educación, los jóvenes, los líderes, la acción más eficaz, recristianizar la humanidad, el Reino de Cristo, trasmitir la Caridad, etc., etc.

Parecería que no existe una línea conductora y que la experiencia apostólica del legionario en Quintana Roo no tiene nada que ver con un humanista en su cursillo del ECYD o con un legionario procurando acercarse a business leaders con el Lumen Institute. Sin embargo encontramos una fuerte constante: la metodología.

Los apostolados legionarios no tienen ninguna forma específica ni prevalente, desde la educación hasta la moda, la promoción de valores, la bioética y los bancos usureros como Compartamos; pero sí una metodología semejante que podríamos sintetizar con la frase: de vértice a base.

Durante la primera década del 2000, Luis Garza Medina y el Grupo Integer trataron de recluir a los legionarios en el confesionario y en el despacho para dar dirección espiritual, porque decían “lo específico de los sacerdotes son los sacramentos”[6]. Sin embargo la actividad apostólica de los legionarios tampoco tiene una gran dedicación a la administración de los sacramentos. Es de todos conocida la renuencia legionaria para acudir a asistir a un enfermo (en líneas generales) cuando se trata de una familia sin ranking AAA; algunos legionarios con descaro han llegado a decir que “para ello tienen a sus párrocos, que acudan a ellos”[7]. No por nada, en el comunicado del segundo Capítulo General se insistió reiteradamente en la necesidad de dedicarse a los sacramentos y la dirección espiritual dejando las tareas “administrativas” como se le denominó en cierto modo a la labor apostólica.

Es a partir de la “interpretación auténtica” de las Constituciones por parte del Fundador que se comenzó a decir que el carisma específico de apostolado de la Legión era el Movimiento. Para muchos legionarios aquello constituía un “choque”. ¿Qué eran Alfa y Omega? ¿Las misiones en Chetumal eran parte del Movimiento? ¿Y los colegios?, etc.

En definitiva los legionarios tampoco tienen una misión clara y definida con la suficiente firmeza como para constituir un punto de apoyo firme. Han sido demasiados los bandazos y redefiniciones del apostolado. Algunos sacerdotes ya desde hace tiempo dedican parte de su labor a la “cura de almas en parroquias” como una colaboración estable y definida con los párrocos. Ciertamente lo hacen en parroquias “elegidas”. Esta labor eminentemente sacerdotal, estaba prohibida explícitamente en todas las ediciones anteriores de las Constituciones. El punto es importante, porque para muchos, esta labor sacerdotal ha constituido un auténtico refugio ante el fracaso de una “vocación de engaño” y la fuga in avanti se presenta patente en estos casos. No tienen la capacidad ni la fuerza de emprender el camino de la incardinación, pero pueden gozar del confort legionario a la vez que colaboran con la Iglesia local en una parroquia.

La Misión no es algo que pueda definir el entusiasmo legionario, cada uno tiene lo que ha conseguido; no hay claridad, no es un punto firme, muchos se van dando cuenta de la instrumentalización de los apostolados (como obras generadoras o económicas), del uso de las personas, del uso de la evangelización como forma sofisticada de simonía (ejemplo la Megamisión[8]). Pablo VI indicó pautas claras del apostolado específico; nunca se ha seguido dicha línea, se han buscado otros intereses, no hay claridad… La Misión no es un punto firme, cada quien tiene lo que ha conseguido…

d) La Comunidad
La vida comunitaria forma parte esencial de la vida religiosa en su formulación actual. Durante muchos lustros, la mayoría de las comunidades legionarias fueron lugares de encuentro fraterno y de auténtica vivencia de la caridad fraterna. La sana convivencia y el intercambio común formaban parte del equilibrio humano necesario para “no caer en el vacío” o en formas aberrantes de perfeccionismo humano. Aunque esto no se ha perdido en su totalidad, la mayoría de las comunidades han colocado una bandera blanca en los lugares comunitarios.

La suspicacia viva hacia los superiores (factores de unidad), el relajamiento disciplinar, los temas irreconciliables de los que se habla sólo entre camaradas, la dispersión de actividades “apostólicas”, la brecha generacional transformada en brecha “ideológica”, etc. han desdibujado las comunidades legionarias.

Conviene recordar que hay bastante “ingeniería social” en la conformación de una comunidad legionaria. En Roma, durante las reuniones de “destinos” el “consejo” determina dónde vivirá cada religioso, se analiza la afinidad y convivencia entre los miembros, etc. La decisión se basa en las informaciones que se tienen de cada religioso, no es un tema local ni provincial. Por tanto no se tiene un conocimiento directo y todo es mediado a través de los “informes”. Ahora bien, si la suspicacia ha crecido y el fuero interno comienza a respetarse (al menos por cautela) ya no hay tanta información sobre cada miembro de modo que la ingeniería social para configurar una comunidad resulta cada vez más deficiente.

Habrá que añadir que la experiencia de quienes siempre han estado en comunidades “grandes” o nunca han salido de un centro de formación es completamente diversa de quien ordinariamente cena solo por la noche en horario de “segundo turno”… ¡Y cuidado con hablar del “tema” con el padre tal o sacar el “tema” al hermano N…

En definitiva ni los Superiores, ni la Espiritualidad, ni la Misión, ni la Comunidad en su estado actual pueden constituir puntos sólidos para “no caer en el vacío”. Los legionarios carecen de brújula y andan buscando.

¡Esto no es cierto!, dirán muchos de ellos al leer. Sin embargo andan presumiendo (dime de qué presumes y te diré de qué careces): «Llevo el carisma en mi corazón», «Soy un happypriest y les pido perdón por ello», «consafeliz», «una espiritualidad acabada» y eslóganes del género que más que una presunción constituyen una autoafirmación personal, como tratando convencerse de lo que declaran.

Las Voces Alzadas y las Silenciadas

Cuando Velasio de Paolis declaró que no revelaría los contenidos del informe de los Visitadores Apostólicos, añadió: “ditevi le cose, parlate tra di voi”. Muchos comenzaron un intercambio activo de puntos de vista, visiones, juicios, comentarios, etc. en grupos abiertos y cerrados, hasta en Facebook (como la iniciativa de Lino Otero intercambiando documentos a través de un grupo cerrado en FB).

¿Cuáles fueron las motivaciones interiores? Misterio. Pero Velasio de Paolis aplastó todos esos brotes. Indicó que sí se podía hablar, pero con los miembros de la misma comunidad… la comunidad que había definido el “consejo” de las reuniones de personal. O sea que en el fondo estaban hasta dictando con quién podías hablar y con quién no.

Algunos “padres graves” reaccionaron escribiendo a título personal en privado a quienes iniciaban mensajes o cadenas de discusión en Outlook, como una especie de labor de contención. Comenzaron a revelarse muchos pensamientos, entonces los superiores activaron una nueva reingeniería de comunidades para aislar a “quienes tienen problemas de integración”.

Varios escribieron a Velasio de Paolis, quien reconoció que no tenía tiempo para leer “tantas cartas”. Miguel Romeo (RIP) bajó el volumen de su voz, pero no hizo silencio. Dejó de hablar públicamente e inició un intercambio vivo de opiniones con varios semejantes que al igual que él no traicionarían la confianza… algo escucharon en Roma y fue llamado a estudiar.

Todas las voces fueron oficialmente silenciadas. La única palabra aceptada era la del Boletín Oficial de la Secretaría (bastante infantil, por cierto), la de los Miembros del Consejo General y por supuesto la de Velasio de Paolis.

¿Todas las voces?

Previamente habíamos citado a Patrick Langan y Owen Kearns que en 2014 publicaron “The Quest for the Core”; Luis Garza Medina había publicado en 2013 “El Sagrado Corazón, centro y origen de la espiritualidad de la Legión y del Regnum Christi”; Charles Sikorsky en 2011 “LC: The best is yet to come!” y en 2005 Roberto Aspe y Gabriel Sotres habían publicado “Dirección espiritual, confesión sacramental y libertad de conciencia en la LC a la luz de la historia y la legislación eclesial”. Ahora nuevamente Gabriel Sotres vuelve a publicar: “La formación religiosa y sacerdotal del legionario”.

¿Por qué muchos, como por ejemplo Miguel Romeo (RIP), no podían ni hablar y otros publicaban? Las conclusiones son obvias…

La Voz de Sotres

Gabriel Sotres Sáinz es un personaje desconocido para la mayoría de los legionarios y ciertamente para los miembros del Movimiento. Mexicano de origen, pero formado en North Vancouver, Canadá. En 1979 Sotres obtuvo el “Award for Highest Class Standing”[9] en su escuela “St. Thomas Aquinas Regional Secondary School” lo cual le proporcionó la plataforma para ingresar a Capilano University[10] (también en Vacouver) a School of Science. Interrumpió sus estudios para ingresar a la Legión en Cheshire.

Dotado de una mente brillante y de una capacidad de análisis excepcionales la Legión ha sabido sacar partido de dichos talentos. Nunca hizo prácticas apostólicas (a excepción de unos meses asistiendo a Luis Garza Medina por entonces director territorial en México) y siempre ha estado en la Dirección General en Roma[11].

Sotres es considerado el crocevia de todas las áreas de la Dirección General; es el revisor final de los comunicados oficiales importantes, responsable tácito de la comunicación institucional (implícitamente incluso Benjas Clariond le reporta), miembro oficial del área Legal, firmante en las cuentas patrimoniales y miembro de Board of Directors de varias corporaciones holding, mastermind de los sistemas y comunicación de la Legión, consejero adjunto del área de destinos y diseño de comunidades, miembro de la comisión central de las Constituciones, responsable último de la comunicación protocolar, miembro de la comisión de Estudios y formación, etc., etc.

Un ejemplo: Sotres no ha sido Padre Capitular, pero ha tenido sus intervenciones en el aula capitular en algunos temas fundamentales.

Pero entonces… Si tiene tanto conocimiento… si es tan brillante, ¿por qué sigue siendo legionario?

Es difícil responder. Quizás su ausencia de experiencia pastoral, el ver el mundo siempre a través de los informes, su falta de contacto con el sufrimiento moral de las víctimas y su mismo sufrimiento físico por la situación de sus músculos le han llevado a aferrarse a la idea del legionario como l’impero dell’armonia. Lo cual sí es evidente: Sotres está enamorado del ideal legionario.



El hecho es que cuando habla de la Legión, Gabriel Sotres es toda una autoridad; quizás no haya otro legionario que conozca mejor la Legión. Ninguno de los actuales consejeros generales, ningún director territorial ni superior actual tiene la trayectoria y experiencia de Gabriel Sotres Sáinz.

Por ello resulta motivo de consternación el siguiente párrafo[12] de su libro:
«En efecto la Legión, como parte del Regnum Christi, ha nacido del amor y de la iniciativa de Dios. Está inserta en la Iglesia y en el plan divino de salvación. Con humildad y asombro, pero también con objetividad, podemos afirmar que la Legión de Cristo –con un espíritu propio y una misión específica– es un don para la Iglesia, para cada legionario y para todas las personas que se benefician de su acción apostólica. A nosotros corresponde hoy profundizar con amor en el conocimiento de este plan de Dios. Más aún, es nuestra responsabilidad (…)»

Decían los latinos: parvus error in principio magnus est in fine. Gabriel Sotres funda y parte su conocimiento de un supuesto erróneo. La primera afirmación no corresponde a la realidad histórica, pero la línea editorial ha reemplazado la verdad histórica. La Legión no es parte del Movimiento ni histórica[13] ni canónicamente. La segunda afirmación es piadosamente errónea, también.

Usamos el adjetivo “piadoso” porque la mayoría de los legionarios de buena fe creyeron durante muchos años en el origen divino de la Congregación, la inspiración y santidad del fundador, etc., etc. Gabriel Sotres como si tuviese un bloqueo mental de un estrés postraumático parece desconocer por completo la verdad sobre el Fundador; simplemente es un tema que no se afronta o no existe en su mente. Sin un Fundador criminal, la Legión brotó así simplemente de la iniciativa de Dios.

Innumerables veces se ha dicho que Dios no pudo haber obrado el fraude, la manipulación, el engaño, etc. para suscitar una Congregación. Por tanto esta convicción tan profunda que manifiesta Sotres sólo puede ser un autoengaño. Con el conocimiento él que tiene, es imposible que no se dé cuenta del origen mezquino de la Legión… su convicción parece auténtica, por tanto sólo se puede explicar con un PTS (estrés post traumático, por sus siglas en inglés) o más acertadamente por lo que se denomina Cognitive dissonance (según nos ha sugerido uno de nuestros lectores, ver nota 14) que le lleva a elidir mentalmente los aspectos de la realidad que desdicen sus convicciones más profundas[14]. Entre más vivo el intelecto, con mayor fuerza se actúan ciertos mecanismos de protección mental.

El resto de las afirmaciones contenidas en el párrafo son “genéricas” es decir, pueden aplicarse a los Salesianos, a los Jesuitas a las Ursulinas, etc. Están insertos en la Iglesia y por tanto en el plan de salvación y las personas se benefician de los dones de Dios, etc., etc.

Sin embargo el párrafo concluye con dos enunciados peligrosos que son eco del Comunicado del Primer Capítulo General del cual se preparó la “Oración por Nuestro Padre”. El Comunicado en el Número 8 decía… A nosotros corresponde hoy profundizar con amor en el conocimiento de este plan de Dios. Más aún, es nuestra responsabilidad

El tema es mucho más amplio y peligrosamente sectario, porque la Congregación, bajo esta perspectiva, se considera casi como un misterio arcano oculto en el designio de Dios y sólo mediante la meditación es posible conocerlo… La afirmación de Sotres podría estar en la frontera de la ortodoxia; sin embargo hay que señalar, que todos los dones de Dios proceden de su designio divino (Cfr. Meditación de Pablo VI ante la muerte) y sólo mediante la fe es posible ahondar en su riqueza. Es el énfasis y la exclusividad del conocimiento los que marcan de qué lado de la frontera se está.

La última frase de dicho párrafo es también interesante; dice Sotres:
«Un acercamiento sólo humano, por la sola colección de opiniones personales, es insuficiente».

Es evidente que un conjunto de opiniones personales es insuficiente para cualquier cosa; es necesario el ejercicio de la razón, las pruebas, la investigación, los análisis, el ejercicio de la fe, la búsqueda de documentos, las raíces históricas, etc. De lo contrario, todo podrá ser reducido a un ejercicio pietista, fervoroso o fideísta, tan superficial como un mero conjunto de opiniones.

La tácita negación de la gravedad de los hechos en la vida de la Congregación (por parte de muchos legionarios, sobre todo mayores) implica una cierta forma de fideísmo. Es decir, un ejercicio de la fe sin fundamentos y desvinculada de la razón. Las más de 500 páginas de Sotres lamentablemente derivan en un ejercicio fideísta. Se acepta el “origen divino” de la Legión sin ningún cuestionamiento, sin ninguna heurística… y todo se construye a partir de tal cimentación. La doctrina de esas 500 páginas es parte de la riqueza bimilenaria de la Iglesia (no hay novedades).

El Carisma, según Sotres

El siguiente párrafo dice:
«La Legión, impulsada por un ardiente celo apostólico, según este designio divino, está llamada a promover la transformación de la sociedad por la predicación del Evangelio, a través del desarrollo integral de las personas y las sociedades»

Tal cual es la síntesis del carisma según Sotres. Como ya se dijo, gratuitamente afirma que ello procede de un designio divino. Pero analicemos cómo Sotres desentraña “el carisma”.

«Esta misión, recibida de Dios y aprobada por la Iglesia, rebasa las posibilidades de una congregación religiosa. Requiere también una presencia y actuación desde dentro de las mismas realidades familiares, sociales, culturales, políticas, financieras, académicas, etc. Por eso en los primeros años, tras su fundación, la Legión de Cristo fue descubriendo su papel como guía y fermento de grupos de fieles que estuvieran dispuestos a vivir con autenticidad e intensidad su compromiso bautismal. Así nacieron lo que hoy son las ramas del Movimiento Regnum Christi»

Según hemos comentado previamente, afirmar que se trata de una misión recibida de Dios es algo gratuito y que choca contra cualquier juicio escriturístico. Dios no habla a través de falsos profetas… mucho menos concede “misiones” a través de ellos. Pero Sotres parece omitir este pequeño detalle. Sólo en este sentido se explica cómo la “misión” tiene que descubrirse con el andar del tiempo. La frase de Sotres “fue descubriendo su papel como guía y fermento” también carece de heurística y de fundamentos. En los textos de los años 50s que hablan sobre la misión (vgr. Carta de la TWA) Maciel explica una metodología realizando lo que muchos han reclamado: el carisma es la metodología.

De igual modo, la Legión no ha querido indagar en las verdaderas raíces históricas de los grupos de seglares que luego conformaron el Movimiento. Desde los reclamos de Alfredo Torres como auténtico fundador del Movimiento, hasta las acusaciones de plagio o copia de las ideas de Escrivá de Balaguer[15]. ¿Cómo puede construirse algo si se niega la búsqueda de la verdad?

Sigue Sotres…

«La urgencia de esta misión y la metodología apostólica propia del Movimiento presentan al legionario una opción y un reto específico: desempeñar su ministerio sobre todo con seglares con capacidad de liderazgo (…)»

¡Vaya forma de desentrañar que la metodología es la opción preferencial NO por los pobres! Recordemos que  la urgencia de la misión es evangélica (Lc.12,49)[16] y paulina (2Cor.5,14)[17] y no es más urgente ahora que antes (por aquello que también se decía de la Congregación, que era el último esfuerzo del Sagrado Corazón). Y con la urgencia que el mismo Jesús anunciaba la llegada de su Reino o la Voz de San Juan Bautista, ninguno de ellos adoptó la metodología de “vértice a base”. En cierto modo podemos decir que la metodología legionaria no es evangélica. Pero Sotres la presenta envuelta en citas y referencias a documentos pontificios… como ha sido usanza legionaria, sin cuestionar los fundamentos.

(continuará…)


[1] Comunicado de la Santa Sede del 1 de mayo de 2010; ver aquí. El comunicado fue fruto de la Visita, en él se vuelve a subrayar la convicción de que el daño provenía de Maciel y no de la Congregación: “la decepción por el fundador podría cuestionar su vocación”.
[2] Ver http://legionariosdecristo.org/semillas-espiritualidad-septiembre-2016/ El enlace estaba activo al menos hasta el 6 de febrero de 2017.
[3] El tema merece un tratamiento aparte. Basta decir que Marcial Maciel orinaba en la cama hasta entrada la adolescencia; la familia Maciel Degollado era bastante disfuncional para una familia de un pueblo religioso de Michoacán. A la edad de 15 años “Marcialito” acumulaba varias taras y traumas infantiles, posiblemente incluso alguna violación.
[4] “Tengo sed” experiencia de Madre Teresa camino a Darjeeling.
[5] “Lobos que se transforman en corderos” en los sueños de Don Bosco
[6] De un modo dualista y maquiavélico, el mismo Garza Medina se excluía a sí mismo de dicha reclusión.
[7] Jesús Blázquez (rip) repetía con insistencia que los legionarios eran para el Movimiento.
[8] Para quienes están prontos a decir que la Megamisión no produce réditos económicos… la mercancía de esta forma sofisticada de simonía no es el dinero, sino las personas (2Pe.2,3)
[9] Awards en la página oficial de la escuela: http://www.aquinas.org/about/guestbook/
[10] https://www.capilanou.ca/physics/
[11] Obviamente estuvo en Cheshire, (noviciado) Salamanca (humanidades) y un período en Estados Unidos debido a una operación complicada por un problema congénito en sus músculos.
[12] G. Sotres, La formación religiosa y sacerdotal del legionario de Cristo, ISBN 978-1530635801, Introducción § 2
[13] Marcial Maciel congregó el primer grupo hacia finales de los años 30s; según las narraciones del propio Maciel la Congregación fue fundada en 1941; según el Vaticano en 1948. Los primeros grupos del Movimiento aparecen a finales de los años 60s. En las Cartas de Nuestro Padre, se dice explícitamente que Maciel no tenía intención de fundar ningún grupo, sino de congregar un grupo de sacerdotes celosos; posteriormente se contradice y habla de dirigir y organizar los dirigentes (no usaba la palabra líder).
[14]  El mecanismo por el cual una persona o grupo sigue aferrado a sus "convicciones" a pesar de los datos y las evidencias en contra, se explica, no por PTSD sino por "COGNITIVE DISSONANCE", disonancia cognitiva, por la cual negamos las evidencias en contra de nuestras convicciones/creencias mas queridas e importantes. Me parece que este concepto es muy util para explicar por que muchos LC/RC siguen dentro a pesar de todos los hecho que les podrian hacer dudar de 'su vocacion'. El tema del bloque de recuerdos ha sido ampliamente estudiado, como referencia podemos citar un artículo de divulgación (en inglés) al respecto: Can You Unconsciously Forget an Experience?.
[15] En una de las narraciones de la historia de la Legión (narrada por el único y exclusivo testigo y protagonista) refiere cómo encontró a Escrivá abatido por los obstáculos curiales y él (típico narcisista) le facilitó contactos que le pudieran agilizar los trámites. Los sucesos carecen de credibilidad, obviamente, pero son indicativos de que de parte de Marcial Maciel había atención hacia la fundación del Opus Dei. Dígase lo mismo de la narración sobre la fundación del Irlandés de México, suscitada (según el mismo narrador de siempre) porque miembros de la “Obra” solicitaron ayuda para fundar sus colegios y pidieron copia de la metodología.
[16] Ignem veni mittere in terram, et quid volo? nisi ut accendatur.
[17] Charitas Christi urget nos